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Subió el Riesgo País

Tras la intervención oficial, cayeron los dólares, pero también acciones y bonos

Luego de las medidas anunciadas el fin de semana, el Banco Central vendió dólares para aumentar la oferta y bajar el precio. La contracara fue el desplome de acciones y bonos.

Redacción

Por Redacción

16 Julio de 2024 - 07:32

Tras la intervención oficial, cayeron los dólares, pero también acciones y bonos

Tras los anuncios del Gobierno nacional este fin de semana, se generó cierto caos en el mercado financiero, reflejado en niveles de volatilidad muy marcados en todos los activos bursátiles. Así, las acciones anotaron caídas extraordinarias de alrededor del 12% en la Bolsa de Buenos Aires, los bonos soberanos se desplomaron y el riesgo país empezó a acercarse a los 1.600 puntos.

Mientras, el dólar blue y los dólares financieros cerraron este lunes con una importante disminución de precios (de casi 8% u 85 pesos) respecto al viernes. Este movimiento, según especialistas, no fue producto de la confianza de los inversores en los últimos anuncios, el equipo económico, sino un acto reflejo frente a las subas de la tasa de interés que se vienen (y el posible regreso de estrategias de carry de corto plazo a la city porteña).

Según detallaron conocedores de la plaza, si el programa monetario anunciado el sábado hubiera despertado optimismo, al mismo tiempo que bajaron el contado con liquidación y el dólar MEP deberían haber subido los bonos en moneda extranjera y las acciones.

Según qué dato se mire

En el equipo económico intentaron defender las medidas anunciadas el fin de semana y aseguraron que el resultado fue la caída de la brecha cambiaria. El ministro de Economía dijo "el contado con liquidación bajó casi 10 por ciento y el Central compró 36 millones". Para algunos, no obstante, la noticia es que subió 3% el riesgo país".

Además, hubo acciones de la bolsa porteña que llegaron a perder cerca de 12% medias en pesos (y casi 5 en dólares), de las cuales algunas de las principales afectadas fueron las del segmento bancario.

Esto se explica porque, tras el anuncio de la intervención (contra todo relato libertario) del Banco Central en el mercado de cambio, no queda claro cómo se cubrirán los vencimientos de deuda tanto en pesos como en dólares de los próximos meses. 

El equipo económico asegura que no emitirá ni un peso más, con lo cual debería conseguir un superávit fiscal demasiado elevado (y un ajuste aún más feroz) para responder a los pagos de la deuda en moneda local con distintos tipos de indexación. En este punto abunda la incertidumbre de los inversores.

Al mismo tiempo, es obvio para el mercado que las medidas anunciadas tampoco favorecerán la acumulación de reservas internacionales en el Banco Central, más bien todo lo contrario. 

Es que las compras de divisas que se hagan en el mercado de cambios oficial se usarán en la intervención de los dólares financieros (por un lado, para retirar pesos del mercado y por otro para evitar que la brecha cambiaria sigue subiendo y tenga impactos sobre la inflación).

Esto último es un problema porque si no se acumulan divisas en la autoridad monetaria empieza a ponerse en dudas cómo se realizarán los pagos de la deuda en dólares (principalmente de bonos soberanos, bopreales y títulos provinciales). Los montos que vencen desde ahora hasta finales del año próximo son significativos. Se ubican entre 15 y 20 mil millones de dólares, o sea, una cifra que equivale a más de la mitad de las reservas brutas.

Suba de tasas

Según diversos especialistas, es muy probable que en las próximas semanas el Gobierno defina una suba de las tasas de interés en pesos. Esto se debe a una regla de la política monetaria. En la medida que los hacedores de política económica deciden fijar la cantidad de dinero que circula en la economía (o sea, tiene una emisión exógena), la tasa de interés se vuelve endógena (es decir, que se acomoda a partir de lo que se considera en el mercado y no en el Banco Central). En otras palabras: la tasa que hasta ahora era del 40 por ciento irá en aumento.

La situación genera un nuevo círculo vicioso para el mercado interno. La política monetaria ultra contractiva (sin nuevos pesos y con tasas más altas) agudizará el desplome de la economía real. 

La primera consecuencia será una mayor recesión, con más impacto en la producción, las inversiones y sobre todo en el mercado laboral. El desplome del PBI en el primer trimestre fue nada menos del 5,1%, cifra consistente con un estado de guerra o conmoción interior.

Está claro que las decisiones de política macroeconómica no son inocuas para la sociedad y como correlato traerán mayor sacrificio y sufrimiento para la población.

La segunda consecuencia es que la suba de las tasas puede darle algo de margen a una nueva fase de apreciación de los dólares financieros impulsada por los capitales de corto plazo que apuestan al carry trade. Apuestas que de un momento a otro se evaporan y dejan más crisis.

Con información de El Cronista, BAE y Ámbito