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Científicos, en alerta por el mega DNU: “Estamos a la puerta de otra fuga de cerebros”

En el programa Metaverso, de Ciudadano.News, el científico e investigador Superior del Conicet, Jorge Geffner, relató la incertidumbre de la comunidad científica respecto al nuevo Gobierno nacional

Por Redacción

12 de enero, 2024 - 14:28

Ante las medidas de gestión que ha impulsado el nuevo Gobierno nacional, tanto en el mega DNU que firmó el presidente Javier Milei el 20 de diciembre, como en el proyecto de Ley Ómnibus que debate el Congreso, la comunidad científica interpreta que el ajuste que promueve el libertario pone en peligro “el futuro del país”.

Al mismo tiempo, cuestiona las definiciones respecto a la ciencia argentina y al futuro de los investigadores que se desempeñan en el país. Con este contexto, el programa Metaverso, de Ciudadano.News, conversó con Jorge Geffner, investigador Superior del Comité Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

 “Estamos a la puerta de otra fuga de cerebros en el país. Soy investigador del Conicet hace 30 años, he formado sucesivas camadas de investigadores y en las últimas tres o cuatro semanas se está discutiendo qué hacer. Tanto a nivel becarios, que son profesionales que tienen cuatro o cinco años de experiencia en investigación, como a nivel investigador que ya tienen 8 o 10 años de investigación, la situación se ha complicado mucho”, detalló Geffner.

“En el exterior hay numerosas ofertas a cargos, entonces hoy un becario o investigador formado acá, se presenta a concursos internacionales en Estados Unidos, Canadá, Europa y tiene altísimas chances de ser contratado. Penosamente, estamos en los umbrales de un nuevo éxodo científico de la Argentina”, completó Geffner, en referencia a lo que ocurrió en los años 90.

Además, el científico se refirió a la carta que firmó junto a más de 80 pares advirtiendo sobre el futuro de la ciencia nacional.

-¿En qué áreas se sentiría más el golpe?

-En todas, pero sobre todo en las que hay oferta en el extranjero, por ejemplo, en el área de las ciencias biomédicas, que tienen que ver con desarrollo de vacunas o estudios moleculares. También en el área de física, de informática, de tecnología, son áreas críticas donde hay una muy variada oferta de trabajo y los profesionales argentinos son muy bien recibidos y ponderados en el exterior. Es una pena hablar de esto, pero es la realidad que empieza ya a transitar en los laboratorios.

-¿Cómo está el debate y la posibilidad de que la ciencia argentina interactúe con el mundo empresario, de desarrollo, de las patentes?

-Es verdad que había sectores que tenían prurito en relación con esto, pero ahora hay muchísimos convenios de transferencia, muchísima generación de patentes, patentes nuevas en el área tecnología, por ejemplo, tenés investigadores, becarios y doctorandos que parte del sueldo lo paga el Conicet y otra parte lo paga una empresa porque se hacen trabajos conjuntos. Por ejemplo, la vacuna argentina contra Covid, se aprobó hace un mes y medio y la desarrolló un triplete: la Universidad Nacional de San Martín, el Conicet y la Fundación Cassará, que es una fundación privada de una empresa de elaboración de medicamentos. Hay muchos ejemplos similares. Hubo mucha generación de patentes también, generación en cuanto a transferencia de tecnología.

-Hacia el mundo del agro, que aporta muchos los dólares a Argentina, la transferencia de tecnología ha sido muy fuerte…

-Así es, totalmente, incluso, en esta declaración que sacamos, una de las firmantes es Raquel Chan, aquella persona que desarrolló una patente para trabajar con semillas que son resistentes a la sequía y así hay muchos desarrollos en ese sentido, así que, es una pena que se corte todo eso. En un marco general, donde decís cuánto estamos invirtiendo como país en ciencia, hablamos sólo de 0,48% o 0,49% del PBI, mientras que en países como Estados Unidos, Israel o Inglaterra, están entre el 2,5% y 3,5%.

-Da la sensación de que las objeciones de cierto campo de la política tienen que ver con las ciencias sociales más que con las ciencias duras, ¿puede ser?

-Sí, hay más críticas hacia el área de sociales. Pero es necesario entender que las ciencias sociales son muy, muy importantes en la Argentina y en todo el mundo. Si hay aspectos que hay que modificar, bienvenidos sean. Hoy los problemas presupuestarios están funcionando como un apriete en los hechos para las distintas áreas.

-Y da la sensación también de que las gestiones se han dormido en ciertos puntos, por ejemplo, en Mendoza es muy importante el tema agua, está el Instituto Nacional del Agua, el IANIGLA, y, sin embargo, de los trabajos que se han hecho poco, se ha trasladado a la realidad…

-Así es, coincido, hay áreas prioritarias que están bastante dejadas en el olvido y deberían ser encaradas, entonces habría que usar los recursos científicos y tendría que haber una orientación clara en relación con eso acerca de una provincia, como Mendoza o cualquiera, cuáles son las áreas prioritarias y concentrar en esas áreas o materias pendientes recursos humanos y financieros.

-¿Hay receptividad en la ciudadanía para discutir estos temas?

-Creo que sí, estas semanas fueron muy movidas en muchos aspectos. En general, la ciencia tiene una buena ponderación por parte de la gente, es algo que sin desarrollo científico y tecnológico, Argentina no va a poder alejarse de la perspectiva de ser un país exportador agropecuario, está muy bien hacerlo, pero la verdad es que tendríamos que tener insumos con más desarrollo científico y tecnológico. Hay una valoración de la gente de lo importante que es el desarrollo científico y tecnológico.

-¿Cómo estamos en el tema de relacionamiento internacional y trabajo conjunto con centros de investigación y laboratorios con el resto del mundo?

- En el área biomédica hay muchísima colaboración, por ejemplo, estoy dirigiendo un instituto en el área de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, particularmente tenemos colaboraciones con dos centros internacionales, uno, el Marie Curie, en Francia, y otro, el Instituto Jackson, en Estados Unidos. Y hablamos de un solo instituto y, ahora, se está abriendo una tercera puerta con institutos de investigación en la India y en Brasil.