Argentina ofreció ayuda a Turquía y Siria para socorrer a las víctimas del terremoto
El apoyo se cursó a través de los Cascos Blancos. Se brindará atención física y psicológica, además de personal logístico con experiencia en crisis
Por Redacción
Luego de los sismos que sacudieron a Turquía y Siria entre el domingo y el lunes, el Gobierno argentino ofreció asistencia humanitaria a esos países para socorrer a la población afectada por los movimientos telúricos, que dejó hasta la fecha un saldo de más de 5 mil muertos entre ambas naciones.
El ofrecimiento se realizó a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria - Cascos Blancos, organismo que está comandado por Sabina Frederic.
De esta manera, Argentina ofrece atención socio-sanitaria, contención psico-social post traumas y personal logístico con experiencia, tanto en bodegas para donaciones, como para el armado de casas y gestión de campamentos para personas afectadas y albergues.
Los Cascos Blancos argentinos ofrecerán también pastillas potabilizadoras de agua y desinfectantes, sumado a directivas sobre manejo y capacitación de uso para los afectados.
Para esta gestión, los Cascos Blancos trabajarán con la Oficina de las Naciones Unidas para la coordinación de los asuntos humanitarios. De esta manera, desplegarán su labor en el epicentro del desastre como apoyo de los labores de equipos nacionales e internacionales de búsqueda y rescate.
El ofrecimiento argentino responde al pedido del gobierno turco, que solicitó asistencia internacional en el ámbito de la búsqueda y rescate urbano. Allí trabajarán el Centro de Coordinación de Respuesta a Emergencias, los Equipos Médicos de Emergencia, los Equipos Medios de Búsqueda y Rescate Urbano, y los Equipos Pesados de Búsqueda y Rescate.
Los movimientos de tierra se produjeron a partir de las 4:17 de la madrugada (hora de Turquía), con una profundidad de casi 18 kilómetros. Numerosos edificios terminaron destrozados, y hasta el momento se reportan más de 5.000 muertos, tanto del lado de Turquía como de Siria. A la gravedad de los hechos hay que sumar las temperaturas extremadamente bajas, que complicarían tanto el hallazgo de sobrevivientes como la atención a los mismos.
Por la hora a la que se produjeron los temblores, muchos de los ciudadanos no pudieron escapar de sus hogares tras los derrumbes. El saldo de víctimas fatales se suma a los miles de desaparecidos que son buscados por equipos nacionales y locales de ambos países.