Volvió el Muñeco Gallardo, pero River no pudo con un buen Huracán

En la primera presentación de Marcelo Gallardo como entrenador en este segundo ciclo, River Plate y Huracán no se sacaron ventajas y repartieron puntos. Igualaron 1 a 1 con goles de Claudio Echeverri y Rodrigo Echeverría.

No fue un buen primer tiempo del local y mejoró en el segundo con los cambios dispuestos por el nuevo entrenador. Huracán, por su parte, fue un equipo ordenado y muy cerrado en defensa, que apeló al contragolpe para imponer por momentos su juego. Gallardo tendrá que trabajar mucho para recuperar la intensidad y el buen juego que supo impregnarle al equipo en su primera etapa en Núñez.

Condimentos sobraban en la previa para que se diera en un buen partido entre River Plate, que aún no perdió en el Monumental, y Huracán, que llegaba invicto y como líder de la Liga Profesional. Todas las miradas estaban puestas en la vuelta de Marcelo Gallardo como entrenador millonario, pero también en el regreso de German Pezzella, campeón del mundo y de América con la selección argentina, y además el interrogante que daba vuelta por los pasillos del estadio era qué equipo iba a poner el Muñeco, sin Miguel Borja su principal figura, en su primer partido luego de 365 días sin dirigir en su casa y frente a su gente.

"Muñeco, muñeco, muñeco", entonaron los 86 mil espectadores como parte de un emotivo recibimiento para el nuevo técnico millonario. Luego, se escuchó el famoso "Mire, mire que locura, mire que emoción, es el Muñeco Gallardo que volvió a River para hacer campeón" que bajó desde los cuatro costados del estadio para recibir al entrenador que ganó 14 títulos en su primer ciclo en Núñez.

De entrada, Gallardo paró a Armani, Casco, Pezzella, Paulo Díaz, Enzo Diaz; Felipe Peña Biafore, Aliendro; Claudio Echeverri, Franco Mastantuono, Pablo Solari, y Adam Bareiro. De esta manera, el entrenador ya impuso su impronta, con dos delanteros y un par de juveniles de la cantera millonaria que por primera vez jugaban juntos de titulares en la Primera División.

La primera indicación del Muñeco fue para Solari para que se abra por el sector derecho de la ofensiva. Corrían dos minutos y River jugaba en campo rival. El local se paró con cuatro defensores, dos volantes de contención, tres mediocampistas más adelantados y el delantero paraguayo de punta. Con este esquema táctico, empezó jugando en campo adversario, pero haciendo foco en el sector izquierdo con la proyección de Enzo Díaz, que formaba un tándem con Echeverri y Aliendro para la generación de juego.

Por su parte, la visita al inicio no fue menos que el dueño de casa. Se paró con cuatro defensores De la Fuente, Pereyra, Carrizo y Benítez, misma cantidad de mediocampistas Echevarría, Fattori, Alarcón y Mazzantini, adelante Ramírez y Cabral. 

La presión ejercida desde la delantera para atrás fue lo que le dio resultado al Huracán para no dejar jugar al Millonario. Hasta que a los 12` Echeverri rompió el cero y mediante una jugada personal en el área grande, definió ante la salida de Hernán Galíndez para marcar el 1-0. 

Con el resultado a favor, River no tranzó su manera de jugar y fue en busca de estirar la diferencia, siendo directo y manteniendo la intensidad de los primeros minutos.  Bareiro quedó mano a mano con Galíndez, definió con derecha y la pelota pegó en el palo derecho del arquero quemero.

Al Globo le costaba generar juego por el centro del campo porque no había conexión entre Echeverria y Alarcón, lo que hacen jugar al conjunto de Frank Darío Kudelka. A los 22`, se dio el primer quite gol de Pezzella en una jugada que arrancó por la izquierda con Ramírez y cuando iba a dársela a su compañero Mazzanti para que quedara mano a mano con el portero del seleccionado argentino, el marcador central le extirpó la pelota para evitar lo que iba a ser el empate.

El Globo, con sus armas, atacaba y trataba de lastimar el arco defendido por Armani. La estrategia era la de ser directo para agarrar mal parada a la defensa local que en la mayoría de las veces quedó bien plantada en el fondo. Fue así como a los 26`avisó con un disparo de Ramírez que se fue desviado. Y de tanto ir a buscar el empate, la visita encontró el gol en los pies de Echeverría a los 37´. El mediocampista conectó de cabeza tras un centro de Mazzanti y puso el 1-1 para enmudecer el Monumental. 

Se quedó River en los últimos minutos del primer tiempo, ya que su juego fue de menor a mayor. Mientras que la visita fue creciendo a medida que el local le entregó el terreno y la pelota.

En el entretiempo, Gallardo movió el banco de suplentes. Sacó a Echeverri y puso a Manuel Lanzini, quien se ubicó por el centro de la ofensiva, detrás de Bareiro. El 10 tuvo que bajar hasta la mitad de cancha para hacerse de la pelota y entrar en juego. Mastantuono tuvo poca participación en las jugadas y Solari casi no tocó la pelota, lo que generó que la clave pase por las proyecciones de Casco y Enzo Diaz para llegar al arco rival.

De esta manera, River era incisivo e iba para adelante, aunque le costaba romper líneas defensivas. Un tiro de Mastantuono hizo que Galíndez volara a su palo izquierdo para evitar el segundo. Apagado Solari, le dejó su lugar a Santiago Simón, quien se paró de extremo por derecha.

Huracán, por su parte, mantuvo la misma forma de juego qué el primer tiempo: ordenado en el fondo, mantuvo la concentración en todo momento, atacó de contragolpe y con la intención de aprovechar el retroceso millonario. De esta manera, tuvo dos claras de gol: un remate de afuera del área de Cabral y un disparo de Massanti, en ambas respondió muy bien Armani. 

Luego, Nacho Fernández y Matías Kranevitter ingresaron por Aliendro y Peña Biafore. A partir de estos cambios, tuvo más volumen de juego en la mitad de cancha, pero le costaba romper líneas defensivas. Tuvo la pelota, pero Huracán nunca perdió la calma ni el orden. Por este motivo, tuvo que probar Simón de afuera del área y mandó la pelota a la tribuna.

Sobre el final, Benítez, Ramírez y Cabral le dejaron sus lugares a Cesar Ibáñez, Hernán Fertoli y Wanchope Abila, quien fue silbado por todo el estadio por su pasado en Boca. Y en el local, Agustín Ruberto reemplazó a Mastantuono. El Millonario y el Globo no se sacaron ventajas y repartieron puntos en un buen partido de ida y vuelta, que lo pudo haber ganado cualquiera de los dos.