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Río Negro: devolvió una bolsa en la que había un millón de pesos

Una mujer halló los billetes en un cajero automático. Al principio pensó que podría tratarse de alimentos

Por Redacción

08 de enero, 2024 - 11:07

Los Menucos es un pueblo pequeño de Río Negro. Pertenece al departamento 25 de Mayo, en la zona sur, en el norte patagónico. Hace mucho tiempo era una zona de pantanos, y hoy presenta un relieve semiárido. Con poco más de 5.000 habitantes, es un pueblo chico que vive del turismo, la historia, y la cría de ganado bovino, guanacos y choiques.

Pero lo que ha hecho popular en la actualidad a esta población rionegrina no es ni su geografía, ni su clima, ni su historia ligada a los mapuches, sino el gesto solidario de una vecina que encontró una gran cantidad de dinero en efectivo, y no dudó en devolverlo a su dueño.

Claro que para lograr esto tuvo que pedir ayuda. La anécdota, que seguramente quedará en las sobremesas de los menuquenses, comienza con Nadia Bijarra entrando a un cajero automático para hacer un trámite. A su lado, en el piso, una bolsa de tela. Y el interior de la bolsa, lo más inesperado: billetes. Y en grandes cantidades.

Al principio Nadia pensó que era una bolsa con comida u otra mercadería, pero grande fue su sorpresa cuando vio los fajos de billetes en el interior. Miró a todos lados, y no vio a nadie. Y allí mismo se adueñó de ella lo que viene aprendiendo de chica: ser solidario y honesto.

En rojo, ubicación de Los Menucos (Imagen de Google)

Sin titubear, asumió la responsabilidad que suponía el hecho y llevó la bolsa a su casa. Junto a su esposo, emprendió la tarea de encontrar al dueño del millón de pesos. Tuvo que pedir ayuda a la radio local, la que todos escuchan, pero evitando detalles que pudieran atraer a los pícaros de siempre.

Una hora después de publicar el mensaje con el hallazgo del cajero automático, apareció el olvidadizo: un comerciante reconocido, que se puso feliz al encontrar el dinero que había perdido.

Todos conocen a Nadia en Los Menucos, pero también conocen su don de gentes. Según sus propias experiencias compartidas, devolver pertenencias perdidas es una práctica que tiene desde chica. Algo que en esa lejana localidad de Río Negro es más común de lo que puede parecer.