"El Gobierno de Milei se olvida de la inflación del 25% de diciembre"

Los datos que arrojó el INDEC este miércoles dejaron en claro que la inflación está bajando de verdad. Con un porcentaje del 4% en julio, el acumulado del 2024 es de un 87%, mientras que el registro interanual demuestra que el Índice de Precios al Consumidor mostró un 263,4%, la segunda desaceleración consecutiva.

Sin embargo, es saludable observar los datos que subyacen en estos resultados. Guido Lapa es economista, y fue contactado por la producción de Sin Verso (lunes a viernes de 9 a 12, por Ciudadano News 91.7) para comprender mejor esos guarismos. "La inflación acumulada en el año es de un 87%, y allí radica el debate principal de cómo viene evolucionando el salario. El gobierno omite un detalle esencial: la inflación de diciembre fue de un 25%, y la pérdida del salario real fue muy importante. Nadie quiere cargar con el muerto de diciembre, pero es importante tenerlo en cuenta", comienza.

"Haber tenido una devaluación como la que tuvimos, del 400% al 800% del dólar oficial, con los bienes importados aumentando un 50% en ese mes, le dio al gobierno un plafón sobre el que es más fácil descender. Bajar la inflación a partir de los números estrafalarios de diciembre le permitió a la gestión Milei no aumentar más, porque el tipo de cambio dejó de aumentar por ese mismo efecto", explicó Lapa. En este sentido, rememoró los porcentajes desde enero hasta el presente: "Enero con 20,6%, con devaluación del 2%. Febrero con 30,2%, con devaluación del 2%. Marzo, 11%, con devaluación del 2%, y así consecutivamente", detalló.

"Lo que más le preocupa al gobierno es que la inflación no suba el capital político, porque ese capital político está apuntado a otro lado, más que nada por el desastre que es hoy la oposición. Además, tiene la espalda de decir que viene bajando la inflación a costa de una recesión brutal, una caída del consumo histórica, un gran atraso cambiario, y la rifa de las reservas del Banco Central: todo lo que haga falta para bajar la inflación", argumenta Lapa. Según el entrevistado, el país está en los mismos niveles de 2022, cuando la inflación ya era la principal preocupación económica. "En la opinión pública, la gente sigue teniendo algo de paciencia. Pero la situación le hace mucho daño a la economía, porque tiene muy pocas cosas para mostrar: no hay nada a qué aferrarse", explica.

Ante las consultas de Gabriel Landart y Rebeca Miranda, Guido Lapa aseguró creer en los datos del INDEC: "Confío en esos números. Dejando de lado el período fatídico de Guillermo Moreno, en el INDEC los números no se pueden manipular, aunque sí pueden ser poco reales en el sentido de que el gobierno se había fijado una agenda de aumentos en las tarifas, los servicios públicos y el desescalamiento de los subsidios. Es toda una agenda que el gobierno ya había dicho que impactaría en el índice de precios", detalla Lapa.

La diferencia CABA - Interior

Existe un dilema que atañe tanto a porteños como provincianos: la gran diferencia de números entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias. "Es que la inflación se mide a partir de canastas de consumo, y esas canstas implican que cada uno de los bienes y rubros tiene un determinado peso. En el caso de CABA, hay una ponderación distinta, donde los servicios pesan más que los bienes, y lo que hay en la Argentina es un reacomodamiento de precios relativos", explica el economista.

"Hay cosas que estaban baratas en Argentina y ahora están subiendo mucho, y hay cosas que ya estaban caras y ahora no suben tanto. Los servicios están subiendo más que los bienes, y eso explica que Buenos Aires, donde los servicios son más altos, resulte en un índice más alto", detalla. Pero allí mismo se apresura a explicar que, tristemente, lo más barato en nuestro país son los salarios: "Lo que menos ha aumentado en estos 5 años son los salarios. Pasaron tres gobiernos, y siempre quienes han puesto el pecho y la espalda son los trabajadores", finalizó.