Opinión

El Sur también existe

La concreción de la planta de GNL en Río Negro podría permitir a la Argentina convertirse en el quinto productor mundial de ese combustible a partir de la producción de Vaca Muerta.

Emilio Luis Magnaghi

Por Emilio Luis Magnaghi

9 Agosto de 2024 - 11:11

Tradicionalmente el control del petróleo se ha vinculado a diversos conflictos bélicos, desde la Segunda Guerra Mundial hasta los más recientes en Irak (guerra del Golfo de 1991 y guerra de Irak de 2003).

Como tal es considerado un mineral de conflicto, ya que hasta el grupo terrorista del Estado Islámico ha utilizado sus ventas para financiar actividades militares y terroristas.

Sin embargo, con los años ha ido perdiendo ese carácter estratégico y ha sido reemplazado por el gas como el combustible de antonomasia. Especialmente, cuando han podido construirse los gasoductos que permiten transportarlo en grandes volúmenes, a largas distancias y a un costo muy bajo.

Pero también se han mostrado vulnerables como lo demuestran los recientes sabotajes al sistema Nord Stream I y II, que unían al proveedor ruso Gazprom con sus clientes europeos.

En ese sentido, el gas natural licuado (GNL), que es gas natural que ha sido procesado para ser transportado en forma líquida, ha tomado la vanguardia estratégica, ya que puede ser conducido en estado líquido (a presión atmosférica y a -169 °C). 

La producción de Vaca Muerta es determinante para el desarrollo energético del país. (Web)

De esta forma se hace rentable su transporte por fuera del sistema de gasoductos, ya que en dichas condiciones el volumen ocupado es 1/600 del que ocupará en el momento de su consumo y se transporta en buques especiales llamados metaneros.

Por todas estas razones es muy buena noticia que se difundiera en los medios, por estos días, respecto de que se eligiera la localidad de Sierra Grande, en la provincia de Río Negro, para instalar su planta de GNL en el territorio nacional para aprovechar nuestras importantes reservas de ese fluido localizadas en Vaca Muerta.

Concretamente, YPF y Petronas (una empresa malaya) dieron a conocer a través de un comunicado conjunto las razones técnicas por las que se decidió instalar su proyecto de GNL allí y no en Buenos Aires como otros habían propuesto.

Al efecto, nuestra empresa nacional de combustibles, YPF, decidió contratar a la consultora internacional Arthur D. Little para la evaluación independiente del emprendimiento de marras. Quienes, en su informe final concluyeron que "Río Negro muestra mejores aspectos económicos para el proyecto, aún si Buenos Aires igualara los beneficios fiscales".

Los fundamentos de la consultora para tal decisión fueron los siguientes:

1º) Los gasoductos a construir presentan una menor longitud para transportar el gas natural desde Vaca Muerta, lo que reduce costos y complejidades.

2º) La profundidad marítima es mayor en Punta Colorada, el puerto de Sierra Grande, lo que disminuye la necesidad de dragado para la operación de los buques de gran calado.

3º) La disponibilidad de terrenos es más amplia y más bajas las posibilidades de interferir con otras actividades sociales y económicas, lo que facilita el desarrollo del proyecto.

4º) La operación portuaria se ve facilitada por la exclusividad del proyecto el que puede funcionar sin interferencias.

5º) Las condiciones regulatorias y fiscales de la provincia de Río Negro son las más adecuadas para el desarrollo del proyecto.

La concreción del proyecto podría permitir a la Argentina convertirse en el quinto productor mundial de GNL. (Web)

Nosotros agregamos de nuestra propia cosecha que es bienvenida una obra fuera de la megaprovincia de Buenos Aires, que permite una necesaria descentralización de las inversiones productivas mediante la radicación de infraestructura de base en una provincia patagónica, porque como reza la famosa canción Joan Manuel Serrat, El Sur también existe.

Pasando a lo específico, el proyecto se llama 'Argentina LNG' (LNG por sus siglas en inglés de GNL), y contempla una inversión de más de US$ 30 mil M, lo que podría permitir a la Argentina convertirse en el quinto productor mundial de GNL

El mismo abarca desde la producción de gas en Vaca Muerta hasta su transporte hasta la terminal de procesamiento y su industrialización, con una capacidad de producción final de 30 M de toneladas anuales

Los próximos pasos incluirán la búsqueda de posibles compradores de gas a nivel mundial y la obtención del financiamiento necesario con inversores provenientes de la banca internacional

Como tal, esta iniciativa representa una de las inversiones privadas más significativas en la historia argentina, posicionando al país en el mapa global de la producción de GNL y contribuyendo al desarrollo económico y energético nacional.

Por obvias e históricas razones, la decisión final no fue fácil, pues desde un principio surgió la duda de dónde debía localizarse el proyecto. De hecho, el mismo nació de una iniciativa del gobierno anterior, pero por diversas razones nunca llegó a concretarse en cercanías del puerto de Bahía Blanca, como era la idea inicial. 

En este sentido, el presidente YPF, Horacio Marín, había mantenido sendas reuniones con los gobernadores de Buenos Aires y de Río Negro, a quienes además envió una carta con siete puntos (tres económicos y cuatro con permisos y ayudas al proyecto), para que cada provincia respondiera sobre su locación para instalar la planta de GNL. Buenos Aires ofrecía Bahía Blanca y Río Negro, Punta Colorada, en Sierra Grande.

Horacio Marín, presidente de YPF. (Web)

A continuación, con la vital decisión adoptada, YPF debe salir -como ya dijimos- a buscar compradores de gas y financiamiento internacional para su megaproyecto. Al efecto, su presidente viajó a Europa (con especial interés en Alemania, cuyo canciller nos visitó el año pasado con ese interés) y a la India para hacerse de clientes con los que comprometer compras del fluido de Vaca Muerta. Luego, está la tarea de colocar deuda por al menos US$ 20 mil M en el mercado internacional que permitan financiar las obras.

Por su parte, la firma malaya Petronas, una de las cuatro grandes productoras de GNL a nivel mundial, aportará el 'know-how' técnico para desarrollar el proyecto, para lo cual se necesitan unos US$ 10 M para construir las dos plantas de licuefacción con YPF y otros US$ 30 mil M para desarrollar la infraestructura portuaria en Sierra Grande. 

A esta altura todo parece marchar viento en popa y sobre rieles. Pero el batir de los tambores de guerra en Medio Oriente, al contrario de otras oportunidades, está tirando abajo los precios del petróleo y del gas. Vaya uno a saber los por qué.

Esperemos que esto sea sólo una alarma pasajera y que el proyecto de Argentina LNG pueda ser concretado sin inconvenientes y conforme un decidido paso más en dirección del bienestar de todos los argentinos. Que así sea.

El Doctor Emilio Luis Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.