Ciudadano News
Entrevista a Marcelo Capello

"Se emite cuasimoneda para ajustar menos el gasto público en una crisis"

El economista consideró que el sistema de bonos para pagar bienes no es adecuado y que por ahora La Rioja será la única provincia en aplicarlo.

Redacción

Por Redacción

27 Junio de 2024 - 11:10

El Chacho
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El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, decidió que a partir de julio venidero su provincia comenzará a pagar parte de los sueldos de los funcionarios de alto rango con Bonos de Cancelación de Deuda (BOCADE), una polémica cuasimoneda que denominó 'El Chacho' en honor al caudillo Ángel Vicente Peñaloza.

El mismo gobernador, la vicegobernadora, ministros, secretarios y subsecretarios cobrarán 100 mil pesos del total de su salario con BOCADE, mientras que los directores generales percibirán 50 mil pesos, según precisó el mandatario provincial en redes sociales.

Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja
Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja.

"Para el resto de los trabajadores y trabajadoras, en el mes de agosto realizaremos el pago único de un bono de 50 mil pesos que se hará efectivo en BOCADE", indicó Quintela.

Por otra parte, le pidió a la Función Judicial, Legislativa y miembros del Tribunal de Cuentas implementar la misma medida con funcionarios, diputados y jueces del TSJ.

Esta decisión provocó polémica en muchos sectores de la economía, aunque el riojano justificó la medida con el argumento de que es "obligada" ante "la crueldad del ajuste" que aplica el Gobierno nacional.

Al respecto, el economista Marcelo Capello, vicepresidente del  Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), dependiente de la Fundación Mediterránea, en el programa Círculo Político, de 91.7 Ciudadano News, explicó que las provincias emiten cuasimoneda "para ajustar menos el gasto público en una crisis. A veces los políticos creen que de esa manera van a aliviar la caída del consumo local emitiendo un bono que en realidad es una moneda (por eso le decimos cuasimoneda). Es difícil que se logre eso porque es lo mismo que cuando se emite dinero si se quiere influir la actividad económica, y lo más probable es que eso no ocurra, sino que traiga inflación. Entonces, lo que un político busca al emitir cuasimoneda es hacer menos ajuste".

"Es lo que pasó, por ejemplo, en el 2001, cuando la mitad de las provincias emitieron. Primero, el Estado provincial se compromete a recibir la cuasimoneda para pagar los impuestos, incluso algunos servicios públicos estatales como la electricidad, y también se suelen hacer convenios, con el sector privado, en especial con supermercados, para que la reciban en parte de pago", continuó.

—¿Se puede considerar esto como un bono? ¿No resulta al final una deuda que tiene que cancelar el mismo Estado?

Es una deuda, técnicamente es un bono, pero por las características termina pareciéndose al dinero. En anteriores oportunidades las cuasimonedas en algún caso no pagaban interés, por lo cual la intención ahí era emitir moneda y no un bono

"Apenas se emite este bono, suele circular como dinero y ahí prevalece esa característica de medio de cambio más que de inversión, porque ¿alguien mantendría un bono como una inversión, en vez de un plazo fijo? Las tasas de interés no suelen ser altas y hay que considerar que ahora tenemos inflación", indicó Capello. 

"Después está la capacidad del gobierno para pagar el bono una vez que venza. Lo que pasó en anteriores oportunidades es que el Gobierno nacional terminó rescatando el bono. Por ejemplo, en el 2003, con el programa de unificación monetaria, la Nación terminó rescatando los bonos provinciales. En el caso de La Rioja eso está en duda, porque como por ahora es la única provincia que emitió y por las características de (Javier) Milei sería difícil que la Nación rescate ese bono. Entonces, va a estar sujeto al propio riesgo provincial", opinó el economista.

"Por ahora hay que tomarlo como un experimento de La Rioja. La misma provincia se demoró varios meses en instrumentarlo y la mayoría de las otras ha decidido ajustar casi igual que el Gobierno nacional. La decisión de las provincias ha sido: 'no tenemos recursos (porque) recibimos menos transferencias discrecionales de la Nación', y la recesión hace que recauden menos y ajusten el gasto. Normalmente, lo que hacen es aumentar los salarios públicos menos que la inflación y de esa manera baja el gasto real", consideró.

—¿Eso precariza la economía de los riojanos?

—Sí, (porque) no es bueno que haya una cuasimoneda. En el siglo 19 hubo una ley que unificó la moneda, es decir, estamos hablando de hace más de un siglo. No es bueno tener más de una moneda y mucho menos tener monedas provinciales. Eso a la macroeconomía le afecta, le hace perder credibilidad, por eso una cosa sería que solo lo haga La Rioja y otra cosa más grave sería que aparezcan otras provincias emitiendo. Pero hoy no es el escenario más probable. 

Y en ese sentido, Capello supone que si alguna provincia está pensando en hacerlo, "antes va a mirar qué ocurre con La Rioja y lo que ocurra en esa provincia va a depender mucho de si emite demasiado o no. Por ejemplo Corrientes, durante la crisis 2001-2002 emitió demasiados bonos, prácticamente lo que existía de base monetaria en pesos en ese momento, así que prácticamente duplicó la base monetaria y ese bono llegó a cotizar un poco menos del 50% del valor nominal, por lo que si alguien tenía que cambiar el bono perdía más de la mitad del valor. En otras provincias que emitieron, pero no tanto en relación con su economía, su base monetaria y su recaudación impositiva, los bonos cotizaron debajo del 40%, pero en algunos casos no bajó del 90% y ahí no fue tan grave el problema que causa sobre la propia economía".

"Si se emiten muchos bonos en relación al tamaño de la economía provincial, lo que ocurre es eso, que después cotizan en el mercado secundario por debajo del 100%. Entonces, si bien para hacer compras muchas veces recibe 100% por los convenios que hacen los Gobiernos provinciales con los privados, si emiten mucho siempre hay una porción de bonos que se terminan vendiendo en el mercado secundario porque alguien necesita convertirlo en pesos, y ahí es donde puede aparecer una actualización bajo la par. Eso es normal en el sentido que siempre que haya un bien que tiene mucha oferta y poca demanda habrá un mercado que va a formar un precio para ese bien, en este caso un activo financiero, y ahí pierden los que necesitan cambiar el bono por pesos porque va a depender del descuento que les hagan cuál será la pérdida sobre estos ingresos", ejemplificó Capello. 

Según el economista, "también puede ocurrir que se genere cierta inflación en bonos. Puede haber dos efectos, que el bono cotice bajo la par, y ahí el que pierde es el que tiene que convertir el bono en pesos, o que haya cierta inflación en bonos en esa provincia, una inflación un poco mayor a la del resto, lo que de acuerdo a unas estadísticas ocurrió en la anterior crisis, cuando se emitieron bonos provinciales".

"¿Qué puede pasar entonces? Supongamos un supermercado que hace un convenio con la provincia para recibir los bonos al 100%, después no los puede colocar al 100% y los tiene que terminar vendiendo en un mercado secundario al 90%. Lo que va a terminar haciendo es cargarlo en el precio de todos los bienes, o sea, de una forma u otra, si se emite mucho se termina perjudicando a los tenedores de los bonos", opinó finalmente Capello.