La tormenta de Santa Rosa: entre leyenda y fenómeno climático
Se trata es un fenómeno que fusiona la historia, la religión y la meteorología en una única narrativa. La leyenda se originó en el siglo XVII
Por Redacción
La llamada "Tormenta de Santa Rosa" se alza como un fenómeno climático anual que marca la transición entre el invierno y la primavera. Este evento, conocido por su relevancia (en Sudamérica), se extiende generalmente entre los últimos días de agosto y los primeros días de septiembre. Es durante este periodo que las primeras masas de aire cálido empiezan a colisionar con los frentes fríos, preparando el camino para la llegada de la estación primaveral.
Este episodio climático, que tradicionalmente afecta a la porción sudeste sudamericana guarda una curiosa conexión con la festividad católica de Santa Rosa de Lima, quien es considerada la Patrona de América. Sin embargo, más allá de las connotaciones religiosas, la "Tormenta de Santa Rosa" se ancla en una leyenda centenaria que atribuye a Isabel Flores de Oliva, también conocida como Santa Rosa, la capacidad de conjurar tormentas.
La leyenda sostiene que en el siglo XVII, Isabel Flores de Oliva lideró una ‘rogativa’ pública en la Ciudad de Los Reyes (Lima), en un intento de invocar la protección divina ante la amenaza de un desembarco pirata holandés. Según la leyenda, una tormenta de proporciones asombrosas se desató en ese momento, frustrando los planes de los piratas al hacer que ninguna embarcación pudiera acercarse a tierra firme. Este hecho fortuito llevó a los creyentes a atribuir el poder de esta tormenta a las capacidades místicas de Santa Rosa.
Aunque esta leyenda se extendió por los dominios españoles de la época y se arraigó en la cultura popular, hasta el punto de ser celebrada con una copla propia, los expertos meteorológicos tienden a relativizar la regularidad y previsibilidad de este evento.
La Organización Meteorológica Mundial define una tormenta como una descarga abrupta de electricidad atmosférica acompañada de relámpagos y truenos, que generalmente se manifiesta en forma de lluvias intensas y breves.
La "Tormenta de Santa Rosa" suele ocurrir cuando el aire cálido y húmedo del norte se encuentra con perturbaciones atmosféricas del oeste, provocando el choque entre las últimas bajas temperaturas invernales y las altas temperaturas primaverales.
A pesar de la percepción común de la regularidad de la "Tormenta de Santa Rosa", los registros históricos muestran que no se produce con la frecuencia que se le atribuye en la cultura popular.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, al analizar el período de 1906 a 2018, solo en 63 ocasiones (aproximadamente el 56% de los casos) hubo tormentas en los cinco días previos y posteriores al 30 de agosto. En un análisis más reciente, que abarca desde 2008 hasta 2022, solamente el año 2013 no registró la presencia de esta tormenta.
Una tormenta con copla propia
Tan arraigada está en la cultura popular la tormenta más conocida de la región, que hasta tiene una copla propia, a saber:
Santa Rita se aproxima
Criticando a su vecina.
Porque dice cada cosa.
De la pobre criticada.
Que la deja mal parada
y sobre llovida mojada.
(Buenos Aires; principios de siglo XX)