Empleo: ¿por qué las nuevas generaciones están decepcionadas con el liderazgo?

En el pasado, el sueño de muchos trabajadores era ingresar a una empresa, escalar posiciones y jubilarse en un puesto ejecutivo. El prestigio y la estabilidad económica eran los grandes motivadores, y demostrar un esfuerzo constante ante los superiores era clave para conseguirlo. Sin embargo, en la actualidad, las expectativas laborales cambiaron drásticamente, sobre todo entre las nuevas generaciones. Hoy, la aspiración de convertirse en jefe o dueño de una gran compañía ya no tiene el mismo atractivo.

Cambio cultural en el trabajo

El panorama laboral moderno transformó profundamente la percepción del liderazgo. La idea de un ascenso hacia cargos ejecutivos perdió relevancia, y en su lugar, las nuevas generaciones prefieren priorizar su bienestar personal y emocional sobre el crecimiento profesional dentro de estructuras jerárquicas. Esto generó una crisis en las dinámicas tradicionales de mando en muchas empresas, afectando tanto la cultura organizacional como la eficiencia del liderazgo.

El fin del liderazgo como objetivo

Durante años, llegar a ser jefe era visto como el mayor logro profesional. Sin embargo, según un informe reciente de la consultora Gallup, el 60% de los empleados actuales no desea ocupar puestos de liderazgo, citando como principales razones el estrés, la presión y la falta de apoyo. 

Este desinterés por las posiciones ejecutivas dio lugar a un fenómeno conocido como la "ambición silenciosa".

La "ambición silenciosa"

El término "ambición silenciosa" surgió a raíz de una encuesta realizada en 2023 por la revista Fortune, en la cual menos del 10% de los 1.000 empleados consultados expresó el deseo de llegar a un puesto ejecutivo. De hecho, solo un 4% aspira a ser un alto directivo, mientras que el 62% prefiere mantenerse como colaborador individual, priorizando su salud mental y el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Desde la psicología laboral, esta tendencia se interpreta como una búsqueda de roles con menor responsabilidad, permitiendo a los empleados cumplir con sus tareas sin comprometer su bienestar. Las nuevas generaciones están reconfigurando el mundo laboral, poniendo el bienestar personal por encima de la jerarquía profesional.

Expectativas de la Generación Z

La Generación Z, que está comenzando a dominar el mercado laboral, tiene expectativas muy claras sobre lo que busca en su entorno de trabajo. De acuerdo con el estudio "Gen Z at Work" de Thought Exchange, el 96% valora sentirse incluido, valorado y motivado en su empleo, mientras que un 80% prioriza oportunidades para desarrollar nuevas habilidades. Además, un 79% desea que sus jefes se preocupen tanto por su desarrollo personal como profesional, y más de la mitad valora los beneficios laborales, incluso por encima del salario.

Estrategias para retener talento

Ante este nuevo escenario, las empresas enfrentan el reto de retener a los jóvenes talentos. Las estrategias que mejor funcionan en este contexto incluyen:

• Propósito y valores: las nuevas generaciones quieren trabajar en empresas cuyo propósito esté alineado con sus propios valores. Buscan sentir que su trabajo contribuye a un impacto positivo, ya sea social o ambiental.
• Cultura inclusiva: crear un ambiente de trabajo diverso, con comunicación abierta y directa, es fundamental. Valores compartidos, como el cuidado del medio ambiente o la responsabilidad social, generan sentido de pertenencia.
• Desarrollo profesional: ofrecer programas de capacitación y mentoría es clave para retener talento joven. Estos trabajadores valoran la posibilidad de crecer y desarrollar tanto habilidades técnicas como socioemocionales.
• Reconocimiento y beneficios: un buen sistema de reconocimiento, que incluya incentivos como bonos o beneficios en salud y bienestar, aumenta la motivación. Además, los programas de recompensas refuerzan la satisfacción laboral.
• Flexibilidad: la posibilidad de trabajar de manera remota y gestionar los horarios es altamente valorada por los jóvenes profesionales, que buscan un equilibrio entre su vida personal y laboral.
• Tecnología y automatización: proveer de herramientas tecnológicas que mejoren la eficiencia y la creatividad es esencial. La automatización de tareas repetitivas también contribuye a mejorar la productividad.
• Escucha activa: fomentar la comunicación y dar espacio para que los empleados expresen sus inquietudes, fortalece el compromiso con la empresa. Reuniones regulares y encuestas internas son algunos ejemplos de cómo implementar este enfoque.

Las empresas deben adaptarse a estas nuevas expectativas si quieren atraer y retener talento joven. Si bien algunas estrategias requieren inversión, muchas dependen más de la creatividad y la disposición de la organización para conectarse con los intereses de sus empleados. 

Promover un entorno de trabajo inclusivo, ofrecer flexibilidad y priorizar el desarrollo profesional son claves para mantener a las nuevas generaciones comprometidas.