El Interactivo

El impacto del desperdicio de alimentos en el hambre mundial y el medioambiente

El desperdicio de alimentos no solo afecta a quienes no pueden acceder a ellos, sino que también tiene un impacto económico y ambiental devastador.

Fernando García

Por Fernando García

27 Septiembre de 2024 - 15:27

Imagen ilustrativa. — Freepik

En el marco del Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra cada 29 de septiembre, Matías Hallu, ingeniero químico, conversó con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de Ciudadano.News) y reflexionó sobre la gravedad del desperdicio alimentario a nivel global y el impacto directo que este tiene en la lucha contra el hambre.

"Desde 2014, la cantidad de personas que sufren hambre crónica ha ido en aumento, un problema que se ha agravado en los últimos años", afirmó Hallu, citando cifras alarmantes de la ONU. "La tendencia debería ser a la baja, pero no estamos logrando que la cantidad de personas en situación de hambre disminuya", agregó.

En su análisis, el entrevistado destacó que la iniciativa de conmemorar este día surgió en 2019, a través de un decreto de la ONU, con el objetivo de crear conciencia sobre el enorme desperdicio alimentario que se produce anualmente. Según el ingeniero químico, en la cadena de producción alimentaria, se pierde aproximadamente un 13% de los alimentos entre el proceso de producción y transporte.

Más allá del impacto social de los alimentos desperdiciados, Hallu también subrayó los efectos medioambientales. "Para producir esos alimentos que se pierden, gastamos agua, energía, combustibles y nutrientes, lo que se traduce en costos que luego impactan directamente en el bolsillo del consumidor", explicó. En este contexto, hizo referencia a los recientes datos de pobreza e indigencia en Argentina, donde 8,5 millones de personas no pueden cubrir sus necesidades alimenticias básicas.

Matías Hallu invitó a reflexionar sobre el cambio que cada individuo puede generar en su hogar, destacando la importancia de planificar las compras y evitar adquirir más de lo necesario. "El primer paso es organizar nuestras compras, saber cuánta comida necesitamos y evitar el desperdicio. Cociné de más, ¿qué hago con lo que sobra? Se puede reinventar, compartir o incluso donar a personas que lo necesitan", sugirió.

A nivel mundial, el ingeniero químico presentó una realidad estremecedora: "Cada día se desechan mil millones de raciones de comida, mientras que 735 millones de personas sufren hambre crónica. Esto significa que se tira más de una comida diaria por cada persona que la necesita".

El ingeniero también compartió un ejemplo concreto de su experiencia en la elaboración de whisky, donde se utilizan cereales como la cebada malteada. En el proceso, se extrae el almidón para producir el alcohol, pero el resto del grano, conocido como bagazo o afrecho, sigue siendo alimento valioso. "Lo ideal es que este residuo pueda convertirse en alimento para personas. Si no es posible, se puede usar para alimentar animales. Siempre hay formas de aprovechar los recursos", concluyó.

El mensaje es claro: el desperdicio de alimentos no solo afecta a quienes no pueden acceder a ellos, sino que también tiene un impacto económico y ambiental devastador. La concientización y la acción individual son pasos clave para reducir este problema global que afecta a millones de personas.

Repasá la entrevista completa: