El juicio político a Julieta Makintach entra este martes en su tramo final: a las 10 de la mañana, el jurado de enjuiciamiento leerá el veredicto que determinará si la magistrada será destituida, inhabilitada o absuelta. El proceso, marcado por testimonios clave, acusaciones de abuso de poder y un documental filmado sin autorización plena, definirá el futuro de la jueza que tiene casi tres décadas trabajando en el Poder Judicial.
Según la acusación, la magistrada habría abusado de su autoridad al permitir que se filmara el documental "Justicia Divina" durante el juicio por la muerte de Diego Maradona, lo que habría comprometido la imparcialidad del tribunal.
En ese entonces, Makintach integraba el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de San Isidro, pero subrogó en el TOC N°3 junto a Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso. La fiscal general Analía Duarte sostiene que la filmación afectó la credibilidad judicial, perjudicó a las partes y vulneró las condiciones de un proceso que tenía gran sensibilidad pública.
Desde el inicio del juicio político a Julieta Makintach, la defensa insiste en que la jueza desconocía que se trataba de una miniserie de seis capítulos centrada en la muerte del exfutbolista. Según su versión, solo ofreció "una entrevista" vinculada a un proyecto de su amiga María Lía Vidal y del escritor Juan Manuel Demilio, orientado a su rol como mujer en la Justicia. "Me difamaron y me atacaron por todos lados", aseguró Makintach durante sus últimas palabras ante el jury.
Sin embargo, los testimonios fueron coincidentes: miembros de la productora "La doble" declararon que todos sabían que el "gancho" del proyecto era el juicio por la muerte de Maradona. El presidente de la empresa incluso estimó que el material podría venderse por unos US$800.000. También se comprobó que el equipo técnico, camarógrafo, iluminador, maquilladora y guionista, ingresó a los tribunales por autorización directa de la jueza, incluso un domingo, cuando grabaron imágenes adicionales.
Una prueba central presentada por el Colegio de Abogados de San Isidro fue una "escaleta" que detallaba los nombres de los seis capítulos del documental. Uno de ellos llevaba el título "La sentencia", lo que para la acusación demuestra que "el final del juicio ya estaba escrito", afectando la imparcialidad del tribunal que debía juzgar a los siete imputados por la muerte de Maradona.
A esto se sumó el testimonio de una agente de custodia del tribunal, quien aseguró que la jueza le pidió "dejar a su gente en paz" cuando intentaron retirar de la sala a Vidal y a Demilio.
La defensa, por su parte, sostuvo que no se probó ninguna irregularidad concreta. Sus abogados, Darío Saldaño, Nicolás Urrutia y Juan Martín Cerolini, remarcaron que la magistrada no incumplió normas y que no necesitaba autorización para permitir ingresos a su despacho. Incluso solicitaron la nulidad del proceso, al que calificaron como "una caza de brujas" motivada por la exposición mediática y no por hechos comprobables.
Mientras tanto, Makintach continúa suspendida por el Consejo de la Magistratura, con una reducción del 40% de su salario destinada a cubrir los gastos del jury. Más allá del resultado, la jueza ya presentó su renuncia ante el gobernador Axel Kicillof y adelantó que no desea volver al Poder Judicial.

