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Mujeres israelíes y palestinas en Argentina se unen para pedir por la paz

En medio de los enfrentamientos que tienen en vilo al mundo, miembros de ambas comunidades coincidieron en que las une "el mismo dolor, ya que las mujeres y niñas siguen siendo propiedad de los violentos"

Por Redacción

16 de octubre, 2023 - 09:59

Dos movimientos femeninos pacifistas piden por la paz en Medio Oriente, en un momento en que la guerra "nos encuentra en medio del mismo dolor, ya que los cuerpos de mujeres y niñas siguen siendo propiedad de los violentos". El detalle es que estas agrupaciones pertenecen tanto a la comunidad israelí como a la palestina.

Adriana Potel es integrante de Mujeres por la Paz, un movimiento de ciudadanos y descendientes israelíes, y reconoció que "es difícil encontrar palabras", ante la guerra del 7 de octubre entre Israel y el grupo terrorista Hamás. "Una cosa es el terrorismo y otra cosa es el pueblo, y las madres sufren igual de un lado y del otro", expresó.

Junto a ellas marchan las Mujeres del Sol, una agrupación de origen palestino de residentes y descendientes del otro país protagonista del conflicto bélico. Potel es referente para América Latina de Mujeres por la Paz, una organización nacida en el 2014 en Israel, país donde ella vivió y tiene familia. El lema elegido para este año es "Así se ve la paz", y su representación gráfica se puede ver en el sitio oficial de Mujeres por la Paz, según detalla Télam.

El origen de Mujeres por la Paz

Corría el 2014, en un momento posterior a la Operación Margen Protector. Esta acción se dio por una escalada en el conflicto israelí - palestino, y en aquel momento unas 50 mujeres decidieron conformar el movimiento, con la intención de encontrar a sus compañeros, sus maridos, hijos, sobrinos, familiares en general. En un principio se enviaban mails para informarse, y la red empezó a tomar forma.

Mujeres por la paz cuenta actualmente con unas 50.000 integrantes, y es una agrupación no partidista, que no apoya ninguna solución específica, no tiene jerarquías en su estructura, y está integrado con plena representación por la izquierda, el centro y la derecha política. Mujeres jóvenes, mayores, del centro del país o de la periferia, laicas, religiosas, judías, árabes, y beduinas, todas son bienvenidas si su idea principal es movilizarse por la paz.

Adriana Potel, la referente argentina de dicho movimiento, comenzó a seguirlas en el 2017, y este año pudo conocerlas. "Por primera vez sentí que esas mujeres me representaban. Sentía que estaba en un Encuentro Nacional de Mujeres de Argentina. Una se siente abrazada, alojada, y es algo que pasa todo el tiempo", afirmó.

En estos 10 años de encuentro, el movimiento hizo acciones muy creativas, al decir de Potel: "Estuvimos en caminos y rutas, con carteles, manifestando por la paz, y formamos pequeños grupos para conversar en las casas, junto con actividades artísticas".

El año pasado, junto a las palestinas de Mujeres del Sol, publicaron una petición que titularon "Llamado de las madres", donde expresaron estar unidas "en el deseo humano de un futuro de paz, libertad, derechos, seguridad e igualdad para nuestros hijos y las nuevas generaciones".

La marcha del 4 de octubre 

El recorrido de la marcha del 4 de octubre, previo al estallido del conflicto bélico, fue programada y llevada a cabo por ambos movimientos, el israelí y el palestino. Jamás había pasado algo semejante, incluso vinieron embajadores de muchos países. Fue un desafío, porque muchas mujeres palestinas tuvieron que pedir permiso a sus maridos, y muchas no pudieron venir", explica Adriana Potel.

Adriana Potel, la referente argentina de 'Mujeres por la Paz'

Un comunicado emitido por Mujeres por la paz reafirma que "todas nosotras, judías y árabes, estamos furiosas, tristes y preocupadas. Mujeres y madres de ambos lados no pueden apoyar estas atrocidades de ninguna manera", e insistieron con la búsqueda de la paz.

La marcha se dio en plena Jerusalén, organizada por la Alianza por la Paz en Oriente Medio, y continuó hasta el Mar Muerto, en Cisjordania ocupada, donde se les unieron más manifestantes. Con cartelería escrita en hebreo, inglés y árabe, las mujeres intentaron dejar el mensaje de paz en una tierra que parece no conocerla en toda su intención. Y ese mensaje, que se eleva desde el mismo dolor, debería ser un incentivo para lograr, por fin, la tan ansiada paz para un mundo cada vez más en conflicto.