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El paso de la cuarentena y nuestro cuerpo: efectos a tener en cuenta

Más allá de los contagios y las muertes que ha producido la pandemia, hay una enorme masa de habitantes que experimentan diversas consecuencias físicas y mentales por el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Algunos de los rasgos más comunes y solucionables, te los contamos en esta nota

Fernando García

Por Fernando García

12 Mayo de 2020 - 13:53

Mendoza-cuarentena
Mendoza-cuarentena

Tras poco más de 50 días de cuarentena obligatoria en la República Argentina, nuestro cuerpo y mente, pueden haber experimentado diversos cambios, de los muchas veces no somos plenamente conscientes pero si rigen nuestro comportamiento. Estos factores están determinados por lo que sucede a nivel químico en nuestro organismo pero también, se encuentran rasgos psicológicos y físicos que deberemos tener en cuenta.

La pandemia de COVID-19, nos obligó a variar diversos hábitos que teníamos incorporados en nuestra rutina diaria, muchas de ellos en sociedad o acompañados por otras personas y sumado a esto, que muchos de ellos se realizaban eran fuera casa. Los días de confinamiento sin embargo, provocaron, que toda esa rutina sea abordada desde el interior del hogar, entre cuatro paredes, muchas veces en soledad y mayormente fuera de la luz radiante y vital que produce el sol. Por eso, vamos a analizar en esta nota algunos de los cambios físicos y mentales y físicos que podemos estar atravesando, a lo largo de esta cuarentena, mientras más conscientes seamos del tema, más fácil  será identificar patrones negativos o tóxicos para nuestra salud y así poder cambiarlos.

¿"Chau sol, hola problemas"?

Las luz natural que nos proporciona el sol juega un rol clave en la producción de malatonina de nuestro cuerpo, esa sustancia es conocida como la “hormona del sueño”, por lo que al no tener exposición solar, se puede cambiar nuestro ritmo circadiano que influye sobre nuestro sueño y el estado de vigilia.

El doctor Alberto Cormillot, conversó con El Ciudadano, sobre la importancia de la principal vitamina que necesita nuestro cuerpo del sol y que en tiempos de pandemia, se dificulta su absorción:

“La vitamina de D, además de ser vital para el sistema óseo, tiene otras funciones, como la de protector cardíaco, antioxidante, protector del sistema nervioso, tiene propiedades anticancerígenas y ayuda a fortalecer las defensas. Hay que tener en cuenta que la principal fuente de vitamina D, es el sol”, resumió el especialista.

Cormillot resaltó además que según estudios, la gente ha aumentado tres veces más el consumo de alcohol en los tiempos de aislamiento (Para ver la entrevista completa hacé click acá).

Hay que decir que la exposición a la luz solar, es fundamental, por lo que todas aquellas personas que puedan tener la posibilidad de aumentar sus minutos ante los rayos de Febo, deberían hacerlo. Nos referimos a los que disponen de una casa con patio o un departamento con un patio interior o balcón y también ser aprovechar al máximo (dentro de los límites establecidos) los "paseos sanitarios" que autorizó el Gobierno, una hora por día y según la terminación del documento.

La falta de luz solar además genera que nuestro cuerpo produzca menos serotonina (neurotransmisor en el cerebro). Esta hormona es de vital importancia en la regulación del apetito, temperatura corporal, estados del sueño y del ánimo.

Frustración y aburrimiento

La pérdida de la rutina habitual y el contacto físico y presencial con las demás personas, produce estas dos sensaciones: aburrimiento y frustración.

La primera por los ciclos repetidos de actividades dentro de casa,  sumada a esto, la repetición visual y rutinaria de los mismos objetos, siempre en el mismo lugar, la misma iluminación día a día, pueden producir abulia y hastío. Además, está la sensación de frustración, por no poder estar junto a las personas que queremos o realizar aquellas actividades en el exterior que tanto nos gustaban.

Ambos problemas, tienen soluciones paliativas, hasta tanto la situación sanitaria evolucione y podemos volver a nuestra “vida normal”. En lo que refiere al aburrimiento, podremos combatirlo, si variamos nuestras rutinas, probamos comidas diferentes, cambiamos algunos hábitos dentro del hogar, dedicamos tiempo a refaccionar elementos de nuestra casa o cambiamos la decoración, pasamos más tiempo en otra sala en la que antes no lo hacíamos, etc. En torno a la frustración, tendremos que conformarnos con el uso de la tecnología disponible para estar en contacto con quienes queremos, pero además tratar de replicar las actividades que hacíamos fuera de casa, en nuestro hogar, como el habito de entrenamiento físico y rutinas que se puedan trasladar al hogar. En la web hay diversos cursos e información cuantiosa sobre variadísimos temas, por lo que si asistíamos a algún taller, podremos reemplazar ese conocimiento con una conducta proactiva digital.

¿Hay sexo?

Informes señalan que en instinto de supervivencia, acentuado en esta pandemia ha provocado un aumento de las relaciones sexuales en las parejas. La necesidad de sentirse vivo, coopera para que esto se produzca. Más tiempo en casa y la búsqueda de sensaciones placenteras, conforman un "escape" para muchas parejas que buscan canalizar la líbido. 

Por el contrario, la población de sitios donde el paso del COVID-19 ha sido desolador, -provocando muerte y desesperación sin precedentes- si ha visto afectada drásticamente la conducta sexual de las personas, que han estado imbuidas bajo intensas sensaciones de angustia, miedo y ansiedad. Tal como informa un estudio que analizó la salud reproductiva de las mujeres casadas tras el terremoto de Wenchuan de 2008 en China. 

Cuarentena, corpiño y salud

El ASPO (aislamiento social, preventivo y obligatorio) ha producido que muchas mujeres en casa, optaran por tener mayor comodidad y un factor común se ha repetido en una gran parte de ellas: que el corpiño quedara almacenado en el armario.

Al no tener que salir al exterior y si la mujer convive sola o con su pareja, se produce un relajamiento en la manera de vestirse, que es más que entendible.

Lo que muchas no saben es que el no uso del corpiño durante un tiempo prolongado, puede provocar lesiones.

Hay una ardua lucha entre especialistas que defienden que el corpiño o sujetador puede obstaculizar la circulación o reducir el tamaño de la mama con el paso del tiempo, por otro lado se encuentran quienes resaltan sus beneficios.

En definitiva, hay que saber que los pechos están conformados por tejido glandular y grasa, la proporción de los mismos variará según cada mujer.

Si los pechos son más grandes, tenderán a moverse más, lo que se podría traducirse en potenciales problemas de salud. Las partes del cuerpo que ayudan con la carga,  cuello, músculos de los hombros, espalda, etc, necesitarán en ese caso, la ayuda del sujetador para no tener tanto desgaste, además de que la piel del pecho estará contenida si se usa el mismo ya que sino el roce directo con la tela, de lo que se tenga puesto arriba, también podría afectar la piel de la zona. Siempre dependiendo de cada mujer y del tamaño de sus pechos.

La alerta queda manifestada, el simple movimiento libre por tu casa, podría engendrarte algún problema de salud si no tenés en cuenta lo que en esta nota de El Ciudadano, te contamos.