La venta en autoservicios minoristas experimentó en octubre un repunte extraordinario, superando las expectativas del mercado y desafiando el contexto económico general, según el reciente informe de la consultora Scanntech.
El crecimiento del 12,5% en comparación con septiembre no solo marca una aceleración del consumo, sino que también sugiere un cambio en el comportamiento de compra ante la incertidumbre inflacionaria. En ese mes, el relevamiento mostró una caída de 7,8% respecto de agosto y la caída interanual fue de 6,3%.
Este dato, basado en el monitoreo de más de 12.000 comercios, se posiciona como una de las subas más significativas del año para el canal tradicional, reflejando movimientos estratégicos del consumidor.
El salto de la venta en autoservicios: la estrategia post-electoral
Los analistas del sector coinciden en que el pico de venta en autoservicios de octubre se explica, en gran medida, por un fenómeno de anticipación de precios y resguardo de valor ante de las celebraciones de fin de año.
Eso se advierte por el crecimiento notablemente impulsado por categorías de primera necesidad y artículos durables de góndolas.
La dinámica en las góndolas: reacción del pequeño comercio
La velocidad con la que se movió el stock obligó a los comercios a acelerar sus reposiciones, un desafío logístico que, según los propios dueños de negocios, se manejó con cautela.
El informe de Scanntech, que mide la performance por código de barras, confirma que el crecimiento fue heterogéneo, aunque la tendencia es clara: el consumidor está hipotecando su capacidad de compra futura en el presente.
El resultado de octubre, por lo tanto, se presenta como un oasis en el desierto inflacionario.
Aunque la proyección para noviembre es de una posible desaceleración luego del fuerte pull de octubre, el dato de Scanntech es clave para entender la resiliencia del consumo minorista y su capacidad de reacción ante los vaivenes macroeconómicos.

