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Tecnología, ¿en jaque?

El trabajo anti IA: las máquinas no podrán reemplazarlo

La realización humana, en la que predominan los aspectos placenteros, festivos o humorísticos, no pueden ser emulados, resalta la investigación de un trabajador de Google DeepMind.

Redacción

Por Redacción

28 Junio de 2024 - 10:50

El humor, el gran desafío de la IA.
El humor, el gran desafío de la IA. Ciudadano News.

En un mundo donde la Inteligencia Artificial (IA) avanza a pasos agigantados, la preocupación por la sustitución de empleos humanos es cada vez más común. Sin embargo, existen profesiones que parecen estar fuera del alcance de las máquinas, y una de ellas es la de comediante.

La comedia, con su intrincada combinación de emoción, cultura y lenguaje, representa un reto formidable para las máquinas. Un estudio encabezado por Piotr Mirowski, científico y experto de Google DeepMind, el departamento de IA del gigante tecnológico, sugiere que este arte seguirá siendo terreno exclusivo de los humanos por un buen tiempo.

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Las limitaciones del humor en la IA

Mirowski dedicó parte de su investigación a evaluar las capacidades de la IA en el ámbito de la comedia. A pesar de los avances en tareas como la composición musical y la generación de texto, la creación de humor auténtico y relevante sigue siendo una barrera insuperable para las máquinas.

En sus experimentos, Mirowski comparó a comediantes profesionales con modelos de lenguaje avanzados, descubriendo que las bromas generadas por la IA eran insulsas y anticuadas. Un artículo del New York Times detalla cómo los comediantes evaluaron el humor producido por la IA, concluyendo que las máquinas aún no pueden competir con la creatividad y la sensibilidad humana en este campo.

La comedia: más que palabras

La razón principal de esta limitación radica en que la comedia va más allá de la simple construcción gramatical de chistes. Requiere una comprensión profunda del contexto cultural, emocional y social. Los comediantes adaptan su actuación en tiempo real según la respuesta del público, una habilidad que las máquinas aún no pueden replicar con precisión.

En sus experimentos teatrales, Mirowski demostró que incluso las redes neuronales más avanzadas y el análisis de datos no pueden igualar la capacidad humana para captar matices, tonos y emociones sutiles, esenciales en el arte de hacer reír.

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Desafíos éticos y técnicos

Más allá de las limitaciones técnicas, existe un debate ético sobre el uso de la IA en la creatividad artística. Los comediantes manifiestan preocupaciones respecto a la censura, los sesgos y los derechos de autor cuando se incorporan herramientas automatizadas en el proceso creativo.

El estudio subraya que la comedia no es solo entretenimiento, sino también un espejo de la sociedad y una plataforma para la crítica social. Los comediantes humanos no solo provocan risas, sino también reflexión y análisis crítico, algo que las máquinas, con su falta de contexto histórico y social, no pueden lograr de manera significativa.

Mirando al futuro

A pesar de los desafíos actuales, algunos investigadores continúan explorando el potencial de la IA en la comedia. Proyectos como A.L.Ex, desarrollados por Mirowski y otros, utilizan grandes bases de datos y redes neuronales para generar respuestas cómicas en tiempo real. Sin embargo, estos sistemas, aunque útiles como herramientas de improvisación, todavía dependen en gran medida del ingenio humano para ser verdaderamente efectivos.

Mirowski comparó trabajar con IA en la comedia a tener un comediante "completamente borracho" en el escenario, capaz de decir cosas inapropiadas o simplemente extrañas. Esta analogía remarca las diferencias fundamentales entre máquinas y humanos: la riqueza emocional y la creatividad inherente a la naturaleza humana.