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Narcotráfico

EE.UU. y China calman su rivalidad ante la epidemia de fentanilo

El opioide sintético sigue causando estragos en las calles de las urbes estadounidenses, mientras la nación asiática es el principal exportador de componentes de la letal droga. Los detalles.

Redacción

Por Redacción

1 Agosto de 2024 - 22:42

El fentanilo causa estragos y se ha vuelto un tema de seguridad nacional para Estados Unidos
El fentanilo causa estragos y se ha vuelto un tema de seguridad nacional para Estados Unidos

Delegaciones de alto nivel de los gobiernos de Estados Unidos y China se reunieron, este jueves, en Washington, donde articularon mecanismos que contribuyan a paralizar la producción y epidemia mundial de fentanilo.

El diálogo entre ambos países se centró, entre otras cuestiones, en "las formas de fortalecer la coordinación de las acciones de aplicación de la ley" y en cómo desactivar "la financiación ilícita de las redes de organizaciones delictivas transnacionales", informó en un comunicado la Casa Blanca.

A su vez, abordaron durante el encuentro la clasificación de las drogas sintéticas más dañinas y los precursores químicos que se usan para prepararlas, así como el desvío ilícito de estos componentes y se acordó, también, ampliar el intercambio de información en relación con las amenazas emergentes.

Ambas delegaciones aprovecharon el encuentro para examinar "los avances de los esfuerzos bilaterales antinarcóticos, incluidas las detenciones recientes, y analizaron los próximos pasos para fomentar la cooperación en este esfuerzo fundamental", agregó el comunicado de Washington.

La reunión entre ambos países se produjo mientras se conocían los detalles de un memorando de seguridad en el que el presidente de EE.UU., Joe Biden, instruye a todo el Gobierno federal a trabajar para erradicar el flujo de narcóticos.

EE.UU. ve el combate contra el fentanilo como su "asunto más vital para la seguridad" de los ciudadanos, según indicó el responsable de América Latina para el Departamento de Estado, Brian Nichols, ante una audiencia en el Congreso, hace algunos días.

Según la Administración del presidente demócrata, los cárteles mexicanos fabrican este opioide sintético a partir de precursores químicos que adquieren de China y, luego, son trasladados a suelo de México, mediante piratas caribeños, para después traficar el producto final a Estados Unidos, país que sufre la peor crisis de opiáceos de toda su historia.