El pedido formal de una reunión por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires recibió una respuesta tan breve como política. El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, había compartido la solicitud de un encuentro con el Poder Ejecutivo para discutir la deuda por obras y fondos, pero el ministro del Interior, Diego Santilli, se limitó a contestar desde sus redes sociales: "¡Dale Carli, gracias! Tomo nota".
Esta breve frase, utilizando un tono familiar y casi protocolario, fue leída inmediatamente en el ámbito político como un claro desprecio o ninguneo al reclamo bonaerense. Mientras que el gobierno de Axel Kicillof buscaba una instancia formal de negociación para abordar "asuntos centrales para el desarrollo y el bienestar de los bonaerenses", el funcionario nacional optó por una salida irónica que minimizó la seriedad del pedido.
El reclamo bonaerense: obras paradas y fondos adeudados
El contenido del pedido de reunión de la administración Kicillof no era menor y apuntaba a dos temas fundamentales. Por un lado, se busca "reclamar los fondos que el gobierno nacional le quitó a los bonaerenses", un punto de conflicto recurrente entre ambos distritos. Por el otro, la Provincia exige "retomar la ejecución de las 1000 obras que dejaron abandonadas" en todo el territorio.
Para el ministro Bianco, la falta de respuesta adecuada y el tono de Santilli ignoran la urgencia del tema: la paralización de la obra pública y el impacto financiero que tiene el freno de las transferencias a la provincia más grande del país. Esta situación intensifica la necesidad de un "intercambio directo" que permita analizar el estado actual de las negociaciones.
La agenda paralela: Santilli se reúne con "aliados", pero evita a Kicillof
La respuesta de Santilli se da en un contexto donde su agenda de reuniones se mantiene activa, pero con gobernadores que mantienen una relación más cercana con la Nación. Este miércoles, el ministro se reunió con el entrerriano Rogelio Frigerio y el jueves hará lo propio con el salteño Gustavo Sáenz.
Sin embargo, a pesar de mantener citas con mandatarios provinciales, no está previsto que haya un encuentro formal con representantes directos de la administración de Axel Kicillof. Esta distinción en la agenda oficial subraya el tenso clima político y refuerza la percepción de que el gobierno nacional busca esquivar el reclamo formal de la Provincia de Buenos Aires.
