Caso Luciana Muñoz: analizan pruebas clave para la búsqueda

Los investigadores a cargo de la búsqueda de Luciana Muñoz, una joven de 20 años desaparecida en Neuquén desde hace casi 50 días, avanzan en el análisis de pruebas clave. Las muestras de sangre y material genético recogidas en la casa y el auto de Maximiliano Avilés, una expareja de Luciana, quien se encuentra bajo arresto domiciliario por falso testimonio, están siendo minuciosamente examinadas por peritos especializados. Avilés, de 29 años, es un exnovio de Luciana y había mantenido una relación breve con ella entre mayo y junio de este año.

La investigación, liderada por agentes de la Unidad de Servicios Periciales (USP), se focalizó en una barbería ubicada en la calle 11 y Conquistadores del Desierto, dentro del Parque Industrial de Neuquén. En este lugar, así como en el vehículo de Avilés, los peritos utilizaron luz ultravioleta para detectar tres manchas de sangre. Estos rastros fueron descubiertos entre el 22 y el 23 de agosto, y se encontraron en distintos puntos: el suelo de la barbería, y en el baño, tanto en el interior como en el exterior de la puerta.

Aunque las muestras de sangre ya fueron recolectadas, los investigadores estiman que los análisis para determinar si pertenecen a Luciana podrían demorar varias semanas. Este procedimiento es crucial para avanzar en la causa, dado que la correspondencia de los rastros con la joven desaparecida podría ser un elemento determinante en el caso.

El portal del diario Río Negro informó sobre estos hallazgos y también destacó la decisión judicial de mantener a Avilés en prisión preventiva, rechazando la solicitud de la querella para que esperara el juicio en una cárcel común. Esta decisión judicial se tomó luego de que se comprobara que Avilés mintió en su declaración. Inicialmente, afirmó que no había salido de su casa el día de la desaparición de Luciana y que no la había visto en más de un mes y medio, pero las pruebas demostraron lo contrario.

Luciana Muñoz había sido vista por última vez en la madrugada del 13 de julio, cuando salió de su casa presuntamente para encontrarse con un joven. La denuncia de su desaparición se hizo 72 horas después, ya que su madre, acostumbrada a las ausencias frecuentes de su hija debido a problemas de adicciones, esperó un tiempo antes de alertar a las autoridades. Esta demora en la denuncia añade un factor de dificultad en la investigación, que sigue su curso mientras la comunidad neuquina mantiene la esperanza de obtener respuestas sobre el paradero de Luciana.