¿Por qué duele más la separación con una persona con la que "hay algo"?

Los vínculos relacionales entre personas como "casi algo" se caracterizan por una conexión cercana entre dos, que nunca llega a formalizarse en una relación de pareja estable. A pesar de la ausencia de un compromiso claro, estos vínculos suelen involucrar momentos compartidos que se asemejan a los de una relación romántica, lo que puede generar un apego significativo.

Al terminar con un "hay algo", muchas personas experimentan un duelo intenso, acompañado de dudas y cuestionamientos sobre la naturaleza de la relación. Esto se debe, en parte, a la incertidumbre sobre si realmente hubo una relación y al origen de los sentimientos de tristeza.

Olga Fernández Velilla Lapuerta, psicóloga especializada en familia y pareja del Instituto Cláritas, explicó en una entrevista con CuídatePlus que la falta de una experiencia concreta de cómo sería la relación formal puede llevar a idealizarla. "El hecho de no haber vivido la relación nos hace fantasear, y esa fantasía, tras una ruptura, se convierte en una versión idealizada de lo que pudo haber sido", señaló.

Aunque la idealización de la otra persona no siempre es inevitable, la psicoterapeuta y sexóloga Diana Sánchez subraya que durante la fase de enamoramiento intervienen factores neurológicos y hormonales que dificultan la objetividad. "El enamoramiento es un estado neurohormonal en el que tendemos a centrarnos en los aspectos positivos de la otra persona, mientras que las endorfinas y oxitocinas elevadas nos impiden ver otros aspectos", explicó Sánchez.

Señales para identificar un "casi algo" entre dos personas

La sexóloga y experta en relaciones Valeria DeBotas, en colaboración con la plataforma Bumble, mencionó que existen ciertas señales que pueden ayudar a identificar si se está en una relación de "casi algo". Estas señales se dividen en varias etapas:

• Interés inicial: se perciben muestras de afecto tanto en el entorno digital como en el real.
• Transparencia: la comunicación es constante y se comparten aspectos personales que generan una sensación de exclusividad.
• Ilusión: se intensifica la percepción de una conexión emocional.
• Distancia: la comunicación comienza a disminuir, y la otra persona puede volverse más distante, justificando su comportamiento con frases como "dejemos que las cosas fluyan".
• Estrés emocional: la incertidumbre y la distancia generan ansiedad y dudas, lo que puede llevar a pensamientos negativos y autoevaluaciones críticas.
• Intermitencia: la otra persona reaparece esporádicamente, lo que perpetúa un ciclo de confusión.

Superar una relación que "no fue"

Dado que estas rupturas pueden causar un dolor considerable, es crucial darse tiempo y aceptar el proceso de duelo. 

La reflexión personal sobre lo que realmente se desea en una relación es un primer paso importante. Permanecer en una relación que no cumple con esas expectativas puede ser perjudicial.

Además, compartir los sentimientos sobre la ruptura con amigos, familiares o incluso con un profesional es fundamental para la recuperación. Lo más importante es ser paciente uno mismo, ya que adaptarse a esta nueva realidad requiere tiempo y comprensión.

Con información de La Nación