No ponen el hombro: alertan por la reticencia de argentinos a las vacunas

Durante una entrevista con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook y YouTube de Ciudadano. News), Julio Ichazo, coordinador de Proyectos de la Fundación Bunge y Born, ofreció una mirada detallada sobre el acceso y la confianza en las vacunas en Argentina.

La importancia y el impacto de las vacunas en la salud pública, a nivel local, regional y global, son aspectos cruciales en la era actual. A pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, es sorprendente que aún debamos abogar por la relevancia de estas herramientas. Incluso después de la última pandemia global, que cobró la vida de casi 7 millones de personas, según el mapa actualizado de la Universidad de Medicina Johns Hopkins, parece que las lecciones aprendidas no han sido del todo asimiladas. En este contexto, las vacunas emergen como la única estrategia que ha demostrado evidencia, eficacia, seguridad y protección contra la embestida del COVID-19.

A nivel mundial, las vacunas juegan un papel fundamental en la prevención de entre 3,5 y 5 millones de muertes anuales por enfermedades como el COVID-19, la difteria, el tétanos, la gripe y el sarampión, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un contexto donde la vacunación se ha vuelto crucial para prevenir pérdidas de vidas innecesarias, Ichazo destacó la importancia de comprender los niveles de confianza y los obstáculos que enfrenta la población para acceder a las vacunas.

"Es bastante esperanzador los resultados que mostrábamos desde la fundación", señaló el entrevistado, haciendo referencia a la investigación realizada por la organización sin fines de lucro, que se basa en evidencia sólida. Destacó que la vacunación salva entre 2 y 3 millones de vidas al año, según la OMS.

El estudio realizado por la Fundación Bunge y Born busca investigar los niveles de confianza y acceso, así como las barreras que enfrenta la población para acceder a las vacunas. Julio Ichazo subrayó la dificultad de comprender las variaciones en la tasa de cobertura de vacunación en el país, a pesar de la disponibilidad de información oficial. "Con este índice de confianza y acceso, podemos entender por qué se dan estas variaciones en la cobertura en el país", explicó.

El coordinador de Proyectos resaltó el papel crucial de las vacunas en la defensa de la esperanza de vida en todo el mundo, haciendo hincapié en el hito histórico representado por el desarrollo rápido de la vacuna contra el COVID-19. Sin embargo, señaló una paradoja: el aumento de la desconfianza en las vacunas, a pesar de los resultados tangibles que llevaron al control de la pandemia.

"Es paradójico cómo un hito de la ciencia, en lugar de ser entendido como un avance a favor de las vacunas, generó desconfianza en la población", expresó Ichazo. Atribuyó parte de esta desconfianza a la sobreinformación y la visibilización de los procesos de desarrollo de vacunas durante la pandemia.

"Un dato muy relevante es que los segmentos de edad más jóvenes y los adultos mayores son los que menos confían en las vacunas y también tienen menos acceso", explicó Julio Ichazo, coordinador de Proyectos de la Fundación Bunge y Born.

Aunque la confianza en las vacunas experimentó una caída, Ichazo destacó que los argentinos siguen confiando en general en las vacunas, como lo demuestra la alta aceptación del fármaco contra el dengue. Sin embargo, identificó una asociación significativa entre la desconfianza y la vacuna contra el COVID-19, mientras que la confianza en otras vacunas sigue siendo alta.

La efectividad de las vacunas, su importancia para los niños y la seguridad de las dosis son los tres componentes que conforman el índice de confianza. Los datos revelaron que el 84,9% de los argentinos considera que las vacunas son efectivas, el 87,7% las considera importantes para los niños y el 90,1% cree que son seguras.

La confianza en las vacunas es bastante uniforme a nivel federal, aunque con pequeñas variaciones regionales: la mayor confianza se registra en la Patagonia (86,3 puntos) y en el Noreste argentino (86,1 puntos), seguidas por la región Centro (85,7), el Noroeste (85,3), AMBA (84,5) y Cuyo (84,2).

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