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Cómo enseñar a los niños a no hostigar a los demás

Puede resultar impactante y molesto enterarse de que tu hijo se enredó en problemas por ser catalogado como acosador o violento

Por Redacción

18 de febrero, 2022 - 07:53

Aunque pueda parecer difícil procesar esta novedad, es importante actuar de inmediato, ya sea que el hostigamiento sea físico o verbal, si no se detiene, puede dar lugar a una conducta antisocial más agresiva e interferir con el éxito de tu hijo en la escuela y su capacidad para entablar y sostener amistades.

 

Cómo interpretar el comportamiento hostigador

Los niños hostigan por muchas razones. Algunos lo hacen porque se sienten inseguros. Meterse con alguien que parece más débil en el aspecto emocional o físico, hace que uno se sienta más importante, popular o al mando. En otros casos, los niños hostigan porque simplemente no saben que es inaceptable meterse con otros niños que son diferentes en cuanto a tamaño, apariencia, raza o religión.

En algunos casos, el hostigamiento es parte de un patrón continuo de conducta desafiante o agresiva.

Es posible que estos niños necesiten ayuda para aprender a manejar la ira, el daño, la frustración u otras emociones fuertes. Quizás carezcan de las habilidades que se necesitan para cooperar con los demás.

El asesoramiento profesional a menudo puede ayudarlos a aprender a manejar sus sentimientos, reducir el hostigamiento y mejorar sus habilidades sociales.

Algunos niños que hostigan a otros en la escuela y en lugares donde se encuentran con pares copian las conductas que ven en el hogar.

Los niños que están expuestos a interacciones agresivas y desagradables en la familia a menudo aprenden a tratar a los demás de la misma manera. Y los niños que son víctima de burlas aprenden que el hostigamiento puede significar tener el control sobre niños que parecen débiles.

 

Cómo ayudar a los niños a dejar de hostigar a otros

Decile a tu hijo que el hostigamiento es inaceptable y que, si el comportamiento continúa, habrá consecuencias graves en el hogar, la escuela y la comunidad.

Intentá comprender por qué su hijo se comporta de esa manera. En algunos casos, los niños hostigan a otros porque se les hace difícil manejar sentimientos fuertes como la ira, la frustración o la inseguridad. En otros casos, no han aprendido a solucionar conflictos de manera cooperativa ni a comprender las diferencias.

 

Tácticas para poner en práctica

Tomar el hostigamiento con seriedad. Asegurate de que sus hijos comprendan que no tolerarás el hostigamiento en el hogar ni en ningún otro lugar. Establecé reglas sobre el hostigamiento y respetelas.

Si castigás a tu hijo quitándole privilegios, debés saber que es lo correcto. Por ejemplo, si tu hijo hostiga a otros niños por correo electrónico, mensajes de texto o redes sociales, limitá los privilegios relacionados con el teléfono o la computadora durante algún tiempo.

Si tu hijo tiene una conducta agresiva en el hogar, con sus hermanos u otras personas, ponele un freno. Enseñale maneras más adecuadas (y no violentas) de reaccionar, como alejarse.

Enseñar a los niños a ser respetuosos y amables con los demás. Enseñale a tu hijo que está mal poner en ridículo a alguien por diferencias (por ejemplo, raza, religión, apariencia, necesidades especiales, sexo, posición económica) e intentá inculcar un sentimiento de empatía por quienes son diferentes. Considerá participar juntos en un grupo comunitario donde su hijo pueda interactuar con niños que son diferentes.

Estar al tanto de la vida social de tu hijo. Buscá información sobre los factores que pueden estar influyendo en la conducta de tu hijo en el entorno escolar (o donde sea que ocurra el hostigamiento).

Hablá con los padres de los amigos y compañeros de tu hijo, sus maestros, asesores y con el director de la escuela. ¿Hay otros niños que hostigan a los demás? ¿Y los amigos de tu hijo? ¿Qué tipo de presiones tienen los niños en la escuela?

Hablá con tus hijos sobre estas relaciones y las presiones que sienten para poder encajar en el grupo.

Hacelos participar en actividades fuera de la escuela para que puedan conocer a otros niños y entablar amistad con ellos.

 

Fomentar el buen comportamiento.

El refuerzo positivo puede ser más eficaz que la disciplina negativa.

Prestá atención cuando tus hijos se comportan bien y cuando manejen situaciones de manera constructiva o positiva, reconocelo y felicitalos por ello. 

Fuente: KidsHealt