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Aniversario

A ochenta años del día más largo de la historia

El desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía significó la derrota del Tercer Reich y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Carlos Campana

Por Carlos Campana

6 Junio de 2024 - 09:30

Desembarco en Normandía
Desembarco en Normandía prensa

Este 6 de junio se cumplen 80 años del desembarco de las fuerzas aliadas en la región francesa de Normandía, un evento trascendental que marcó el comienzo del fin de la Segunda Guerra Mundial. Conocida como el Día "D", esta operación militar fue una de las más complejas y audaces jamás realizadas, cambiando el curso de la historia moderna.

 

Vientos de guerra

El conflicto bélico comenzó el 1 de septiembre de 1939, cuando la Alemania nazi atacó a Polonia, desencadenando una ola de agresiones que resultó en la ocupación de gran parte de Europa. 

Gran Bretaña, inicialmente aislada, se enfrentó a la maquinaria de guerra del Eje, una alianza formada en 1940 por Alemania, Italia y Japón. En 1941, los alemanes invadieron la Unión Soviética, y en diciembre de ese mismo año, Japón atacó Pearl Harbor, arrastrando a Estados Unidos al conflicto y transformándolo en una guerra mundial.

 

La ocupación alemana y el plan aliado

Tras la humillante derrota de las fuerzas francesas y británicas, Alemania ocupó Francia durante cuatro largos años. Mientras tanto, los líderes aliados comenzaron a tramar un plan para liberar Europa Occidental.

El comandante Eisenhower junto a un grupo de paracaidistas en una imagen previa al Día "D".
El comandante Eisenhower junto a un grupo de paracaidistas en una imagen previa al Día "D".

 

El desembarco en Normandía, concebido durante dos años, enfrentó numerosas dudas estratégicas. Winston Churchill favorecía una ofensiva por Italia, pero los estadounidenses insistieron en que las costas francesas eran más apropiadas para un desembarco a gran escala. Las fuerzas aliadas estaban al mando del general estadounidense Dwight D. Eisenhower.

 

Preparativos meticulosos

Meses antes del Día "D", los ejércitos aliados llevaron a cabo un riguroso programa de entrenamiento en Gran Bretaña, inundada de tropas y pertrechos aliados. A pesar de la amenaza de los submarinos alemanes, los suministros fluyeron desde Estados Unidos a las islas británicas, preparando el terreno para la invasión.

Días posteriores al desembarco en Normandía
Días posteriores al desembarco en Normandía

Los alemanes, anticipando un ataque, esperaban la invasión en el Paso de Calais, mientras las defensas en Normandía eran menos robustas. Aunque Hitler sospechaba que el desembarco podría ocurrir en Normandía, sus generales lo convencieron de lo contrario.

Hitler había encargado en 1943 al mariscal Erwin Rommel la defensa de Normandía. Rommel encontró las fortificaciones inadecuadas y ordenó mejoras significativas, incluyendo campos de minas y casamatas. Sin embargo, estas defensas serían puestas a prueba la noche del 5 de junio de 1944.

 

La invasión

La noche del 5 de junio, dos mil aviones aliados bombardearon posiciones alemanas, mientras 13.000 paracaidistas estadounidenses se lanzaron sobre la península de Cherburgo. A pesar de los errores y las pérdidas iniciales, las fuerzas aliadas lograron establecerse en las playas designadas: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword. Omaha y Juno fueron escenarios de combates particularmente encarnizados.

Desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944.
Desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944.

A pesar de las altas expectativas de bajas, el Día "D" resultó en aproximadamente once mil bajas aliadas, menos de lo previsto. Sin embargo, las fuerzas lograron consolidar sus posiciones y comenzaron su avance hacia el interior de Francia. Este éxito abrió el tan esperado Frente Occidental, requerido por Stalin, y aceleró la caída del Tercer Reich.

