Las inundaciones han golpeado severamente la región centro de la provincia de Buenos Aires. De acuerdo con cálculos realizados sobre imágenes satelitales tomadas entre el 11 y el 13 de noviembre, la afectación total de la superficie bonaerense es de casi 6 millones de hectáreas.
Esta cifra se desglosa en dos clasificaciones principales: Aproximadamente 2.000.000 de hectáreas quedaron inundadas/anegadas. De los municipios más afectados, más de 1.100.000 hectáreas están "directamente bajo agua".
Por otra parte, casi 3.800.000 hectáreas fueron catalogadas como "afectadas". Esta categoría se refiere a áreas que no poseen las "condiciones mínimas para avanzar con las labores de siembra".
Entre los partidos más perjudicados se encuentra Bolívar, con 169.224 hectáreas inundadas o anegadas, seguido por 9 de Julio, con 136.797 hectáreas en total, y Pehuajó con 109.366 hectáreas. CARBAP subraya que, incluso donde el suelo "parece seco", las condiciones hacen prácticamente imposible llevar adelante cualquier tarea agrícola.
Pérdida de US$2.000 millones
La ventana para la siembra de soja y maíz se está cerrando "aceleradamente", lo que plantea la posibilidad de que una enorme superficie quede sin producir. La Confederación advierte que más de 1.500.000 hectáreas agrícolas tienen un "riesgo muy alto" de permanecer improductivas en lo que resta del año.
Para dimensionar el impacto, CARBAP ejemplificó que, al suponer una siembra bajo una relación de 60% soja/40% maíz, la superficie en juego pone en riesgo alrededor de US$2.000 millones que dejarían de ingresar al circuito económico en 2026.
Este impacto económico es generalizado, porque afecta directamente a los productores, perjudica a toda la cadena de pago que sostiene la vida económica de las localidades, incluyendo contratistas, transportistas, proveedores, talleres, comercios y pymes locales.
También mpacta a los tres niveles del Estado (nacional, provincial y municipal), que verán caer su recaudación, por lo que la conclusión es simple: "todos perdemos" mientras las obras necesarias siguen sin realizarse.
Obras del Río Salado, una "obligación" para 2030
Frente a la crisis, CARBAP responsabilizó a los tres niveles de Gobierno y exigió que se finalicen las obras del Plan Maestro del Río Salado para el año 2030.
Esta meta no es vista como "aspiracional", sino como un "límite" y una "obligación". Según la Confederación, se trata de una obligación moral, productiva y social, ya que están siendo afectadas millones de hectáreas productivas, miles de familias rurales y millones de bonaerenses de manera directa e indirecta.
"No pedimos lo imposible. No hablamos de tecnologías revolucionarias ni de colocar una misión tripulada en Marte. Se trata de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina cuenta con técnicos, ingenieros y maquinaria disponible. La capacidad existe; lo que falta es decisión política".

