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Furia Scaglione: una mirada psicológica a su polémica participación en GH

Juliana fue eliminada de Gran Hermano. Su salida generó una ola de reacciones en redes. La psicóloga Celia Antonini analizó el fanatismo y polarización que causó.

Fernando García

Por Fernando García

19 Junio de 2024 - 15:40

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Luego de una larga trayectoria en el reality, la noche del martes marcó un antes y un después para Juliana "Furia" Scaglione. Con un récord de votación y el apoyo masivo de los fanáticos, la participante más polémica de esta edición de Gran Hermano fue eliminada.

La noticia de la salida de Furia de la casa más famosa no tardó en viralizarse en las redes sociales, convirtiéndose en tendencia y generando una ola de memes y reacciones por parte de los internautas. 

Durante su paso por Gran Hermano, Furia demostró ser un personaje polarizador, generando tanto amor como rechazo entre el público. Su salida de la casa provocó un sinfín de reacciones encontradas en las redes sociales, donde los seguidores del programa se dividieron entre el júbilo y la consternación, expresando sus opiniones a través de divertidos memes y críticas.

Para analizar el fenómeno social generado por Juliana "Furia" Scaglione, la psicóloga Celia Antonini, conversó con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook y YouTube de Ciudadano.News) y brindó su perspectiva sobre el fanatismo y la polarización que esta figura viene generando.

Antonini explicó que "el ser humano es así, se maneja por blanco o negro. La gente siempre toma una postura, se pone de un lado de un bando y pone a los opuestos del lado del frente. Eso es bastante humano, el cerebro piensa de esa forma. Si somos de un bando, al otro lo ponemos en frente." Esta tendencia, según Antonini, es una característica del cerebro que trata de ahorrar energía. "Si sos de River, todo lo que no es de River está mal. Automáticamente, te sale la gente que muestra una posición totalmente opuesta. Eso está pasando con Furia y ha pasado con otros participantes. También se ve políticamente, sobre todo cuando los partidos son muy diferentes, tenés a los de izquierda contra los de derecha y viceversa".

La psicóloga también destacó la necesidad de referentes en la sociedad. "Todos tenemos algún tipo de referente, alguna persona sea familiar, un cantante. La gente necesita de referentes, utiliza los referentes para querer parecerse o para no querer parecerse, pero tenemos esta cosa de buscar referentes dentro de la sociedad." En el caso de Furia, su característica distintiva es su comportamiento violento. "Eso es lo difícil: cómo la gente no se ha mimetizado, pero banca y sostiene a una persona con ese nivel de violencia".

Sobre la naturaleza de la violencia, Antonini aclaró que "la violencia es adquirida. Todos venimos con agresión, que es una emoción que tenemos y la necesitamos. La agresión es para la supervivencia. Pero la violencia es aprendida. Es la intención de hacer daño a otra persona físicamente o psicológicamente, y también la intención de hacerse daño a uno mismo. Ella es una persona violenta que puede ejercer la violencia hacia los otros, lo que ha hecho en la casa, o hacia sí misma. Y nosotros tenemos una sociedad bastante violenta. Ante un conflicto en la calle, el grito y la descalificación son lo primero que aparece. Entonces, ella es parte de un reflejo de la sociedad".

Además, la psicóloga mencionó que "la violencia está aprendida en la casa, en el ámbito familiar, en el entorno en que uno se cría. Puede ser resentimiento, odio, bronca, frustración; todas esas emociones pueden generar violencia. Es una emoción que hace daño al propio organismo porque cuando yo odio al otro o soy violenta con el otro, la emoción me genera daño a mi propio organismo. Es una sensación desagradable y dañina".

Finalmente, la psicóloga subrayó el desafío que representa gestionar estas emociones. "Bajar nuestros niveles de frustración y bronca sin generarnos daños es un trabajo arduo y un trabajo interno. Es aceptar las limitaciones que tenemos, y no siempre es fácil. Traemos emociones básicas: agresión, miedo, tristeza, alegría. Hay una sola que es la alegría. No nacimos para ser felices; tenemos un sistema preparado para sobrevivir. Al cerebro no le importa si sos feliz o no, le importa que llegues vivo a la noche. Ser feliz es un trabajo individual nuestro. Lamentablemente, no estamos educados para ser felices. Recién hace unos años empezaron a hacer educación emocional en los colegios, para enseñar a los niños a gestionar la bronca, el malestar, la pelea con el compañero y que empiecen a controlar las emociones. Hoy están empezando a educar a la gente para que sea feliz, pero nosotros no venimos a este mundo para ser felices".

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