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Política menduca: el notable avance femenino

Desde 1983 hasta un tiempo atrás, los hombres dominaron la Legislatura mendocina. Pero ya no es así. Ahora son muchas las diputadas y senadoras que trabajan para dotar a la provincia de las leyes que necesita, superando el famoso “cupo femenino”.

30 de abril, 2018 - 11:53

En la Legislatura, desde 1983 a este 2018 no solo se progresó en avances tecnológicos, sino que las mujeres de a poco fueron luchando y finalmente lograron tener lugares protagónicos en la política mendocina, todo ello producto del progreso en la igualdad de género, con cambios fundamentales respecto a sus derechos y su lugar en la sociedad, hasta la ley que agrava las penas de femicidios.

Esa lucha, es digno reconocerlo, también contó con el apoyo de hombres políticos que no trepidaron en ayudar a que las listas partidarias estuvieran compuestas por  una gran cantidad de mujeres de nuestra provincia.

Así pues, hoy a los mendocinos no les parece extraño que muchísimas mujeres sean legisladoras provinciales y nacionales, contrariamente a las cinco que había en la restauración de la democracia de 1983. Vale aclarar que en esos años todas ellas eran del PJ, ya que el radicalismo de esos años sólo contaba con una legisladora en el Senado nacional y fue la recordada Margarita Malharro de Torres, autora de la Ley de Cupo Femenino que facilitó las cosas para las mujeres de estas épocas, con el 30 por ciento de espacio en las listas, y hoy son éstas las que siguen luchando por el cincuenta por ciento.

 

El presente en la nación

La actualidad indica que el protagonismo femenino llegó para quedarse. Hay que destacar que no  son legisladoras levanta manos, sino todo lo contrario, porque ejercen a viva voz su rol de representantes de nuestra provincia y luchan palmo a palmo su lugar con sus pares masculinos, dándole nuevos aires a la política.

Por todo eso es un orgullo para nuestra provincia contar en el mayor cenáculo de deliberación política, como es el Senado de la Nación  con legisladoras como Pamela Verasay, de Cambiemos, una joven contadora que en estos dos años ganó un lugar protagónico en su bloque a fuerza de estudio y trabajo que la llevó a participar de las comisiones más importantes de la Cámara alta, como así también proyectarse como una de las mujeres más importantes de la provincia.

También es el caso de Anabel Fernández Sagasti, del kirchnerismo mendocino, perfilada últimamente como figura descollante del PJ vernáculo. Ambas ejercen roles claves y estratégicos tanto en el recinto como en las Comisiones que integran.

No se quedan atrás las diputadas nacionales Claudia Najul y Stella Maris Huzack, del Frente Cambiemos, en su actividad constante en la Cámara baja del Congreso nacional.

 

En otros tiempos 

Donde se nota más el avance femenino en la política mendocina es en la Legislatura provincial. Bien lejos han quedado esos años del restablecimiento de la democracia desde 1983, cuando solo había cinco legisladoras y todas ella pertenecían al Partido Justicialista.

Entonces, en el Senado provincial estaban la experimentada y combativa docente María Elisa Scarzola y la joven y destacada oradora Cristina Zuccardi de Flamarique. Las otras tres estaban en la Cámara de diputados y eran Irma Komizarki, Emilce Brossio y María Teresa Oldrá de Berchessi (de dilatada trayectoria política), quienes se abrían paso en una Legislatura plagada de hombres, como José Genoud –vicegobernador y presidente del Senado–, Carlos Le Donne, Pedro Llorente (actual presidente de la Suprema Corte de la Provincia), Luis Remaggi Maturana y Oscar Enrique Merín, entre otros senadores de la UCR. 

Por su parte, el Partido Demócrata tenía como principales espadas en la Cámara alta a Jorge Barbeito y Alberto González (recordados por sus interpelaciones al gobernador Santiago Felipe Llaver), mientras el PJ se floreaba en los debates con Armando Caramaza, Nicolás Becerra (procurador General de la Nación en épocas de Menem), el joven Omar Álvarez (hoy empresario de medios periodísticos), Carlos Abihagle y Jalil Nasser, entre otros.

Mientras, en la Cámara de Diputados los principales protagonistas eran su presidente, José Gabriel Duranti, Fernando Armagnague, Hugo Nicolás Lanci (candidato a vicegobernador de Raúl Baglini), Gerardo Profili, José Virgilio Valerio (actual miembro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza) y Juan Carlos Rubio, del radicalismo.

En cuanto al PD, contaba entonces con los jovencísimos Gustavo Gutiérrez y Gabriel Llano –por ese entonces amigos–, y el PJ protagonizaba los debates con los lujaninos Carlos Manno y Hernán Moschetti, Ricardo Pont, el sureño Carlos Toyama y Jorge Coco López (vicegobernador de Arturo Lafalla), entre otros.

 

Mujeres al frente

Sin distinción de partidos, hay que decir francamente lo bien que le hace a la política el protagonismo de tantas mujeres como se da en la actualidad. Todas ellas, por demás combativas, francas y tal vez sin tantos dobleces como suelen ser sus pares masculinos, se han ganado un lugar en nuestra historia provincial.

Por eso ya no es sorpresa escuchar nombres como los de Claudia Salas (la voz de Cambiemos desde el Este mendocino), Analía Jaime, Mabel Guerra, Norma Pagés (una luchadora del departamento Malargüe) y María José Sanz, Laura Contreras y Gladys Ruiz. También Cecilia Páez, Cecilia Rodríguez, Ana María Andía (activa militante radical que fue parte del gobierno de Llaver), Tamara Salomón (la joven militante de Franja Morada), Maricel Arriaga, Daniela García, Mariana Caroglio, Marisa Ruggeri y Hebe Casado, de Cambiemos, además de Laura Montero, vicegobernadora y presidenta de la Cámara de Senadores.

En tanto que Claudia Segovia, Lidia Ruiz, Patricia Molina, Natalia Vicencio, Andrea Blandini, Silvina Camiolo, Silvia Stocco, María Paponet y Cristina Pérez batallan por las propuestas del PJ y del kirchnerismo, como también lo hace Maile Rodríguez, del Frente de Izquierda.

Los mendocinos deben darles las gracias a todas ellas, que pelean el presente para que sea posible dentro de muy pocos años tener un futuro más justo para todos.