Ciudadano News
Por Emilio Magnaghi

Biden vs Trump en la carrera presidencial de los EE.UU.

Ambos candidatos muestran características distintas y presentan, a la vez, un interesante set de ventajas y desventajas para nuestro país.

Emilio Luis Magnaghi

Por Emilio Luis Magnaghi

28 Junio de 2024 - 23:20

Trump y Biden
Trump y Biden web

Cuando este artículo sea publicado, ya se habrá realizado el primer debate entre Donald Trump y Joe Biden por la carrera a la presidencia de los EE.UU. Y el próximo 5 de noviembre tendrán lugar las elecciones.

Es decir, queda poca agua por correr bajo los puentes para saber cuál de ellos se hará cargo de los destinos del que, probablemente, sea el país más importante del mundo.

Para nosotros, estas elecciones no sólo determinarán el derrotero político de esa nación, sino, de paso, el de todo Occidente y del resto del mundo.

Especialmente durante unas complejas circunstancias de extrema volatilidad bélica y en la que los analistas barajan probabilidades tremendas, como la ocurrencia de una guerra nuclear a gran escala entre la Federación Rusa y la OTAN o una posible operación militar lanzada por China para recuperar Taiwán.

A primera vista, los dos candidatos para ganar esta elección no lucen muy bien, al menos a la distancia. De un lado, tenemos a quien luce como un abuelito senil, y del otro, a una suerte de atorrante condenado por delitos graves.

Pero, ¿es tan así? Veamos.

Para empezar por el primero de ellos, hay que convenir que, efectivamente, Joe Biden, el candidato demócrata y actual presidente, no hace más que confirmar esta imagen de inválido mental con sus constantes despistes y lapsus. Pero quedarse con esa imagen sería un grave error de juicio. En principio, porque no se trata sólo de él, sino de un sistema de decisión compuesto por un equipo de gente muy capaz y fogueada en estas lides.

En ese sentido, Biden no es más que la fachada de lo que muchos no dudan en calificar como 'el Establishment', así con mayúscula, y al que otros agregan lo del 'Deep State', o Estado profundo.

Es decir, poderosas burocracias enquistadas en numerosas agencias federales de los EE.UU. que gobiernan en nombre de las elites al gran país del Norte desde hace décadas.

Ideológicamente, Biden es lo que se dice un globalista que cree que el destino manifiesto de los EE.UU. es ser el 'primus inter pares' de una alianza con base en los países occidentales (Europa, Israel, Japón y Australia, básicamente) destinada a regir los destinos del mundo mediante un duro orden internacional basado en reglas y a ser impuesto 'manu militare' en caso de ser necesario. 

El debate entre Donald Trump y Joe Biden fue organizado por la CNN.
El debate entre Donald Trump y Joe Biden fue organizado por la CNN.

Políticamente, cuenta con el apoyo mayoritario del Partido Demócrata y se sospecha que dispone de ciertas simpatías dentro del propio Partido Republicano. Además, disfruta con el apoyo de las principales corporaciones financieras, la prensa mundial y la influencia de las redes sociales de alcance global. 

Culturalmente, está claramente a favor de la agenda global que tiene en carpeta temas como la expansión de la Inteligencia Artificial, los derechos de las minorías sexuales y la lucha contra todo tipo de segregación, tanto racial como cultural. Pero, siempre y cuando se respeten los principios básicos del libre mercado y la democracia liberal.

Por el contrario, su oponente, Donald Trump, es quien representa una opción fuera del sistema político tradicional y que el mismo Establishment que apoya a Biden se niega a aceptarlo, y hasta lo percibe como su enemigo mortal

En lo personal, es un outsider, pero que a pesar de su edad se muestra en buena forma y con todas sus facultades vitales funcionando. Como tal, es un solitario que encarna el sueño americano del 'self made man' y más allá de su conocido histrionismo, se ha demostrado como un político astuto y pragmático

Políticamente, su base de apoyo no reside en ningún partido, ni siquiera en el Republicano, sino en una importante masa de habitantes de ciudades y pequeños pueblos del interior profundo de los EE.UU. Frente a este fenómeno, uno tiene la impresión de que su partido no lo sigue por convicción sino por simple conveniencia, ya que es el único candidato que tiene posibilidades reales de ganar  la elección

Ideológicamente es difícil de definir, pues carece de una ideología política convencional  que pueda ser rotulable, por lo que muchos sólo la designan como 'trumpismo'. Una suerte de pragmatismo caracterizado por fuertes apretones de manos y discursos altisonantes, pero que incluyen tratos pragmáticos y de conveniencia mutua.  

Con su lema 'Make America Great Again' parece convocar a las golpeadas clases medias de su país, desencantadas con la gran política que reina en las grandes ciudades, tanto de la costa Oeste como la Este del país. 

Culturalmente, está claro que si bien el Establishment no está con él, al mismo tiempo no puede ignorar su popularidad entre el público y el hecho de que el fortalecimiento de los Estados Unidos como Estado no contradice fundamentalmente los intereses fundamentales del propio Estado profundo. Aunque deban aceptar que Trump puede llegar a facilitar la consolidación de un orden mundial multipolar con los EE.UU. sólo como un socio mayoritario, pero ya no más como el grandote malo del barrio

En resumen, la principal diferencia entre Biden y Trump es que para el segundo su política se centrará en los intereses nacionales estadounidenses regulados por las normas del realismo en las Relaciones Internacionales, mientras que el primero de ellos se trata de una apuesta a un juego a todo o nada de mantener el status de gran potencia global a cualquier costo

Llegado a este punto, y ante la lógica pregunta respecto de qué sería lo más conveniente para nuestro país, es muy difícil la respuesta, pues ambos candidatos presentan, a la vez, un interesante set de ventajas y desventajas para este lejano país periférico al Sur del Sur. Pues, como sostenía Esopo en una de sus fábulas, cuando los bueyes se pelean, los realmente perjudicados son las ranas que viven en el estanque

Por eso mismo, tal vez, y para variar un poco, convenga seguir el viejo consejo de hacer la vieja jugada personal de apostar y de preferir lo nuestro