Edema macular: la amenaza invisible para la visión

En un mundo donde la longevidad es cada vez mayor, una enfermedad silenciosa amenaza la visión de los adultos mayores: la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE). Sorprendentemente, a pesar de que afecta al 10% de las personas mayores de 60 años, un reciente estudio reveló que el 66% de los encuestados en la Argentina, Brasil, Colombia y México desconocía su existencia.

 

El rol de la diabetes en la salud ocular

La DMRE no es la única amenaza. La retinopatía diabética, una afección común en personas con diabetes tipo 1 y 2, puede derivar en edema macular, una condición que puede causar daño irreversible en la vista e incluso ceguera. Ambas enfermedades comparten un destino común: la pérdida de la visión.

El envejecimiento de la población y el aumento de la diabetes, una de las principales "enfermedades crónicas no transmisibles", están estrechamente relacionados con estas afecciones oculares. La diabetes tipo 2, que representa el 90% de los casos, tiene un impacto significativo en contextos de pobreza, ya que está vinculada a una mala alimentación.

Un peligro oculto para la visión

El edema macular se refiere al daño o engrosamiento que ocurre en una especie de película sensible a la luz en la parte posterior de la retina. Este daño puede ser causado tanto por el envejecimiento como por las disfunciones provocadas por la acumulación de azúcar en los vasos sanguíneos debido a la diabetes. Aunque la enfermedad puede comenzar de manera asintomática, es detectable mediante controles oftalmológicos regulares.

El estudio que reveló el desconocimiento general sobre estas enfermedades fue realizado por la consultora brasileña Ipec. Participaron 2.000 personas de cada uno de los cuatro países mencionados, incluyendo 300 con diabetes en cada caso. El hecho de que la DMRE sea un concepto desconocido para el 66% de los encuestados es preocupante, dada su prevalencia.

El tratamiento del edema macular depende de si la afección se presenta en forma "seca" o "húmeda". En ambos casos, existe una proliferación de vasos inflamados. Si no hay filtración de líquidos, una de las opciones es el uso de láser para sellar varios puntos. Sin embargo, cuando la afección es húmeda, la tendencia general es el uso de medicamentos antiangiogénicos, que apuntan a frenar la generación de nuevos vasos. Aunque estos tratamientos son costosos y requieren la aplicación de pequeñas inyecciones en el ojo, los resultados son considerados superiores.

Tratamientos disponibles en la Argentina

En la Argentina, los tratamientos de alto costo para la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE) y el edema macular están cubiertos, siempre que haya una indicación médica adecuada. Esta información ha sido confirmada por tres fuentes confiables: la obra social IOMA, el PAMI y el área de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

La Sociedad Argentina de Oftalmología (SAO) informa que existen dos anticuerpos monoclonales utilizados para tratar el edema húmedo relacionado con la diabetes: el bevacizumab, que inhibe el llamado "factor de crecimiento vascular endotelial" (o VEGF), y el ranibizumab, producido en células de Escherichia coli mediante técnicas de ADN recombinante.

Aflibercept: un avance prometedor 

Además, desde hace unos diez años, se utiliza una tercera droga llamada aflibercept para tratar el edema macular, ya sea por edad o por diabetes. En Argentina, el uso de aflibercept de 2 miligramos está aprobado desde 2015. La SAO dedica seis páginas de su "Guía para el diagnóstico, tratamiento y complicaciones del edema macular diabético y la retinopatía diabética" a este fármaco, con recomendaciones enfáticas basadas en varios estudios clínicos recientes. Afirman que esta droga ofrece resultados superiores a las otras en varios aspectos.

Un problema importante en el uso de los antiangiogénicos es la adherencia al tratamiento debido a la forma invasiva de la aplicación. En el caso del aflibercept, los pacientes deben recibir inyecciones cada seis semanas, lo que puede llevar al abandono del tratamiento. Sin embargo, en mayo, la ANMAT aprobó una nueva versión de aflibercept (la marca comercial es Eylea y estaría disponible en el segundo semestre de este año) con una dosificación de 8 mg, que promete un mayor espaciamiento entre las inyecciones.

La necesidad de campañas de información y control oftalmológico anual

Un estudio de fase 3 que siguió a los pacientes durante dos años mostró que las inyecciones pueden recibirse al menos cada 16 semanas. Esto abre una nueva puerta ante el problema de la adherencia al tratamiento, pero aún así, sigue siendo necesario activar campañas oficiales que brinden más información a la población general y estimulen el control oftalmológico anual, especialmente en las poblaciones más vulnerables: las personas de bajos recursos y los adultos mayores.