Proponen cambiar la hora para mejorar el rendimiento escolar

El diputado nacional por  Mendoza, Julio Cobos, presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de ley con el objetivo de cambiar la hora en la Argentina, basándose en el argumento de que el huso horario que se aplica en la actualidad afecta en el consumo de la electricidad y la educación de los alumnos.

En el escrito, el legislador radical, exvicepresidente y exgobernador también invita a los Estados que forman parte del Mercosur a establecer sus horas oficiales "dentro de sus respectivos husos horarios, coordinando sus fechas de modificación" para facilitar las relaciones de sus “actividades comerciales, bursátiles, bancarias y de transporte".

De todos modos, cada país tiene la potestad de definir su hora oficial o legal porque no existe un tratado internacional que obligue la adopción de un sistema en particular.

Si la norma del cambio horario fuera aprobada, la Secretaría de Energía y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) serían las encargadas de realizar los estudios correspondientes para su posterior aplicación.

Educación y ahorro de energía

En la presentación del proyecto, el diputado Cobos consignó que “la educación es uno de los principales sectores damnificados en el desfasaje entre la hora solar y la hora oficial. La gran mayoría de los alumnos en Argentina comienzan su jornada en plena oscuridad, produciéndose un efecto negativo en su desempeño escolar. Actualmente, en Mendoza, la hora reloj de inicio de las actividades escolares es a las 8 de la mañana, pero en realidad corresponde a las 6:30 de la hora solar”.

El legislador nacional remarca en este punto que es necesario "lograr una mayor coincidencia" con los husos horarios, la diferencia entre la hora solar y la oficial afecta no solo al consumo de electricidad, sino también al desempeño escolar.

La propuesta se basa en un estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) a través del Instituto Nacional de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE).

Además de la investigación, otro de los argumentos es que una coordinación adecuada “propondrá el mayor aprovechamiento de la luz solar en procura de un uso eficiente de la energía, la preservación de los recursos naturalezas y un menor gasto de la población en consumo de energía eléctrica", según se establece en el artículo 3 del proyecto de ley.

Al fundamentar su proyecto, el exgobernador de Mendoza explicó que “Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes. Por eso presenté un proyecto para modificar el horario oficial en todo el territorio nacional y llevarlo al huso horario correcto”.

En ese sentido, Cobos agregó que el país está “casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich y solamente la zona cordillerana ingresa en el Huso -5; sin embargo, usamos la hora del huso -3. Además, parte de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile hoy están en el huso -4″.

Los cambios de hora en el país empezaron en 1930 para ahorrar luz, pero en 1969 quedó fija en GMT-3, situación que "arrastró un error mayor cuando en 1974 vuelve a cambiar, pasando a menos dos en verano", precisa el texto redactado por Cobos.

Los cambios de hora en Argentina

Para aprovechar la luz solar y ahorrar energía, el país tuvo un breve periodo un horario de verano entre el 2008 y el 2009, que era modificado entre noviembre o diciembre hasta febrero o marzo, por lo que la gente tenía que adelantar sus relojes para estar dentro del huso horario -2. En la última oportunidad, rigió entre octubre del 2008 y marzo del 2009, exceptuando a las provincias de La Pampa, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Salta, Catamarca, Jujuy, Neuquén, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Río Negro y Chubut, que estaban en el -3.

Más atrás en el tiempo, hasta 1894, la hora de Buenos Aires era informada a nivel local por las iglesias y entidades públicas porque no existía en ese entonces una norma oficial que regulara un procedimiento para determinarla.

Mediante un decreto publicado el 1 de agosto de ese año, el Poder Ejecutivo estableció que el servicio de trenes debía emplear la hora oficial correspondiente al meridiano del Observatorio Nacional de Córdoba.

El 25 de septiembre de ese año se dispuso que esa hora fuera adoptada por las oficinas públicas, y recién en 1920 se estableció el huso horario de cuatro horas al oeste del meridiano de Greenwich.

De esta manera, nuestro país se adhirió al Sistema Internacional de Husos Horarios, pero al poco tiempo se corrigió la diferencia que existía con la hora perteneciente a la longitud del meridiano de Córdoba.