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Por qué cada vez más empresas decoran sus espacios con obras de arte

Cada vez más espacios de trabajo incorporan una presencia inesperada; algo que puede modificar la creatividad, la comunicación y hasta el clima laboral.

Fernando García

Por Fernando García

10 Junio de 2025 - 15:43

Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa. -

Por estos días, no sorprende encontrar una escultura de mármol en un lobby corporativo, o un mural abstracto iluminado con precisión quirúrgica en la sala de reuniones de una empresa tecnológica. Lo que antes era propio de museos o casas particulares con ciertas pretensiones estéticas, empieza a colarse en los entornos de trabajo. Y no es casualidad.

El escultor Eduardo Tortorelli, especializado en talla de mármol y con una mirada aguda sobre el vínculo entre arte y espacio cotidiano, es testigo de este fenómeno y comentó su opinión en El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por FM 91.7 y Ciudadano_News en Twitch);

"Creo que el arte saca lo mejor de nosotros mismos. En nuestros días, donde toda la tarea es tan material y tan individualista, la compañía del arte cura un poco esa actitud y genera algo mucho más orgánico, mucho más humano", explicó.

No es un gasto, es una inversión

La tendencia va más allá del embellecimiento visual. Cada vez más empresas comprenden que convivir con arte puede tener un impacto real en la motivación, la comunicación interna y hasta en la capacidad de resolución de problemas. "Cuando uno levanta la mirada del escritorio y se encuentra con una obra, todo se vuelve más ameno, más humano. Eso influye directamente en la eficiencia del trabajo", sostuvo Tortorelli.

Y agregó: "Algunas grandes compañías han hecho inversiones importantes en obras de arte. No lo ven como un gasto, sino como una apuesta al desarrollo humano dentro del ámbito laboral".

Humanismo, creatividad y resolución de problemas

Tortorelli insiste en que el arte no debe pensarse como un mero adorno. Para él, tiene un papel activo en el proceso creativo: "Desviar la vista hacia una forma, un color, puede disparar una idea o una solución a un problema. Creo que deberíamos tener más arte en nuestros lugares de trabajo".

En ese sentido, también remarca la necesidad de reforzar la formación humanística en todos los niveles profesionales. "La palabra 'universidad' proviene de 'universo'. Deberíamos formar personas que no solo sean técnicamente eficientes, sino también sensibles, abiertas, capaces de comprender las leyes que rigen la conducta humana", reflexiona.

Luz, espacio y contemplación

Especialista en mármol, Tortorelli presta especial atención a un detalle que muchas veces pasa desapercibido: la luz. "La luz es esencial en la percepción del arte. Una obra de mármol, por ejemplo, cobra vida a través de los claroscuros, de los matices que va generando la iluminación. Puede ser plena o tenue, pero siempre debe estar pensada para disparar sensaciones".

Menciona incluso experiencias internacionales, como el museo de James Turrell en la Bodega Colomé, en Salta, donde las obras están hechas únicamente de luz. O una exposición en Francia, donde las esculturas de Camille Claudel se presentaban a la penumbra, iluminadas apenas por la luz de una vela.

El museo de James Turrell, en la Bodega Colomé.
El museo de James Turrell, en la Bodega Colomé.

Más allá del arte tradicional, Tortorelli invita a pensar en una estética expandida: "El arte puede estar en todo lo que nos rodea. El desafío es incorporarlo sin miedo, con intención".

Un mensaje para el futuro

La presencia de arte en el ámbito laboral parece estar ganando terreno con fuerza. Lo que aún queda por ver es si las empresas están dispuestas a entender el valor de fondo que implica esta elección. "Ojalá esto siga creciendo. Porque tener arte en el trabajo no solo embellece el espacio: mejora a las personas que lo habitan", concluyó Tortorelli.

Repasá la entrevista completa: