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Hábitos saludables

Cómo le cae a nuestro cuerpo tomar té o café luego de las comidas

Las infusiones pueden ser un aliado o un enemigo de la buena alimentación, pero para ello es necesario saber cuáles son los momentos adecuados para su consumo

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Por Ciudadano.News

18 Septiembre de 2024 - 20:19

Hay efectos positivos y nocivos, depende de los casos
Hay efectos positivos y nocivos, depende de los casos web

El ritual de tomar un café o té para dar por finalizada una buena cena o almuerzo está muy arraigado socialmente. Sin embargo, como casi todos los hábitos, cada cierto tiempo es bueno revisarlos. En el caso de estas infusiones, la pregunta sobre sus beneficios tiene múltiples respuestas y es interesante contar con información para definir, de acuerdo a cada caso, cuál es el mejor momento para consumirlas.

Según la nutricionista Maia Soldano, citada por La Nación, "Cuando hablamos de infusiones como el café, el mate o el té -especialmente el té negro- después de comer, lo primero que debemos entender es que estas infusiones contienen sustancias naturales llamadas taninos, que, si bien tienen algunos beneficios, se unen a minerales como el hierro, el calcio, el zinc y el magnesio en el intestino, formando compuestos que el cuerpo no puede absorber fácilmente. Esto ocurre especialmente con el hierro no hemo, que es el que encontramos en alimentos vegetales como verduras, legumbres, cereales o frutos secos".

 

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Café

 

A la vez, beber té inmediatamente tras una comida puede reducir la absorción del hierro hasta en un 60 o 70 por ciento. La combinación del tanino de estas infusiones con distintos minerales puede facilitar la formación de compuestos que el cuerpo no puede absorber fácilmente. 

El consumo de estas infusiones hace que aumente la eliminación del calcio a través de la orina, lo que puede resultar perjudicial en personas con problemas óseos como osteoporosis, osteopenia, o en personas propensas a desarrollar piedras renales como cálculos de calcio en el riñón.

Por el lado del café, puede aumentar la acidez estomacal, lo que es desfavorable para personas con reflujo gastroesofágico. Además, la cafeína genera una respuesta de alerta en el cuerpo, lo que no es ideal después de comer, ya que el organismo debería estar enfocado en la digestión, que requiere un estado más relajado, por lo que estas bebidas pueden interferir con el sueño y afectar los ritmos circadianos, reduciendo la calidad del descanso nocturno, tan fundamental para una vida saludable.

El consejo entonces es disfrutar de estas infusiones idealmente dos horas después de las comidas principales, para darle tiempo al cuerpo de absorber bien los nutrientes y evitar efectos no deseados. Las infusiones de hierbas como manzanilla, menta o jengibre, pueden ser la mejor opción, ya que, además, dice, tienen efectos positivos en la digestión.

Pero existen también efectos positivos derivados del consumo de estas infusiones después de comer: por un lado estimulan la producción de ácidos gástricos porque contienen compuestos como la cafeína y los antioxidantes (polifenoles), que pueden mejorar la digestión. 

También pueden favorecer el movimiento intestinal, el café puede acelerar el vaciado gástrico y favorecer el movimiento a través del colon, influyendo positivamente en la microbiota intestinal al aumentar la cantidad de bacterias beneficiosas.

Los efectos antioxidantes combaten el estrés oxidativo, protegen las células y promueven la salud cardiovascular y metabólica, y ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre; el café ha mostrado efectos prometedores en la mejora de la sensibilidad a la insulina, lo que podría ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, especialmente en personas con diabetes tipo 2.