 

El legado del desembarco

Menos de un año después del desembarco, Hitler fue derrotado y la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin. El desembarco en Normandía no solo representó una victoria militar, sino también un momento de unidad y sacrificio que definió una generación. 

Hoy se recuerda con respeto y gratitud a los valientes hombres y mujeres que participaron en esta operación decisiva, cuyo legado sigue moldeando el mundo.

 

Planificación y estrategia

El desembarco en Normandía, conocido como 'Operación Overlord', fue planificado meticulosamente por los Aliados. Este esfuerzo incluyó la coordinación de fuerzas terrestres, navales y aéreas de diversas naciones, con el objetivo de liberar Europa Occidental del control nazi. 

Uno de los aspectos más innovadores fue el uso de operaciones de engaño, como la 'Operación Bodyguard', destinada a desorientar a los alemanes sobre el verdadero lugar y fecha del desembarco. Los Aliados crearon un ejército ficticio, liderado por el general George S. Patton, para hacer creer a los nazis que el desembarco principal tendría lugar en el Paso de Calais, alejando así las tropas enemigas de Normandía.

 

Tecnología y logística

La invasión aliada también representó un triunfo de la tecnología y la logística. Se emplearon más de 6,000 barcos y embarcaciones para transportar tropas, vehículos y suministros a las playas de Normandía. 

Además, la construcción de puertos artificiales, conocidos como 'Mulberries', permitió el desembarco continuo de equipos y refuerzos, esencial para mantener el impulso inicial de la invasión.

Prisioneros alemanes luego del desembarco de las fuerzas aliadas.
Prisioneros alemanes luego del desembarco de las fuerzas aliadas.

La utilización de estos puertos móviles fue una hazaña de ingeniería que jugó un papel crucial en el éxito de la operación.

Además, otro factor clave en el éxito del Día "D" fue la colaboración con la Resistencia Francesa para realizar sabotajes y recopilación de inteligencia que resultaron invaluables para las fuerzas aliadas.

Estas actividades incluyeron la interrupción de las comunicaciones alemanas y la destrucción de vías férreas y puentes, lo que dificultó la capacidad de respuesta del enemigo.

 

Las batallas posteriores

El desembarco en Normandía fue solo el comienzo de una serie de intensas batallas que se desarrollaron en los meses siguientes. La batalla de Caen y la de Falaise fueron cruciales para consolidar el avance aliado. 

La resistencia alemana fue feroz, y el terreno "bocage" de Normandía, con sus setos y campos estrechos, favorecía la defensa. Sin embargo, la superioridad aérea aliada y la tenacidad de sus tropas lograron romper las líneas alemanas y avanzar hacia París, que sería liberada en agosto de 1944.

 

La importancia histórica del Día "D"

El desembarco en Normandía no solo fue un hito militar sino también un evento que tuvo profundas repercusiones políticas y sociales. 

Marcó el principio del fin para el régimen nazi y facilitó la liberación de los países ocupados en Europa. Además, la cooperación entre las naciones aliadas sentó las bases para la creación de entidades internacionales como las Naciones Unidas, destinadas a promover la paz y la cooperación global.

El aniversario del Día "D" es una ocasión para reflexionar sobre el sacrificio y la valentía de aquellos que participaron en la operación. Las playas de Normandía, ahora tranquilas, fueron testigos de un acto de heroísmo colectivo que cambió el curso de la historia. 

Monumentos y cementerios en la región sirven como un recordatorio permanente del costo de la libertad y la necesidad de mantener viva la memoria de quienes lucharon y murieron en esa batalla decisiva.

En conclusión, el Día "D" representa uno de los momentos más importantes de la Segunda Guerra Mundial, una operación que no solo alteró el curso del conflicto, sino que también demostró la fuerza de la cooperación internacional y el valor humano.

Hoy, 80 años después, se sigue honrando a los héroes que participaron en esa misión, cuyo legado perdura en un mundo que, gracias a su sacrificio, sigue luchando por la paz y la justicia.