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Antártida: ¿la última frontera por la cual pelear?

El descubrimiento de petróleo que realizó Rusia en el continente blanco y otros acontecimientos, nos obligan a estar atentos y obrar de acuerdo a las necesidades del momento

28 Mayo de 2024 - 07:51

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Las últimas noticias nos hablan del descubrimiento de petróleo en el Mar de Weddell por parte de una misión de exploración de la Federación de Rusia. Concretamente, sucedió durante una prospección sísmica marina y mediante el uso de una sonda multibeam (multihaz), que es un procedimiento bastante común empleado por otros países en la zona.

Por su parte, los rusos han presentado todo su trabajo como estudios efectuados sobre el lecho marino, teniendo en cuenta de que se trata de un área marina protegida.

Sin embargo, lo que llama mucho la atención es que el buque ruso inició su campaña de investigaciones en el 2020 y nada de esto se había publicado hasta ahora. Es más, ningún medio ruso levantó la noticia como un descubrimiento importante, por el contrario, sí lo hizo el medio británico The Telegraph en una forma bastante agresiva.

El mismo nos informa que la noticia fue discutida en el Parlamento británico y que la exploración contó con el asesoramiento del profesor Klauss Dodd, un académico con profundo rechazo a la posición argentina.

Este catedrático es quien asesora a los británicos sobre este hecho y una de sus afirmaciones es que "las acciones de Rusia deben entenderse como una decisión para socavar las regulaciones que rodean la exploración sísmica y, en última instancia, como un presagio de la extracción de recursos en el futuro".

Por su parte, Rusia ha afirmado que a pesar de los "temores" de los analistas occidentales y simplemente de los rusófobos, la propia Federación de Rusia ya ha confirmado plenamente su compromiso con el Tratado Antártico y el hecho de que la investigación se llevó a cabo exclusivamente desde un punto de vista científico para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y ha agregado que no tiene previsto ningún trabajo práctico sobre el desarrollo industrial de las reservas descubiertas.

Puestos a especular respecto de ambas posiciones tan distantes, nos surge que las mismas se enuncian en el marco del conflicto entre Rusia y la OTAN, de la cual Gran Bretaña forma parte. Y que para colmo de males, es a pocos días del inicio de la Reunión Consultiva del Tratado Antártico.

En este sentido, se supone que las actividades conjuntas de investigación de los Estados no provocarán un enfrentamiento en la región. Sin embargo, las acciones de los geólogos rusos han generado preocupación. Mucho más, en el marco de rivalidad señalada más arriba, por lo que se puede deducir, tal como ocurrió en el pasado y que explicaremos a continuación, las rivalidades entre Estados tuvieron un enorme impacto en el diseño del Sistema del Tratado Antártico.

Pero hoy hay países que están impulsando cambios, sobre todo para modificar el consenso por votaciones de mayorías en el seno del tratado, algo inconveniente para Argentina por el conflicto en el Atlántico Sur.

https://ciudadano.news/otro-punto-de-vista/como-recuperaremos-las-malvinas

Ergo, tanto la prospección que realiza Rusia como la reacción británica deben abordarse con la máxima rigurosidad que le hubiera correspondido a los demás países que hicieron lo mismo.

Las noticias viejas y el futuro

Como lo hemos sostenido varias veces en otros artículos, no hay nada tan original como para que no reconozca una similitud con hechos pasados y registrados por la historia. Y las cuestiones antárticas no son la excepción, como veremos a continuación.

La historia humana bien podría seguirse a caballo de sus descubrimientos. Tal vez, empezando por el más famoso de todos, el del Continente Americano por parte de España en el siglo XVI, al que le siguieron otros en los siglos sucesivos a cargo, principalmente, de Portugal, Gran Bretaña, Holanda y Francia, que abarcaron a los territorios de África, de Oceanía y del Sudeste Asiático.

En casi todos esos casos el patrón fue casi el mismo: primero el descubrimiento geográfico a cargo de unos pocos viajeros o exploradores, seguido por el inmediato envío de misiones comerciales, científicas, religiosas, etcétera. Y finalmente, la apropiación de los nuevos territorios por parte de sus "descubridores" europeos sin importarles mucho la voluntad de sus habitantes originarios.

