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Quién es Kamala Harris, la candidata a la Presidencia de EE.UU.

La candidata por el Partido Demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca muestra una historia interesante por sus características personales e ideológicas.

Carlos Pissolito

Por Carlos Pissolito

7 Agosto de 2024 - 11:08

La elegida por Jose Biden para la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos. (Web)
La elegida por Jose Biden para la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos. (Web)

Los Estados Unidos, o mejor dicho, su agitada carrera política para designar al 47º ocupante de la Casa Blanca, no dejan de dar sorpresas.

Todo empezó con un complicado debate televisivo para Joe Biden, el número 46 de la lista, en el que quedó en evidencia su insalvable incapacidad para gobernar al país más poderoso del mundo. 

Siguió dramáticamente con el intento de asesinato de su retador, Donald Trump, por un lobo solitario en un acto de campaña en una pequeña ciudad de Ohio; continuó con la posterior bajada de la candidatura presidencial del alicaído Biden -presionado por propios y extraños- y luego con la sorpresiva nominación del desconocido J. E. Vance como candidato a vicepresidente de Trump.

Pero sigue sin terminar del todo con la confirmación de Kamala Harris -no sin algunas alternativas interesantes- como la designada candidata a presidenta por el Partido Demócrata.

El ascenso de Kamala

Como vemos, ahora las luces del escenario están sobre Kamala, la actual vicepresidenta de los EE.UU. Una mujer nacida en Oakland, California, una abogada recibida en la Universidad Howard y del Hastings College, adscrita a la Universidad de California, que ocupó diversos cargos en la carrera judicial como fiscal de distrito, un cargo electivo en el sistema estadounidense. 

joe biden
Joe Biden debió declinar su candidatura y le sucede Kamala Harris en la carrera a la Casa Blanca. (Web)

A la sazón, la Harris, tras ser elegida por Joe Biden como su vicepresidenta, se convirtió en la primera mujer en ocupar ese alto cargo en su país, así como en la segunda persona de color en desempeñar el cargo, habiéndola precedido durante el gobierno de Herbert Hoover (1929/1933) Charles Curtis, nativo americano y miembro de la tribu Kaw. 

Pero, ¿quién es realmente Kamala Harris? Vamos a ello.

Para empezar, hay que resaltar que ella proviene de una familia con fuertes raíces políticas, marxistas para ser más precisos. Su padre fue profesor en el Departamento de Economía de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, donde sostuvo las ideas de Marx y Engels.

Junto con su esposa, la madre de Kamala, fueron miembros activos de la Asociación Afroamericana con sede en Berkeley y en la cual se ponderaban, por ejemplo, las figuras de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.

Para seguir con su juventud, Kamala, después de su egreso como abogada se convirtió en discípula del presidente de la Asamblea de California, Willie Brown Jr. -un reconocido marxista que posteriormente fue elegido alcalde de San Francisco-, quien la guió  en su ascenso político en los meandros del sistema judicial de California, lo que posibilitó su elección como Fiscal General en el 2004.

Entre sus amistades juveniles se destacan la de una joven activista maoísta radical de San Francisco, Lateefah Simon, miembro del Movimiento Revolucionario STORM (Tormenta, en inglés). También de Alicia Garza, fundadora del movimiento supremacista negro 'Black Lives Matter', de reconocida participación en diversos y graves disturbios civiles en varias ciudades de los EE.UU. 

Ayuda y algo más

Ya en su madurez, Kamala recibió el apoyo financiero para sus campañas políticas de Steve Phillips, asociado al multimillonario grupo Sandler, propietario de Golden West Savings and Loan, que viene financiando sus postulaciones para varios cargos electivos judiciales de California. Por su parte, el esposo de Harris, Doug Emhoff, trabaja para un estudio de abogados especializado en tratos comerciales con China.

Según afirma Geoffrey B. Higginbotham, un general retirado del Cuerpo de Marines estadounidenses, afortunadamente para la Harris los cargos electivos en los EE.UU. no están sujetos al proceso de autorización por parte de sus agencias de seguridad. Porque si el FBI, por ejemplo, la hubiera investigado, ella nunca habría pasado la prueba de antecedentes por sus vínculos con personas de pensamiento marxista de su cercana amistad y con estrechos vínculos con China por parte de su esposo.

Tampoco podría haber sido admitida en ninguna de las cinco academias militares de los EE.UU., ni habría sido aprobada para ocupar un puesto delicado como contratista de Defensa para trabajos de alta seguridad. 

Sea como haya sido, desde que Joe Biden fue elegido, la Harris -como su vicepresidenta- ha estado a un paso de ser presidente de los EE.UU. Y hoy más que nunca, como la candidata oficializada del Partido Demócrata para ocupar ese puesto.

Una saga todavía sin final

Al margen de los antecedentes familiares y juveniles de la Harris, hoy por hoy llama más la atención su alejamiento de las posturas tradicionales de la Casa Blanca respecto del apoyo irrestricto al Estado de Israel, ya que se sabe que estuvo entre los legisladores que no evidenciaron su apoyo explícito a la presentación del primer ministro Benjamin Netanyahu ante el Congreso de su país. 

Cómo sigue esta película, que ya amenaza con ser toda una saga más digna de Netflix que de una crónica política, nadie lo sabe. Tampoco el autor de estas líneas. 

Sin embargo, no hay nada tan oscuro que no se pueda entrever, de alguna manera, su devenir. Para ello contamos con la ayuda de Clío, la musa inspiradora de la historia.

Gane Trump o gane Harris, está claro que se tratará de alguien que tendrá que administrar el descenso de un imperio en decadencia. 

Donald Trump, dispuesto a ocupar otra vez la Casa Blanca.
Donald Trump, dispuesto a ocupar otra vez la Casa Blanca. (Web)

Al respecto, la historia del Imperio Romano nos presenta dos posturas de hierro. Por un lado, la adoptada por sus emperadores que moraban en Roma y optaron por huir hacia adelante y morir peleando. Sólo duraron hasta la llegada de los bárbaros de Odoacro en el 476 d.C. 

O, por el contrario, la seguida por sus contrapartes bizantinos que eligieron hacerlo lentamente de manos de una sabia diplomacia combinada con operaciones militares quirúrgicas y pudieron mantenerse mil años más en el poder, hasta la caída de Constantinopla con la llegada de los turcos otomanos  en el 1453. 

Habrá que esperar para ver, primero quién de los dos es electo, y a continuación, qué camino eligen, porque eso será importante para el mundo y para nosotros.