¿Qué implica el ingreso de Suecia a la OTAN?

Finalmente, durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se está desarrollando en Lituania, se conoció que el presidente turco, Recep Erdogan decidió dar el visto bueno para el ingreso de Suecia a la alianza y tras las formalidades correspondientes, el país escandinavo pasará a ser parte como el miembro número 32 del tratado militar.

Desde la Geopolítica ¿En qué beneficia la adhesión de Suecia a la OTAN?

La adhesión efectiva de Suecia permitiría que el área de cobertura defensiva y de despliegue de la OTAN, abarque todo el litoral del mar Báltico, con la excepción de la franja bajo soberanía rusa y el enclave de Kaliningrado.

En caso de suscitarse una ofensiva rusa, la pertenencia sueca facilitaría que los Estados Bálticos sean más fáciles de defender, dado que las tropas de despliegue rápido y el equipamiento bélico, así como la logística de apoyo, podrían llegar a Estonia, Letonia y Lituania de forma rápida por barco, a través de Suecia.

La estratégica isla de Gotland también juega un rol importante por su ubicación. De acuerdo a analistas militares occidentales, “esta gran isla en medio del mar Báltico le permite a Suecia disponer de una base estratégica extremadamente favorable.

Desde allí puede controlar prácticamente todo el mar Báltico". Según los especialistas, la situación geográfica del país es el punto decisivo por el que el ingreso del país escandinavo resulta tan crucial para la alianza.

¿Qué pueden aportar las fuerzas armadas suecas?

Por otra parte, las fuerzas armadas suecas y su equipamiento también constituirían un valioso refuerzo para la OTAN. Si bien, es cierto que su cuadro de militares permanentes es bastante reducido en cuanto a efectivos: se calcula unos 38.000 miembros, según datos del Índice Global de Potencia de Fuego. En contrapartida, cuentan con un equipamiento moderno, un buen entrenamiento, alto nivel de profesionalismo y una especial preparación para desenvolverse en conflictos ubicados en zonas gélidas y clima inhóspito.

"Los suecos tienen un ejército muy moderno, en especial una sofisticada fuerza aérea y sistemas antiaéreos de producción propia. Y ya están curtidos en mil escenarios bélicos", afirmó un experto del alto mando militar de la alianza.

“Ya han participado en varias misiones de la OTAN, como es el caso de Afganistán. Suecia destina alrededor del 1,3% de su producto bruto interno a defensa, una cifra significativamente superior a la de hace unos años, y se espera que la proporción siga creciendo en los próximos años”.

Estocolmo, tras el final de la Guerra Fría y en sintonía con muchos países occidentales, recortó considerablemente su presupuesto en defensa, pero con la anexión rusa de Crimea en 2014 y la expansión militar del Kremlin en el noroeste del continente, decidió un replanteamiento de su doctrina de defensa.

¿Cuáles serían las grandes ventajas para Suecia?

Si bien, Suecia y la OTAN ya colaboran estrechamente desde hace años en muchas facetas castrenses como ejercicios conjuntos, programas de adiestramiento, colaboración en patrullajes de espacios aéreos, entre otras cuestiones, el ingreso escandinavo provoca un giro radical en su situación de defensa nacional.

El cambio sustancial para Suecia, al ingresar en la OTAN, se encuentra en el artículo 5 del Tratado constitutivo de la Alianza. Según éste, un ataque bélico contra un país de la OTAN se considera una agresión contra todos los miembros. En este sentido, la alianza militar está obligada a prestar socorro, involucrándose como actor beligerante en el hipotético conflicto.

Si Bruselas no respondiera, atentaría contra la esencia misma de su naturaleza de origen y podría conllevar un resquebrajamiento de su estructura funcional y un alejamiento de muchos de sus países miembros.

“Esta protección es lo crucial para Suecia", afirmaron politólogos suecos. A su vez, el ingreso posibilitaría a Estocolmo estar en condición de igualdad en el Consejo de la OTAN, el principal órgano decisorio del bloque de defensa, y tendrían, en ese ámbito, derecho de veto

. Esto le permitiría al país nórdico tener una herramienta más determinante a la hora de influir sobre la geopolítica continental.