|20/02/24 06:13 PM

La enfermedad por la que internaron a la madre de Milei

El médico especialista en cardiología Nicolás Renna señalo aspectos muy importantes a tener en cuenta y cómo prevenirla

Por Redacción

21 de febrero, 2024 - 07:14

Alicia Luján Lucich, la madre de Javier Milei, fue internada este lunes por un cuadro de hipertensión arterial en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires. Se trata de una peligrosa afección que, al no presentar síntomas, generalmente es desconocida por la mayoría de las personas que la padecen.

Se trata del factor de riesgo cardiovascular más frecuente, que afecta a una de cada tres personas adultas y se produce por el aumento, sostenido en el tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.200 millones de personas en el mundo padecen esta afección, mientras que más del 46% de las personas adultas hipertensas desconoce que la sufre.

Al respecto, el médico especialista en cardiología Nicolás Renna, en una entrevista ofrecida en El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook y YouTube de Ciudadano.News), señaló: “Las causas por la que puede aparecer la hipertensión arterial es multifactorial.

Hay un componente genético que puede ser hereditario y otro que tiene que ver con nuestros hábitos, como el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso, la obesidad, el comer con mucha sal –hay gente que es más sensible al consumo que otras–, todos estos factores convergen y producen la hipertensión arterial, que una vez que aparece, habitualmente uno no deja de ser hipertenso. Suele ser una enfermedad crónica y la carga emotiva no tiene que ver en este caso, como se suele decir”.

El profesional detalló la diferencia que existe entre las fluctuaciones en una persona normotensa y una hipertensa: “Hay dos cosas que son diferentes, la versión de gestarse crónicamente y ser hipertenso, y pueden existir lo que se llaman picos de crisis que tienen un punto de corte importante. Una crisis hipertensa puede ocurrir en un normotenso hasta ese momento o en una persona con hipertensión".

"Lo importante es remarcar que nuestra presión fluctúa, ya que no tenemos 12/7 en forma permanente, sino que tiene una fluctuación cuando tenemos estrés, salimos a caminar, comemos con más sal; pero el organismo la regula, por eso el diagnóstico de hipertensión es cuando esta presión está alta y en forma sostenida".

"No tenemos que considerar que tenemos un pico cuando tenemos un problema, donde puede aumentar la presión, pero el organismo tiene los elementos para que baje, cuando eso no ocurre, esa persona es muy probable que sea hipertensa”.

Algunas recomendaciones

“Si el paciente tiene un pico que está por encima de 160 milímetros de mercurio 100, siempre es conveniente que concurra a una consulta de urgencia, puede ser una guardia o en un consultorio".

"Nosotros tenemos un protocolo, en el cual al paciente le damos 30 minutos de descanso y después se le da una medicación que no implica, para que baje, para que no esté en riesgo, pero eso no aplica que después siga con esa pastilla, con ese esquema".

"Lo recomendable es que el paciente debe volver a la consulta, tratar la presión y hacer el diagnóstico correspondiente. Todos debemos tener una buena hidratación que va a depender de donde vivimos, del calor, del ejercicio que hagamos, de la pérdida de líquido que tengamos".

"Los hipertensos muchas veces están tratados con diuréticos, pero el agua no baja la presión arterial, eso no es correcto, porque tienen mecanismos por el cual el líquido se elimina y no modifica esto, puede ser que en algún paciente deshidratado con una alguna patología puntual cuando es hidratado mejore la presión, eso es correcto, pero no una regla general”, detalló el especialista.

Importancia del tratamiento personalizado

Renna hizo hincapié en el tratamiento personalizado, ya que cada organismo es diferente: “Lo que me hace bien a mí, no necesariamente le va a funcionar a otro. Vienen medicaciones genéricas, tenemos tres grupos importantes. Nosotros intentamos explicarles a los pacientes que habitualmente nuestro tratamiento tiene una cierta personalización, en base a lo que le hace falta de acuerdo con las características tiene esa presión, por ahí la pastilla es mucho para uno en dosis y es poca para otros”.

¿Existe una presión buena y otra mala?

La presión es de riesgo, la mínima o la máxima. No puedo decir que una es más buena que la otra o más mala que la otra. Por ejemplo, en los pacientes de más de 70 años, inclusive hay valores para presión alta que permitimos más como normales, porque tienen ciertas características en los vasos que hacen que uno no tenga que considerarla como patológica, pero eso no significa que sea una buena o mala una u otra, porque las dos influyen sobre la perfusión y las dos generan daño”, profundizó Rizzo.

Por último, el profesional remarcó la importancia de realizarse controles médicos periódicos y brindó una serie de recomendaciones al momento de tomar de forma correcta la presión: “Quiero remarcar una cosa, uno siempre pregona, hay que controlarse siempre la presión. Después el equipo tiene que ser lo más automático y digital posible, porque eso evita los errores de cómo me tomo la presión, sentado, con el brazo apoyado, con la espalda apoyada, todas las características, porque, si no, no es válido y siempre preferimos el tensiómetro, porque los validados son los que son del brazo, los de la muñeca no lo son y tienen mucha variabilidad”.