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Sarcopenia: el otro enemigo silencioso que se muestra cuando ya hizo daño

Un reumatólogo fue entrevistado en El Interactivo, por Ciudadano News, y detalló las características de una enfermedad que ataca las fibras musculares

Por Redacción

18 de abril, 2024 - 18:32

Crecer es algo natural. El paso de los años nos hace ganar experiencia, sabiduría, comprensión, y la capacidad de darle valor a lo importante: los sentimientos, la familia, la tranquilidad y los afectos.

Pero nadie puede negar que, junto con los años, vienen también algunas complicaciones propias del proceso natural de envejecimiento. Y entre estas complicaciones, es posible que aparezca la sarcopenia, el otro enemigo silencioso que recién demuestra su presencia cuando la situación se torna grave.

Para entender un poco el sentido de esta nota, conviene citar las palabras de Matías Benavente, un reumatólogo que se prestó a una charla con El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14, por Ciudadano News) con el fin de explicar en qué consiste esta enfermedad con un nombre tan particular:

"La sarcopenia no es otra cosa que la pérdida de masa muscular que, si bien es natural a partir de los 40 años, puede aparecer a partir de los 30. Y en las mujeres es más frecuente, sobre todo después de la menopausia", comenzaba contando el profesional.

Lo más extraño de esta enfermedad es que esa pérdida de masa muscular puede aparecer incluso cuando hay obesidad. "Hay pacientes obesos que tienen disminución de músculo y aumento de grasa. Pero el verdadero problema es que, en general, la sarcopenia se hace visible cuando ya está en un estado de moderado a severo"

"Se pierden estímulos habituales, como levantarse de una silla", comenta el médico. Esta pérdida de masa muscular, cabe aclarar, es algo natural, porque está asociada al envejecimiento. "Pero si llega a ser patológica, o nos afecta la calidad de vida, ya es algo para tratar", agrega.

Si la persona ya no puede pasar la máquina de cortar el césped, o hace tres actividades y los músculos empiezan a doler, no es solamente señal de envejecimiento, sino que se ha perdido el entrenamiento en los músculos para mantenerlos en forma. "Cuando es más severa", explica Benavente, "empieza a condicionar nuestras actividades cotidianas: no podemos levantarnos del inodoro, nos tropezamos con más frecuencia, nos cuesta levantar los pies para caminar. El riesgo de caer es altísimo y, por lo tanto, aparece el riesgo de que el hueso se fracture".

 

¿Cómo combatirla?

El consejo médico pasa por el ejercicio previo. "A partir de los 30 años tenemos que aprender que el ejercicio tiene que ser como un remedio, una medicación. Lo tenemos que tomar desde los 30 años, para poder envejecer saludablemente. Hay pacientes de 65 años que en su generación no tenían el marketing del ejercicio, y nunca aprendieron. Hoy quieren ir al gimnasio y no saben por dónde empezar", dice el médico.

Lo recomendable, entonces, es tener buenos hábitos desde un comienzo, aprender a hacer rutinas de músculos con más frecuencia. "Siempre se dijo que no era bueno levantar pesos extremos en la juventud. Hoy sabemos que no solo es beneficioso, sino que este beneficio se estira con los años", advierte.

Un problema más que trae aparejado la presencia de la sarcopenia tiene que ver con el sistema óseo: "La pérdida de masa muscular se asocia con el lineamiento, y va acompañada de la masa ósea. Hueso y músculo van de la mano, porque ambos responden al mismo estímulo", cuenta Benavente. Perder músculo y hueso es gravísimo. Para esto, aconseja el médico, "es crucial contar con una alimentación adecuada. Es un pilar fundamental", detalla.

Una nutrición con proteínas minerales, acompañada de una suplementación de vitamina D, y ejercicio. Tres componentes que, en palabras del reumatólogo, "ayudan a que el músculo crezca. Si no se lo ejercita, se pierde. Y luego se atrofia", culmina.