Ricardo Carral, un héroe patagónico con un ejemplo a imitar

Se llama Ricardo Carral, y hace 15 años que se dedica a eso que nadie se anima a hacer: recoger manualmente la enorme cantidad de basura que se reproduce en las playas de Chubut. Y cuando decimos "nadie", nos referimos tanto a organismos, plana política o simples vecinos. Es oriundo de Puerto Madryn, y se prestó a una interesante y edificante charla con El Interactivo, por Ciudadano News.

El hombre se dedica, lisa y llanamente, a la recolección de residuos de las playas de esa zona de Chubut, que tiene un litoral de más de 6 kilómetros de extensión. "Hacemos un trabajo de entrenamiento. Lo hacemos todos los días, 365 días al año, nadando, corriendo. Es algo que nació porque vivimos de la fauna", dice Ricardo. Y el origen de esta obra de amor fue casi de casualidad: "Me encontré con un ballenato que tenía un nylon de construcción en su cabeza. Le sacamos ese nylon y eso nos hizo un click: algo mal estamos haciendo".

Ricardo y su grupo recorren todo el frente costero de Puerto Madryn para entrar en calor y hacer ejercicio. Luego se meten al agua y hacen el recorrido inverso al trote. "Allí empezamos a focalizarnos en la playa, sobre todo en la mugre que hay. Eso es algo que la gente no quiere ver, y cada vez hay más basura". ¿Y cuánta basura se recolecta al día? "Es increíble, cerca de 20 kilos", responde con tristeza Carral.

Península Valdés es un área protegida, un patrimonio natural de la humanidad. "Yo salgo a limpiar", dice el deportista, "pero es solo una parte, la céntrica, y ahí veo que el impacto negativo de la ciudad sobre las costas es terrible. Sacamos muchísima basura, y para que se den una idea, el 31 de diciembre de 2022 retiramos 11.326 kilos de desperdicios de la playa".

Nadie quisiera basura en las playas, y la solución, si es que cabe la palabra, es simple: "Hay que concientizar a la gente, y sobre todo a los chicos. El slogan de Puerto Madryn es 'la playa más linda de la Patagonia', algo que es cierto, pero también hay muchos problemas a corregir", expresó Ricardo. 

La presencia del municipio

Al referirse sobre el apoyo oficial a esta noble actividad de retirar basura de las playas, Ricardo Carral comenta que "el municipio te da una mano. Hay tachos, bolsas, cuadrillas, pero el mar devuelve todos los días lo que no es del mar. Todos los días saco basura. El 95% de la mugre que saco proviene de Puerto Madryn, y apenas el 5% restante viene de las pesqueras", denuncia. 

Es inevitable la pregunta sobre lo más raro que haya encontrado en las playas: "Una notebook", contesta el hombre, entre risas. "Fue la semana pasada. Y me ha tocado sacar partes de autos, un sommier nuevo, pedazos de heladeras y, sobre todo -aquí viene lo más terrible-, toallitas femeninas". 

Y allí aparece el tema de la educación ambiental en las escuelas. "Existe, pero no se está impartiendo. Como tampoco se dan clases de educación sexual o vial. Es hora de escuchar al mar, porque el cambio climático lo estamos acelerando nosotros", contesta Carral. Y culmina la charla con una frase que deja flotando algo de preocupación y reflexión: "La naturaleza no perdona".

Es hora de apurar el cuidado de nuestro planeta, el único que tiene la capacidad de "perdonarnos". La tarea de Ricardo Carral no puede gestarse en soledad. Porque de otro modo, el hombre será como un náufrago en pleno mar. Y su tarea sí será un desperdicio.