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"Gobernar por decreto es el mal de América Latina"

Diego Armesto es abogado constitucionalista, y en diálogo con el programa Sin Verso de Ciudadano News afirmó que el DNU de Milei atraviesa problemas

Por Redacción

26 de marzo, 2024 - 17:52

Hubo un tiempo en el que Néstor Kirchner, expresidente de la Nación entre 2003 y 2007, planteó un procedimiento para autolimitarse la designación de los ministros de la Corte. Era el decreto 92/03, "pero Milei lo modificó de un plumazo", según entiende el abogado constitucionalista Diego Armesto, en diálogo con Sin Verso, por Ciudadano News 91.7.

En diálogo con Rebeca Miranda y Gabriel Landart, conductores del programa, el profesional afirma que incorporar una reforma laboral dentro de una ley le da un marco de seguridad jurídica mucho mayor que la de un decreto de necesidad y urgencia. "Un decreto asegura un resultado por determinado tiempo, pero el decretismo es el mal de América Latina. La mejor forma de limitar o concretar derechos es a través de leyes formales, leyes sancionadas por el Congreso, promulgadas por el Poder Ejecutivo. Pero en Argentina reina el decreto", afirma el abogado.

El capítulo IV del DNU enviado al Congreso, que trataba sobre la retención de la cuota sindical, la regulación de la negociación colectiva y el derecho de realizar asambleas sindicales, fue declarado inconstitucional en primera instancia de feria, en la segunda instancia de la Cámara del Trabajo de feria, y ahora tiene un fallo latente en la Corte Suprema. "Y ese capítulo no va a salir, porque el presidente de la Corte Suprema fue muy claro: la Justicia no está para resolver las cosas que la política no sabe resolver", advierte Armesto.

"El Gobierno judicializa las cuestiones políticas, que deberían ser resueltas por la política -detalla el consultor-. Al final de cuentas, se termina resolviendo el problema del Consejo de la Magistratura por un fallo de la Corte, el tema de los jueces subrogantes por el fallo de la Corte, la democratización de la Justicia por un fallo de la Corte".

"Y hasta la Ley de Medios, también por la Corte", analiza. Y hasta el tema de la Ley de Coparticipación Federal, en el que está inmersa también la Ciudad de Buenos Aires: "Por más que algún diputado trasnochado diga que hay que eliminar la coparticipación, hay que tratar de ser inteligentes", puntualiza el entrevistado.

 

¿Qué debería hacer Milei?

No es un secreto que todo el aparato político actual es complejo a nivel social. Si bien las encuestas le marcan un apoyo importante al presidente Javier Milei, muchos hablan de que empieza una nueva fase "menemista", dentro de una gestión libertaria. Armesto se apura a contestar: "Yo viví los 90 y la pasé muy mal. Mi experiencia con el menemismo fue horrible, porque se enquistó la corrupción en la Argentina". Según Armesto, "Milei tiene un camino, pero no lo va a recorrer nunca".

Ese camino, dice el abogado, "es el diálogo y la búsqueda de consenso, pero el consenso es una palabra vedada dentro del mileismo, porque el consenso significa un 'toma y daca'. Se podrá hablar de pactos y acuerdos, que son palabras que le gustan a Milei, pero si algo nos caracterizó a los argentinos es la profundidad de la grieta". Más allá de las encuestas, entiende el entrevistado, "hay que buscar diálogo y lugares comunes que permitan crear herramientas legislativas para que pueda haber un buen gobierno".

Con la llegada de Ariel Lijo (el nuevo juez que integra la Corte Suprema), vuelve "la Corte menemista", según dice Diego Armesto. "Están reeditando los problemas de la Corte de la época de Menem. Si se busca seguirdad jurídica, no solamente hay que respetar la Ley y la Constitución, sino también tener un Poder Judicial independiente. Si no existe esa independencia, la Argentina se transforma en un país donde impere la corrupción, y con ello la posibilidad de que el operador judicial llegue al ministro de la Corte", culmina el abogado constitucionalista.