Una jueza "productora", un documental y el juicio por Maradona al borde de la nulidad

Una polémica sin precedentes sacude al juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. Entre los más de diez discos rígidos secuestrados por la DDI de San Isidro en seis allanamientos simultáneos, los investigadores encontraron un video que podría voltear todo el proceso judicial, debido al material audiovisual protagonizado por la jueza Julieta Makintach, una de las integrantes del Tribunal que lleva adelante el debate oral y público.

Las imágenes, grabadas dentro del Juzgado de San Isidro los días domingo 9 y martes 11 de marzo, este último, jornada inaugural del juicio, muestran a Makintach caminando por los pasillos, subiendo escaleras, hablando a cámara, abriendo expedientes y presentándose como una de las juezas que interviene en el proceso por la muerte del ídolo argentino. También se ven al presidente del Tribunal, Maximiliano Savarino; a la vocal Verónica Di Tommaso; al abogado Fernando Burlando y a Gianinna Maradona.

El contenido fue registrado por cámaras profesionales. Según consta en la causa que ahora investiga la fiscalía, el proyecto fue impulsado por María Lía Vidal Alemán, amiga íntima de Makintach, quien habría ideado una pieza audiovisual, que podría derivar en un podcast, un libro o contenido para redes, sobre "la jueza y la mujer detrás de la magistrada".

Vidal Alemán contactó a la productora La Doble S.A., del empresario José Arnal, que aportó los equipos técnicos, y también al publicista y escritor Juan Manuel D'Emilio. Así nació un proyecto "amateur", tal como fue descrito por sus impulsores, pero cuyas consecuencias podrían ser graves: desde la nulidad del juicio hasta la remoción de la jueza.

En uno de los pasajes del material secuestrado, Makintach se presenta frente a cámara: "Soy jueza en el Tribunal en lo Criminal número 3 de San Isidro, subrogante, que interviene en el juicio oral y público por la muerte de Diego Armando Maradona. Además, soy magíster en Derecho Penal y profesora en la Universidad Austral hace diez años".

La situación generó la reacción inmediata de todas las partes del proceso. Fiscales, querellas y defensas dudan ahora de la imparcialidad de la jueza. Aunque prestar su imagen para un contenido personal no constituye un delito, lo que se pone bajo la lupa es el momento y el contexto elegido: nada menos que el juicio más mediático y sensible de los últimos años en la justicia argentina.

La hipótesis más preocupante de la fiscalía es que ese material iba a ser editado para conformar un teaser, una suerte de adelanto, con fines comerciales, tal vez para ser ofrecido a una plataforma internacional de streaming.

Otro de los registros incautados muestra al Tribunal en pleno, Savarino, Di Tommaso y Makintach, caminando por un pasillo del juzgado rumbo a la sala de audiencias. La pregunta que retumba en Comodoro Py y en San Isidro es: ¿los otros jueces estaban al tanto de las cámaras? ¿Sabían que su colega se había prestado a una "idea creativa" que ahora pone en jaque el proceso judicial?

El camarógrafo y el contrato

La producción fue ejecutada por Jorge Huarte, un camarógrafo profesional que, al ser citado a declarar, dio una versión que complica aún más a Makintach. "Me contrataron para filmar la primera audiencia", declaró ante la fiscalía. Dijo que presupuestó 550 mil pesos por esa jornada y que incluso tuvo que reclamar el pago.

Huarte relató que fue contactado por Vidal Alemán y que accedió al juzgado sin pasar por el protocolo de prensa, acompañado por personal de custodia que respondía a la propia jueza. "Me pidieron hacer un poco de color en la calle y una vez dentro de la sala hacer imágenes de la jueza Makintach específicamente y, si sucedía algo relevante, captarlo", explicó.

En esa línea, reconoció que grabó a Gianinna Maradona, al abogado Fernando Burlando y a otros protagonistas del juicio. De Dalma Maradona sólo logró unas pocas tomas, "porque había una cabeza tapándola". También admitió que borró mensajes cuando su nombre trascendió públicamente.

Según el relato de Huarte, le habían advertido que estuviera atento a "alguna incidencia". Una de ellas fue cuando la jueza le dijo algo a un abogado, y él se apuró a capturar la escena.

Riesgo de nulidad

Las derivaciones legales y políticas de este escándalo son múltiples. Por un lado, está el posible apartamiento de Makintach del Tribunal. Por otro, la anulación de las actuaciones en las que participó. Y, por si fuera poco, la posibilidad de que el juicio entero por la muerte de Diego Maradona tenga que empezar de cero.

La defensa de la jueza aún no se expresó públicamente. Pero en los pasillos judiciales de San Isidro ya se habla de un "gol en contra institucional" que podría quedar en los libros de historia judicial del país.

Mientras tanto, el juicio por la muerte del Diez, que busca determinar las responsabilidades penales del equipo médico que lo atendió antes de su fallecimiento en noviembre de 2020, quedó contaminado por un escándalo tan insólito como grave. La imagen de la Justicia, otra vez, está bajo los focos.

Con información de NA