‘Síndrome de la mente después de la medianoche’: la advertencia de científicos

Los humanos no estamos hechos para estar despiertos después de la medianoche, concluyen nuevos estudios hechos por investigadores de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Pensilvania.

Los expertos publicaron una nueva hipótesis a la que denominaron como ‘Síndrome de la mente después de la medianoche’. El estudio sugiere que se producen cambios en el cerebro cuando las personas están despiertas durante la noche biológica circadiana, que es para la mayoría de las personas, después de la medianoche.

Estos cambios neurofisiológicos son los que alteran la forma en la que interactuamos con el mundo y están especialmente vinculados con el control de los impulsos y el procesamiento de recompensas e información.

El estudio que llevaron adelante los especialistas busca conocer más acerca de cómo funcionan las emociones negativas, que afloran por la noche y que tienden a llamar más la atención que las positivas. Además, se busca esclarecer porque la noche está vinculada a esos ‘placeres culpables’ como la comida rica en carbohidratos, las bebidas alcohólicas o el cigarrillo. El procesamiento de estas necesidades se da de forma tal que la persona tiende a esquivar, la conciencia en torno a las consecuencias que tienen las mismas, detalla un comunicado del Hospital General de Massachusetts.

Comportamientos de riesgo y la noche

Science Alert informó que, desde un punto de vista evolutivo, tienen sentido las teorías que apuntan que los seres humanos tienen plena eficacia durante la luz del día, ya que esto se retrae a las antiguas prácticas de supervivencia de recolección y caza. Es por eso que la noche resulta ideal para el descanso. Es en la noche donde justamente los humanos tenían más chances de ser cazados por bestias salvajes.

“La idea básica es que, desde un punto de vista evolutivo global de alto nivel, el reloj biológico circadiano interno está sintonizado con procesos que promueven el sueño, no la vigilia, después de la medianoche”, dice la doctora Elizabeth B. Klerman, investigadora del Departamento de Neurología del Hospital General de Massachusetts, profesora de Neurología de la Facultad de Medicina de Harvard y autora principal del trabajo.

Los estudiosos explicaron que las personas, para hacer frente a este mayor riesgo de ser cazados en la noche, presentan un aumento de su atención por estímulos negativos en las horas nocturnas.

“Esta hiperconcentración en lo negativo puede alimentar un sistema de recompensa/motivación alterado, haciendo que una persona sea especialmente propensa a los comportamientos de riesgo”, resaltó la profesora de Neurología de la Facultad de Medicina de Harvard y autora principal del trabajo.

Los expertos advierten que el riesgo de suicidio es tres veces mayor entre la medianoche y las 6 de la mañana.

“El suicidio, antes inconcebible, surge como un escape de la soledad y el dolor. La persona afectada está preparada para actuar en un momento en el que nadie está despierto para detenerlo”, explican los autores de la teoría del  “Mente después de la medianoche”.

Klerman y sus colegas creen que hay que investigar más acerca de estos factores para asegurarse que estamos protegiendo a los que corren más riesgo por la vigilia nocturna.