Inicialmente, el Continente Antártico, el último en ser descubierto, no fue la excepción, ya que fue objeto de una puja entre los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial -la Gran Bretaña, los EE.UU., Japón, Rusia y del Tercer Reich alemán- con incidentes que estuvieron cerca de configurar un conflicto armado.

https://ciudadano.news/otro-punto-de-vista/como-recuperaremos-las-malvinas-ii

Por su parte, desde el descubrimiento, nuestro país, favorecido por su incomparable posición geográfica, había llevado adelante una actividad antártica pacífica y permanente por un largo lapso, pero llegado el momento, también debió desarrollar una estrategia defensiva para proteger sus intereses. La cual se orientó a materializar una presencia argentina importante mediante el uso de cerca de una docena de bases tanto permanentes como temporarias, entre otras tantas acciones que podrían mencionarse.

Al contrario de lo ocurrido en otros continentes descubiertos, probablemente porque no existía población originaria alguna, y antes de que la sangre llegara al río, se produjo una tregua materializada en la firma del Tratado Antártico en 1957, que tendría vigencia hasta el 2048 o hasta que la decisión de los miembros consultivos (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, Sudáfrica, Rusia, Gran Bretaña y los EE.UU.) decidan lo contrario.

El problema para nosotros es que si analizamos a los firmantes, están la Gran Bretaña, nuestro enemigo histórico, la que está acompañada por tres integrantes de su Commonwealth (Australia, Nueva Zelandia y Sudáfrica) y de su mejor aliado, los EE.UU., por lo que países como el nuestro y Chile estamos en minoría para imponer cualquier tipo de decisión a nuestro favor.

Pero como bien sabemos, los tratados son de papel y pueden incumplirse, por lo que no nos podemos sentir tranquilos. No sólo por el publicitado descubrimiento por parte de Rusia de hidrocarburos en un área que es reclamada por Gran Bretaña, pero también por Chile y por nuestro país.

Fundamentalmente, porque no hace tanto -en 2017- fue la propia Unión Europea la que incluyó un mapa en el que se podía apreciar la base británica de Malvinas, que era descrita como "very large" (muy grande), de la que salían tres flechas hacia la Antártida Argentina, hacia las Islas Sandwich del Sur y hacia la mismísima Patagonia como "potenciales direcciones para una proyección de poder".

Si bien Gran Bretaña ya no forma parte de la Unión Europea, no podemos pasar por alto lo expresado, ya que no debemos descartar una mayor militarización del Atlántico Sur de la ya existente. Este es un hecho que no sólo no se va a detener, sino que se está expandiendo en todo el Atlántico Sur, especialmente en dirección a la Antártida.

Como si todo esto fuera poco, el gobierno estadounidense publicó hace pocos días un 'Memorándum de Seguridad Nacional' sobre el continente blanco. Allí se establece que:

? EE.UU. se adjudica el rol de potencia que controla la Antártida;

? EE.UU. desconoce cualquier reclamo soberano de otros países (incluyendo Argentina);

? Se ordena ampliar la flota de rompehielos para "garantizar la paz en la región".

Antes de terminar, es preciso que no olvidemos el carácter integral del Territorio Argentino apoyado en los continentes antártico y americano, tal como fuera declarado por el Congreso de la Nación Argentina mediante la sanción de la Ley Nº 26.651 del 2012, que establece la obligatoriedad del uso del mapa bicontinental de la República Argentina, que incorpora los 965.597 km2 de la Antártida Argentina.

Por otro lado, no hay que olvidarse de la larga presencia en el continente blanco, de hecho la más larga de todas. Y validada, recientemente, por las investigaciones pesqueras realizadas por el buque Dr. Eduardo Holmberg a través del proyecto 'Pampa Azul', por el que nuestro país se hace presente en sus territorios subantárticos que le pertenecen.

Como se ve, queda aún mucho por hacer y hay que estar expectantes de todos los acontecimientos que puedan producirse sobre este tema.

El Doctor Emilio Luis Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.