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Citricplas: jóvenes argentinos fabrican bolsas a partir de cáscaras de cítricos

Alejandro Unchalo, cofundador de Citricplas habló sobre su empresa que fabrica bioplásticos a partir de cáscaras de cítricos.

Fernando García

Por Fernando García

3 Septiembre de 2024 - 15:37

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En una entrevista con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de Ciudadano.News), Alejandro Unchalo, cofundador de Citricplas, compartió los detalles detrás del innovador proyecto que lidera junto a su equipo: la fabricación de plástico biodegradable a partir de cáscaras de cítricos. "Usamos cualquier cítrico, excepto la mandarina, para hacer este plástico biodegradable", explicó Unchalo, destacando que la cáscara de mandarina carece de las propiedades necesarias para este proceso.

El proceso comienza con la recepción de cáscaras -muchas provenientes de restaurantes-, de naranjas. "Separar la pectina de la celulosa es el primer paso. Luego, se crea una resina que forma la base del plástico. Esta resina se alisa en una baldosa y se deja secar durante 24 horas, formando una biopelícula que, aunque cuesta más sellar que el plástico convencional, es completamente termosellable", detalló Unchalo.

Citricplas enfocó sus esfuerzos en la agroindustria, rechazando la producción de bolsas para supermercados. "Nuestra prioridad es que el plástico se degrade en la tierra, aumentando la carga biológica del suelo y favoreciendo el crecimiento de las plantas", señaló el cofundador. A pesar de las complicaciones normativas que podrían surgir, Unchalo expresó su interés en expandir su mercado a la industria alimenticia y farmacéutica en el futuro.

El envase biodegradable con contenido de fertilizante en grano.
El envase biodegradable con contenido de fertilizante en grano.

El tiempo de degradación del plástico varía según el entorno: "En tierra tarda entre 15 y 30 días, mientras que en agua puede tardar más de 30 días debido a la menor presencia de microorganismos", comentó el entrevistado, resaltando la diferencia en la biodegradabilidad según el medio.

El origen de Citricplas se remonta a los años de escuela técnica de Unchalo y su equipo en Tandil, Provincia de Buenos Aires. "Comenzamos este proyecto como nuestra tesis final, y tras recibir gran aceptación en exposiciones, decidimos seguir adelante a pesar de las dificultades", recordó. La falta de recursos y laboratorio los llevó a recolectar residuos a cielo abierto para continuar con su trabajo. "Si no hubiéramos hecho esas recolecciones, habríamos tenido que abandonar el proyecto", confesó.

A pesar de los desafíos, el equipo de Citricplas apuesta al futuro con un enfoque a largo plazo. "Hoy contamos con un equipo de trabajo, un asesor y un inversor que nos han apoyado, especialmente en el patentado de la marca. Sin embargo, el proceso no puede patentarse, ya que es algo común en el mundo de las biopelículas", concluyó Alejandro Unchalo.

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