Adiós a los precios máximos: las garrafas de gas ahora costarán lo que dicte el mercado

El Gobierno argentino, a través de la Secretaría de Energía, ha decidido eliminar los precios máximos que regían sobre las garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), dejando que sean las empresas las que definan los nuevos valores. 

Esta medida, que se enmarca en la Resolución 216/2024 publicada recientemente, busca desregular el mercado y permitir que los precios fluctúen libremente en función de la oferta y la demanda. La decisión, afectará directamente a un 43,9% de la población que depende de este insumo para sus necesidades energéticas.

Hasta ahora, el Gobierno había mantenido un control sobre los precios de las garrafas, pero con la nueva normativa, se establece un sistema de precios de referencia sin topes, lo que podría dar lugar a variaciones significativas en el costo final para el consumidor. Según los datos del último censo, cerca de 20 millones de argentinos utilizan principalmente gas envasado.

El objetivo declarado de esta medida es promover una mayor libertad de mercado, alineándose con la política nacional de desregulación de los mercados energéticos. Se espera que esta libertad contractual y de precios genere una mayor competencia entre las empresas fraccionadoras y distribuidoras de GLP, lo que, según las autoridades, debería traducirse en una mayor eficiencia económica y en una eventual reducción de los precios. Sin embargo, existe preocupación entre los consumidores de que este cambio pueda derivar en aumentos significativos en el corto plazo, especialmente en regiones como la Patagonia, donde el costo de las garrafas tiende a ser más alto.

La nueva estructura de precios de referencia establecida por la Secretaría de Energía fija los siguientes valores para las garrafas de GLP, con impuestos incluidos: $8.500 para la garrafa de 10 kg, $10.200 para la de 12 kg, y $12.750 para la de 15 kg. A pesar de la liberalización del mercado, el Programa Hogar, que proporciona un subsidio a las familias de bajos ingresos para la compra de garrafas, seguirá vigente, lo que representa un alivio para muchos hogares que dependen de este beneficio.

Desde la Secretaría de Energía, confían en que, a pesar de la eliminación de los precios máximos, el mercado logrará autorregularse y que las empresas optarán por mantener precios competitivos para no perder clientes. No obstante, reconocen que podría haber un ajuste inicial en los precios mientras el mercado se adapta a la nueva normativa. A largo plazo, se espera que la competencia inducida por nuevas inversiones en el sector logre estabilizar e incluso reducir los precios, beneficiando así a los consumidores.