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"Lo tuve que empujar": testimonio de una ex compañera del femicida de Córdoba

Una antigua compañera de Néstor Soto reveló cómo sufrió acoso por parte del joven ahora acusado de asesinato y denuncia la falta de acción de las autoridades escolares.

Redacción

Por Redacción

19 Julio de 2024 - 18:39

Néstor Soto, presunto asesino de Catalina Gutiérrez.
Néstor Soto, presunto asesino de Catalina Gutiérrez. Instagram

Recientes declaraciones de una ex compañera de Néstor Soto, el joven de 21 años acusado de asesinar a Catalina Gutiérrez en Córdoba, han puesto de manifiesto las inquietantes conductas de Soto durante su adolescencia. 

La joven, que compartió aula con Soto en San Carlos de Bariloche, ha contado con detalle las situaciones de acoso que vivió por parte del presunto femicida, subrayando la falta de atención que recibió de las autoridades escolares en su momento.

En un tuit publicado el jueves por la noche, la ex compañera relató que había denunciado en varias ocasiones a Soto a los preceptores de la escuela por comportamientos perturbadores que experimentó durante su etapa secundaria. "Reiteradamente hablé con la preceptora sobre las situaciones incómodas que vivía con él. Nunca me escucharon. Ahora resulta que tenía que morir una chica para que se dieran cuenta de lo que pasaba. Qué horror todo", escribió la joven, que prefirió mantener su anonimato y eventualmente eliminó el mensaje.

La joven narró en una entrevista con el canal de noticias TN que vivió una experiencia particularmente traumática durante un campamento escolar. "Soto insistió varias veces a pesar de que le decía que no. Tuve que empujarlo para que se alejara de mí", recordó. Esta situación provocó que Soto comenzara a tener un comportamiento más insistente en el aula, lo que llevó a la joven a mantener una actitud distante con él.

A pesar de su malestar, la joven afirmó que sus quejas fueron ignoradas por la preceptora. Afirmó también que, debido a su desaprobación en matemáticas, la preceptora la etiquetó erróneamente como disléxica. La joven se lamentó de no haber presentado una denuncia formal en ese momento, expresando que su timidez y la falta de apoyo contribuyeron a que no tomara esa medida.

El testimonio revela que Soto continuó asistiendo a la escuela con normalidad tras el incidente, lo que llevó a la joven a una profunda depresión meses después. "Lo que viví en la secundaria me llevó a una depresión muy grave. Todo esto podría haberse evitado si me hubieran escuchado en su momento", expresó, visiblemente afectada por la falta de acción por parte de la escuela.

Años después de haber terminado la secundaria, la joven aseguró que Soto nunca volvió a establecer contacto con ella, aunque todavía la sigue en Instagram. "Incluso después del asesinato de Catalina, vio mi historia en la red social. Todo es muy perturbador", concluyó, reflejando su consternación por los eventos recientes y la falta de justicia en su caso.