Daniel Scioli se pone en carrera para traer una competencia muy querida

En el marco de un evento reciente organizado por la Federación Internacional del Turismo (FIT), el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, reveló que ya ha iniciado conversaciones con el presidente Javier Milei para gestionar el regreso de la Fórmula 1 a Argentina. Este interés resurge a raíz del notable crecimiento en la popularidad de la categoría automovilística, motivado en gran parte por el destacado desempeño del joven piloto argentino Franco Colapinto, quien actualmente corre para la escudería Williams.

"Me comprometo a hacerme cargo de las gestiones necesarias, y ya hablé con el presidente Milei para concretar el regreso de la Fórmula 1 a nuestro país. No tengo dudas, las conversaciones ya están en marcha porque hoy tenemos la oportunidad de pensar en grande", expresó Scioli con optimismo. Además, adelantó que en noviembre viajará al Gran Premio de San Pablo, Brasil, para reunirse con altos directivos de la Fórmula 1 y avanzar en las negociaciones: "Estaré en San Pablo para dialogar con las autoridades de Liberty Media, quienes son responsables de definir el calendario de las próximas temporadas, y aprovecharé el impacto que está generando la figura de Colapinto".

Scioli, que también fue motonauta en su carrera deportiva, resaltó la influencia de Colapinto en las nuevas generaciones argentinas. "Además de su habilidad como piloto, su carisma ha revitalizado el interés de los jóvenes por la Fórmula 1. Es fundamental que aprovechemos este fenómeno, ya que se están alineando las condiciones necesarias en el país para que pensemos en grande y nos proyectemos en el escenario internacional del automovilismo", afirmó el funcionario.

El regreso de la Fórmula 1 a Argentina sería un hito significativo, dado que la última vez que se celebró un Gran Premio en el país fue en 1998, cuando Michael Schumacher se alzó con la victoria a bordo de un Ferrari. A lo largo de los años, ha habido varios intentos por reintroducir la categoría en suelo argentino. Uno de los más resonantes ocurrió en 2012, cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner propuso organizar la carrera en Mar del Plata, aunque el proyecto nunca llegó a concretarse. En esa ocasión, Scioli, en su rol de gobernador de la provincia de Buenos Aires, mostró cautela, sugiriendo que el plan se enmarcaba en una estrategia más amplia para posicionar a Mar del Plata como un centro de grandes eventos.

En este contexto, Scioli también lanzó un desafío al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, instándolo a acelerar la modernización del Autódromo Óscar y Juan Gálvez. La meta es que el circuito obtenga la categoría 1, indispensable para recibir competiciones de primer nivel internacional. "Jorge, te necesito para que completes la remodelación del Autódromo. Sé que ya están trabajando para alcanzar la categoría 2, pero necesitamos llegar a la categoría 1. Confío en tu esfuerzo incansable y en que lo lograrás", manifestó Scioli.

Franco Colapinto ya ha participado en tres carreras de Fórmula 1, y su próxima aparición será en el Gran Premio de Estados Unidos el 20 de octubre, seguida del Gran Premio de México una semana después, y finalmente, el Gran Premio de Brasil en Interlagos. Este último evento ha despertado una ola de entusiasmo entre los aficionados argentinos, muchos de los cuales ya han reservado entradas para presenciar la actuación del joven piloto en San Pablo.

El interés de Scioli por traer nuevamente la Fórmula 1 a Argentina va más allá de una simple cuestión deportiva. Representa una estrategia integral para fortalecer el turismo y proyectar una imagen positiva del país a nivel internacional. Si las negociaciones prosperan y se logra asegurar una fecha en el calendario de la F1, no solo sería un retorno triunfal para el automovilismo argentino, sino que también podría reactivar una pasión histórica en el país, inspirando a nuevas generaciones de pilotos y aficionados.

Además, la llegada de la Fórmula 1 tendría un impacto económico considerable, atrayendo a miles de turistas, generando empleo y promoviendo inversiones en infraestructura. No solo se trata de un evento deportivo de alto perfil, sino de una oportunidad para posicionar a Argentina en el mapa global como un destino capaz de albergar eventos de gran envergadura, revitalizando la industria del turismo y abriendo puertas a futuros eventos internacionales de similar magnitud.

En resumen, el proyecto de Scioli es ambicioso y tiene el potencial de marcar un antes y un después en la historia del deporte argentino. El país cuenta con una rica tradición automovilística, y figuras como Colapinto demuestran que Argentina tiene mucho que ofrecer en este ámbito. Si se logran concretar los esfuerzos, el retorno de la Fórmula 1 podría no solo revitalizar el deporte, sino también impulsar un desarrollo económico y social en diversas áreas.