El dueño de los dogos que mataron a la adolescente: "Pido mil perdones"

Trinidad, una adolescente de 15 años, murió luego de ser atacada por perros dogos cuando se dirigía a una plaza de su barrio. El dueño de los perros, quien manifestó que se encontraba de viaje al momento del ataque, habló y pidió "mil perdones a la familia".

El hombre fue identificado como José y en un breve contacto con los periodistas que estaban en la puerta de su vivienda, indicó que no estaba en su casa al momento del ataque, por lo que no lo quiso profundizar sobre el tema, ya que no estaba en su casa cuando ocurrió el hecho. “Pido mil perdones a la familia, no fue mi intención, ni la intención de esta casa", dijo.

Sus perros atacaron el domingo al mediodía a una chica de 15 años que fue sorprendida mientras paseaba a su mascota de compañía en el barrio Estación Flores, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Fue derivada en grave estado e inconsciente al Hospital de Urgencias Municipal, donde murió durante la madrugada del lunes.

“No puedo decir nada porque no estuve. En otro momento hablaré, lo único que digo es que le pido mil perdones a la familia, no fue la intención de esta casa”, insistió en diálogo con El Doce TV.

Tras conocerse la triste noticia, el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba informó que el dueño de los perros agresores fue imputado por los delitos de “homicidio culposo y lesiones culposas”.

Según fuentes allegadas a la investigación, los dogos no solo atacaron a la adolescente, sino que además lesionaron a un hombre de 40 años, quien se encuentra fuera de peligro.

El vecino que mató a los perros

Maximiliano, el vecino que mató a los dos animales a cuchillazos para defender a su familia, contó algunos detalles que sabía sobre los animales.

En declaraciones al canal de noticias TN, el hombre manifestó que el matrimonio dueño de los dos dogos argentinos tienen un perro más y trajo a los dos animales del campo. “Los trajeron con la sangre para ser cazadores. Los dos eran cazadores, una cosa es que te pueda morder como un acto de defensa, y otra es que quieran matar a todos”.

Además, dijo que su hermano “se salvó de casualidad cuando quiso ayudar a otros perros que eran atacados. Ellos, en vez de atacar a los perros, atacan a las personas. ¿A dónde está el cuidado y la educación que le han dado?”

En la triste experiencia, Maximiliano se refirió a los dueños de los animales: “No dieron la cara y dejaron tirada a la chica, no le mandaron ni un mensaje a la familia. Tanto que van a la iglesia, ¿a dónde está el perdón y la misericordia de ellos? Esa criatura tenía toda la vida por delante, era una chica buena”.

“Fue una situación fea. Nunca maté a un animal y a mí me encantan los perros. Tener que hacer lo que hice no me gustó. Esos no eran perros, eran máquinas para matar, para asesinar. Vos pasás por adelante de la casa y tenés miedo. Mi sobrino no quiere pasar por adelante de la casa por miedo a que lo ataquen”, cerró.