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Cifras que duelen

Son necesarias más horas de trabajo para asegurar la comida en la mesa argentina

El salario mínimo cubre solo el 65% de la canasta alimentaria, obligando a los trabajadores a destinar más horas de trabajo para alimentarse.

Redacción

Por Redacción

4 Junio de 2024 - 09:01

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El costo de la alimentación en Argentina está cada vez más influenciado por la cotización del dólar y la carga impositiva, dejando al salario mínimo ($234.000) lejos de cubrir las necesidades básicas. Actualmente, el salario mínimo solo cubre el 65% del costo de la canasta alimentaria mensual para una familia de cuatro integrantes, lo que obliga a los trabajadores a destinar más horas de trabajo para poder llevar comida a la mesa.

Impacto de la inflación en los alimentos

Aproximadamente 3 millones de argentinos perciben el salario mínimo, pero este ingreso apenas permite cubrir dos tercios de la comida básica del mes. La relación entre salario y subsistencia se deteriora constantemente, ya que los salarios no logran mantenerse al ritmo de la inflación, especialmente en el rubro de alimentos, cuyos precios se ven afectados por las fluctuaciones del dólar y las especulaciones del mercado.

Antes de la pandemia, el salario mínimo alcanzaba para cubrir un 13% más del costo de la canasta alimentaria, pero en la actualidad, esa relación es negativa. Hasta el 2023, apenas cubría un 1,4% más que el costo de los alimentos, evidenciando una significativa pérdida del poder adquisitivo.

Costos crecientes y comparaciones internacionales

El mes pasado, una familia de cuatro miembros necesitaba $730.000 mensuales para cubrir los consumos básicos, mientras que los alimentos registraron un incremento del 2,3% en el mismo período. Aunque algunos productos como verduras y lácteos experimentaron bajas estacionales, el aumento generalizado en los precios de bebidas, panificados y lácteos fue del 4,2%.

La situación en Argentina no solo es crítica en comparación con el pasado, sino también en términos internacionales. Un estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) revela que un litro de leche en Argentina cuesta igual que en Francia y es más caro que en Finlandia y España, a pesar de que los salarios argentinos son significativamente menores y que el país es un importante productor de lácteos.

Además, el salario mínimo en Argentina permite comprar menos kilos de carne molida que en otros países de América Latina y una cantidad similar de arroz que en Kenia, pero a precios comparables a los de Suecia y Canadá.

Carga impositiva en los alimentos

El alto costo de los alimentos también se debe a la significativa carga impositiva. Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) indica que los impuestos nacionales, provinciales y municipales representan el 43,9% del precio final de una canasta de nueve productos de consumo masivo.

La carga tributaria varía según el tipo de producto. Los alimentos con IVA del 10, 5% tienen una carga tributaria del 36,2%, mientras que aquellos con IVA del 21% alcanzan el 41.8%. Las bebidas sin alcohol, además de todos los tributos de los alimentos, suman impuestos internos que elevan la carga tributaria al 46,7% para el agua mineral y jugos, y al 48,1% para las gaseosas.

Este contexto impositivo y la relación salarial deteriorada obligan a los hogares argentinos a destinar cada vez más horas de trabajo para poder alimentarse adecuadamente, una situación que requiere atención urgente para evitar que el acceso a los alimentos básicos se vuelva aún más limitado.

Futuro incierto

A pesar de la grave situación, el Consejo del Salario aún no ha fijado una fecha para reunirse y discutir posibles ajustes. Mientras tanto, los trabajadores argentinos continúan luchando para equilibrar sus ingresos con los costos de la alimentación y otros bienes esenciales.