SIN VERSO - Entrevista

Aviones F-16 en Argentina: por qué son clave para recuperar la defensa y el control del territorio

El arribo de seis F-16 marca el mayor salto tecnológico en décadas: permitirá reforzar la vigilancia aérea y marítima, modernizar la formación de pilotos y combatir amenazas reales como el narcotráfico y el robo de recursos naturales.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

17 Noviembre de 2025 - 13:31

Uno de los 24 F-16 MLU adquiridos a Dinamarca — internet

Argentina dará el 5 de diciembre un paso estratégico con la llegada de seis aviones F-16, cuatro biplazas y dos monoplazas, que marcarán el reemplazo formal del histórico sistema de armas Mirage. La operación implicará para el Gobierno afrontar un costo operativo estimado de u$s 20.000 por hora de vuelo, cifra que refleja tanto el nivel tecnológico de los cazas como la inversión necesaria para recuperar capacidades perdidas.

Los aviones llegarán en vuelo, acompañados por unidades KC-135R de reabastecimiento y un C-130 Hércules destinado al apoyo logístico de la Fuerza Aérea Argentina. El desembarco de los F-16 representa no solo un salto cualitativo en potencia de fuego y velocidad, sino también el inicio de una nueva etapa en la formación de pilotos.

Carlos Rinzelli, piloto, analista aeronáutico y periodista, analizó en el programa Sin Verso el impacto de esta incorporación. Para el especialista, la llegada de los aviones F-16 en Argentina "restaura el principio de defensa aérea y también marítima". Su velocidad hipersónica, capaz de romper la barrera del sonido entre una y dos veces, según la altitud, los convierte en herramientas clave para tareas de prevención y disuasión.

Aunque resaltó que en la región ya no existen hipótesis de conflicto con países vecinos, Rinzelli afirmó que "el enemigo común hoy es el narcotráfico y el robo en el área marítima y territorial". En este sentido, los F-16 permiten detectar aeronaves que transportan estupefacientes, visualizar actividad oceánica y disuadir embarcaciones que ingresan a territorio argentino para depredar fauna marítima.

El especialista también contextualizó la compra en términos de equipamiento regional. "En Chile estos aviones vuelan hace más de 15 años, mientras que de este lado no existían. No es una hipótesis de conflicto, sino un comparador: es como tener la última tecnología de un lado de la puerta y del otro, no tener luz". En la misma línea, destacó que los pilotos argentinos poseen una destreza excepcional desarrollada en la carencia: "Nos dan un alambre y un tornillo y hacemos de todo".

La ley de derribo y el narcotráfico

Consultado por el reciente caso del avión de pequeño porte que cayó por quedarse sin combustible tras canjearlo por peso de carga, Rinzelli aseguró que "amerita la ley de derribo, pero su aplicación es muy peligrosa". Explicó que, si bien es un mecanismo posible, requiere "un equilibrio social" y protocolos estrictos para que se ejecute de manera correcta.

El problema advirtió, es estructural: "De este lado no tenemos control y es difícil tenerlo si no se invierte bien". En Argentina aún existen radares que únicamente monitorean desde los 300 metros de altura hacia arriba, lo que permite que aeronaves vinculadas al narcotráfico vuelen a 200 o 150 metros sin ser detectadas. "Ahora se está modificando muy lentamente, colocando radares que miran desde el suelo, la única manera de controlar", señaló.

La síntesis para el especialista es clara: "Si dejás una puerta abierta, van a entrar. Lo que hay que hacer es cuidar nuestro país", dijo y a su vez afirmó: "Entiendo que muchos pensarán que existen otras prioridades porque el país vive en emergencia (y es verdad que la compra de aviones frente a elementos para un hospital no tiene comparación), la realidad es que en los últimos 20 años hemos perdido capacidad de defensa".