El "enojo y la desprotección" de niños que conviven con la violencia de género
El caso del niño que mató a su padre, quien agredía a su mamá, despertó la alarma en gran parte de la sociedad. El gran debate: niños sin cuidado y portación de armas
Por Redacción
Un hecho policial con final trágico despertó la alarma en la sociedad argentina: un niño de 11 años mató de un balazo a su padre, luego de que el hombre maltratara a su mamá. El caso ocurrió en Morón, provincia de Buenos Aires.
Los niños expuestos a violencia de género en sus familias, según palabras de una experta, "quedan muy desprotegidos y acumulan mucho enojo, lo que puede acarrear formas extremas, traumáticas y dolorosas para terminar con esa violencia". La gran pregunta es: ¿qué estuvo pasando, o qué falló para que un niño llegue a semejante situación?
Fernanda Tarico, fundadora y directora de la organización Shalom Bait, explica que "la mayoría de las situaciones como esta, en donde niños matan a sus padres, se dan en contextos de violencia crónica y violencia de género hacia su mamá". Según la referente, son "niños desbordados y con intención de defender a su madre o a ellos mismos, una situación que ningún niño debe atravesar. Y que ningún niño se merece".
Shalom Bait es una ONG que brinda asistencia psicológica y patrocinio jurídico a las víctimas de violencia de género. En los 20 años que Tarico lleva trabajando allí, observó cómo los hijos de sobrevivientes de violencia de género "sufren y aprenden a cuidarse, e intentan comportarse bien sin hacer nada que pueda hacer enojar a sus padres".
Si bien las situaciones de estrés y la acumulación de enojo en los chicos rara vez se manifiestan contra los padres, el caso del niño de 11 años de Morón refleja "un estado extremo, muy traumático y doloroso" de terminar con esa violencia. Los efectos de vivir en situaciones de violencia pueden incluir "la huida del hogar, situaciones de intento de suicidio, violencia grave con los pares e, incluso, autolesiones como forma de apaciguar el dolor", afirma Tarico.
La tenencia de armas es otro de los temas a tratar en forma puntual. La directora de Shalom Bait dice ver "situaciones de violencia en todos los contextos, pero el hecho de tener un arma en casa, principalmente en los casos de violencia de género, es un riesgo. La tenencia define a la persona". Las palabras de Fernanda Tarico marcan un punto clave en el debate sobre la libertad de tener armas en el hogar: el arma en casa vulnera derechos.
"¿Para qué tener un arma? Un cuchillo puede servir para cortar, pero un arma es para usarla en otro contexto. El que decide tener un arma dice mucho de sí mismo, de lo que está dispuesto a hacer y hasta dónde puede ir", sostiene la directora de Shalom Bait.
La recomendación de la profesional, frente a situaciones de violencia de género o intrafamiliar, es "actuar antes de que sea tarde. Es un problema de la sociedad, en momentos en que esa sociedad le pide mucho a la víctima". Prevención, detección precoz y acompañamiento, pero también el acercarse a la víctima.
Los niños que viven situaciones de vulnerabilidad quedan muy desprotegidos cuando conviven con una madre sometida y atravesada por el miedo. Esta afirmación por parte de Tarico se basa en un detalle puntual del hecho trágico de Morón: la mujer nunca hizo ninguna denuncia, precisamente por el miedo extremo que le tenía a su marido.
Vale tener en cuenta los caminos con los que cuentan las potenciales víctimas de violencia de género:
-Por teléfono: llamada gratuita a la línea 144, las 24 horas
-Por WhatsApp: 11-2771-6463
-Por mail: [email protected]
-Descargando la aplicación