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Cacerolazos en todo el país contra eliminación y ajuste de organismos culturales

Ante las reformas que propone el Gobierno en el proyecto de Ley Ómnibus, colectivos culturales se manifestaron en más de 50 ciudades de todo el país

Por Redacción

11 de enero, 2024 - 10:50

Apenas comenzado el debate en comisiones de la llamada Ley Ómnibus, el Gobierno nacional comenzó a ceder frente a la resistencia de la oposición política, los numerosos amparos y diversos sectores sociales.

Entre los sectores más activos se encuentra el colectivo Unidxs por la Cultura, que nuclea a más de cien asociaciones culturales y comunitarias del país. Este miércoles 10 de enero organizó el Cacerolazo Cultural Nacional, una movilización que alcanzó más de 50 ciudades entre las 15 y las 22.

A esta convocatoria se sumó una serie de documentos emitidos por organismos referentes en distintos géneros artísticos, que confluirán en una Asamblea Nacional de la Cultura el 20 de enero. Además, se plegarán al paro nacional organizado por la CGT para el próximo 24 de enero.

Así, pese a los truenos, el epicentro nacional de la protesta se realizó en la Plaza de los Dos Congresos, en CABA. Adhirieron asociaciones y sindicatos de músicos, cineastas, libreros y editores independientes, bibliotecarios y traductores, artistas, realizadores cinematográficos, trabajadores de la danza y actores. La protesta fue claramente contra la llamada Ley Ómnibus, que propicia el cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y el Fondo Nacional de las Artes (FNA) y recorta el presupuesto de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y el Instituto Nacional de la Música (Inamu).

Córdoba.

Las manifestaciones se replicaron en más de 50 ciudades de todo el país, destacándose las convocatorias en Paraná, Rosario, Córdoba, Mendoza, Bariloche y algunos puntos de la Capital Federal, más allá de la Plaza de los Dos Congresos.

“Entendemos que existe una particularidad que nos afecta, que esencialmente está dentro de la Ley Ómnibus, pero nos oponemos en conjunto tanto a ese proyecto como al DNU”, explicó Javier Gabino, documentalista del colectivo Contraimagen y miembro fundador de Unidxs por la Cultura. “Eso demuestra el estado de bronca y rebelión cultural que existe en este momento”, añadió.

Representantes del colectivo se reunieron con legisladores del bloque de Hacemos Coalición Federal y el Frente de Izquierda, además de pautar para este jueves un encuentro con diputados de Unión por la Patria. “Organizamos reuniones con todos los bloques legislativos”, menciona Gabino, “incluyendo a La Libertad Avanza”.

El impacto económico de las medidas

Entre las iniciativas del colectivo Unidxs por la Cultura, en la próxima semana la agrupación dará a conocer un documento con las cifras del impacto que provoca en la proyección financiera de gestores culturales y ramas artísticas.

Más allá de la importancia intangible del arte como reservorio patrimonial de tradiciones, la producción cultural moviliza trabajadores y promueve actividades multitudinarias que generan una circulación económica en establecimientos de todo el país.

“Hay una campaña enorme de desinformación porque todas estas entidades que van a dejar de existir, ser desfinanciadas o quedar en un limbo presupuestario no se financian con aportes del Tesoro Nacional, sino que obtienen el financiamiento por medios de asignaciones específicas que están en determinadas leyes”, sintetiza Gabino que subraya que los fondos de estas instituciones “se generan dentro del ecosistema cultural”: tasas por derecho de obra, porcentaje de las entradas de cine o cobros por registros de autoría musical son algunos de los ejemplos.

Bariloche.

En ese marco, Javier Gabino cita al Sistema de Información Cultural de la Argentina (SINCA): “La inversión en cultura que se busca eliminar ahora representa el 0,2% del Presupuesto nacional, mientras que genera un valor agregado bruto anual total del 1,8% del PBI y más de 340.000 puestos de trabajo privados culturales”.

El sector audiovisual es el ejemplo más concreto. Por su convergencia tecnológica, sus proyecciones de integración con el sector de videojuegos, su capacidad de exportación transnacional y la potencialidad de generación de valor agregado, la actividad audiovisual fue incluida en la categoría de Economía del Conocimiento. Según el Observatorio del Instituto de Cine, contribuye 3,1% de los empleos directos de la economía, sin contar el impacto positivo en rubros como el gastronómico, el hotelero y el transporte.

Rosario.

“Consideramos que el INCAA, el INT, el INAMU, CONABIP, los medios comunitarios, el FOMECA, el FNA representan un tejido federal de instituciones de fomento en cuya construcción se vieron implicadas generaciones de trabajadores de la cultura de todo el país y de todos los signos políticos”, enumeró Gabino, y resaltó que estos organismos “explican el acervo cultural diverso que existe en el país y cristaliza décadas de laburo”.

Con información de Ámbito y La Nación