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Responsabilidad afectiva

El ghosting, una forma de maltrato emocional que deja secuelas profundas

Si bien es cada vez más frecuente, afecta a quien lo padece y genera secuelas en quien lo practica. En esta nota, todos los detalles.

Redacción

Por Redacción

9 Septiembre de 2024 - 12:56

Persona mirando con tristeza su celular.
Persona mirando con tristeza su celular. Foto iStock

El ghosting se ha convertido en un término cada vez más común en las relaciones interpersonales, particularmente en aquellas de tipo romántico. Este comportamiento implica la desaparición repentina de una persona sin previo aviso ni explicación, dejando a la otra parte sumida en la incertidumbre y el desconcierto.

Aunque es más común en las relaciones sentimentales, también puede ocurrir en amistades y entornos laborales, lo que convierte al ghosting en un fenómeno que afecta múltiples esferas de la vida social.

El rasgo principal del ghosting es la falta total de comunicación, ya que quienes lo practican optan por cortar toda interacción, ignorando llamadas, mensajes y cualquier intento de contacto. Esta actitud genera una sensación de vacío en la persona afectada, quien se ve obligada a lidiar con la incertidumbre sobre lo sucedido. 

El perfil de quienes practican el ghosting suele estar marcado por la inseguridad y la incapacidad para afrontar el compromiso. Estas personas tienden a sentirse incómodas cuando la relación comienza a exigir cierto nivel de responsabilidad o madurez emocional. 

Persona mirando con tristeza su celular

Además, suelen ser egocéntricas y narcisistas, priorizando sus propias necesidades y evitando cualquier confrontación que implique discutir emociones o resolver conflictos. En muchos casos, quienes practican el ghosting han experimentado abandono en el pasado, y adoptan esta táctica como una forma disfuncional de lidiar con las relaciones interpersonales.

Las consecuencias del ghosting afectan a quienes lo padecen, si no también a quienes lo practican. Para estos últimos, puede resultar en dificultades para establecer relaciones saludables a largo plazo, así como en la pérdida de autoestima y en sentimientos de culpa. La incapacidad para enfrentar conflictos o comunicarse de manera efectiva puede llevar a un aislamiento social progresivo y, en algunos casos, al desarrollo de problemas emocionales más graves, como la agresividad o la búsqueda de refugio en adicciones.

Por otro lado, quienes sufren ghosting suelen experimentar una amplia gama de emociones negativas, desde el dolor emocional hasta la pérdida de confianza en sí mismos y en las relaciones futuras. La falta de cierre emocional, común en estas situaciones, dificulta la recuperación y puede generar problemas de salud mental, como ansiedad o depresión.